AMLOver selfie mode on. Andrés Manuel López Obrador en Jesús María



Quiero creer, con esa disposición voy a Jesús María al mitin de Andrés Manuel López Obrador, candidato por el que no votaré, pero entiendo que despierta la pasión y entrega de mis cercanos. Vine a este municipio conurbado de Aguascalientes para constatar si de cerca me convence su discurso, dejo a un lado mis prejuicios y me dispongo a entregarme.Quiero creer, así que en el camino me sacudo el que una encuesta local reciente (Acenta/Radiogrupo) a contrapelo de lo que indican estos estudios en el ámbito nacional, colocan a Andrés Manuel López Obrador en el segundo lugar, tres puntos abajo del candidato del Frente, Ricardo Anaya, quien va como favorito con 34%. Hago como que no veo la manta de varios metros que el Movimiento Antorchista colocó en un puente con la leyenda “Fuera Mentiroso”, porque es un “movimiento” que en Aguascalientes se vende al mejor postor, como para ejercer la presión suficiente que conmine al gobernador y presidente municipal en turno a salir de palacio y tomarse la foto con ellos, mientras reciben su pliego petitorio.Quiero creer, por eso cuando llego al camellón en la esquina que forman calle Hernández y avenida San Lorenzo dejo de pensar en por qué la elección de ese punto, ¿Andrés Manuel no llena ni la plaza principal de Jesús María?, la ocasión anterior sí llenó la plaza principal de la capital aguascalentense, pero claro, el esfuerzo debió agotar a los partidos cómplices de Morena.Quiero creer por eso hago a un lado que veinte minutos después de la hora el candidato aún no llega, no importa, todos los aspirantes son iguales, se dan a desear; tampoco importa que de las dos mil sillas plegables dispuestas frente al templete, todavía no se ocupan ni un tercio, porque la gente va llegando, porque los curiosos y acarreados, los espontáneos y convocados, se arremolinan a las orillas del escenario y buscan sombra.Quiero creer, por eso dejo de escuchar al animador que desde la tarima va calentando el ambiente, exactamente igual que en otros mítines políticos, pide al aplauso a los hombres, luego a las mujeres, confronta, cuenta chistes, anima a la porra de los que vienen de Calvillo, de Pabellón, de San José de Gracia, ¿dónde están mis mujeres de Aguascalientes? y esas mujeres no se toman la molestia de contestarle porque les están repartiendo banderas, porque traen al niño en brazos, porque no quieren obedecer al líder que las quiere arrear hacia las sillas, sin considerar que el sol cae horizontal y quemante.Andrés Manuel es el único que está proponiendo un cambio verdadero, no tengan miedo, no se dejen engañar les demanda el animador tratando de hacer tiempo para que la impuntualidad del candidato no lo desespere, a ver mis mujeres, acérquense a las sillas, acá hay lugar, no se queden en la orilla, Andrés Manuel va a pasar por ahí, por ese pasillo, no se van a perder la oportunidad de tomarse una selfie con él, ya mero llega, me dicen que viene en camino y ustedes se van a poder tomar una selfie que será historia, porque es como si en su tiempo se hubieran podido tomar una selfie con Zapata, con el general Lázaro Cárdenas, con Madero… ¿de veras van a dejar pasar esta oportunidad histórica?Ya están todos los que quieren ver a Andrés Manuel, La Jornada Aguascalientes sube una fotografía a Facebook en que se ve que, a la hora de la cita, la mayoría de las sillas estaban vacías, de inmediato los comentarios: vendidos, chayoteros, y demás insultos, no importa que una hora después, ya con el lugar a reventar, se comience una transmisión en vivo y se muestre que ya son más de dos mil personas quienes esperan a López Obrador.Quiero creer, pero no quiero tomarme una selfie, quienes no van a dejar pasar la oportunidad de esa selfie son todos los candidatos de la coalición Juntos haremos historia, irreconciliables e impresentables están mezclado en el backstage, mirándose entre ellos, evitando el contacto visual con los asistentes al mitin, porque no vaya a ser que les pidan algo, porque no vaya a ser que les reclamen algo, de hecho, lo hacen, cuando al fin llega López Obrador, los candidatos y dirigentes de Morena, Encuentro Social y Partido del Trabajo suben a escenario y con su presencia tapan la visión de quienes se encuentran a los lados del templete: Háganse para atrás, paleros; No los venimos a ver a ustedes, rateros, les advierte el airado respetable.
Andrés Manuel es un rockstar que no necesita presentadores teloneros, no importa quien lo anteceda, si es Daniel Gutiérrez Castorena, candidato al Senado por Morena, o cualquier otro, los miles que están ahí quieren ver a López Obrador, a nadie más. Eso, quieren ver al candidato a la Presidencia, le festejan, comienzan los gritos de Es un honor, estar con Obrador, ¡Presidente, presidente! y nadie atiende a los oradores previos.No los venimos a ver a ustedes insisten desde los flancos del escenario y los candidatos obedecen de mala gana y se hacen hacia atrás para que podamos contemplar a Andrés Manuel, camisa a cuadros, pantalón azul, sombrero y un collar de flores artificiales que a quién sabe quién se le ocurrió sería buena idea.El candidato de Morena es el dueño del escenario y todos lo quieren ver, no importa si yo quiero creer, nado en medio de una multitud que se está enamorada de ese hombre, que no lo escucha, que no lo atiende, a la que no le importa que repita los mismos chistes de todos los actos de campaña, lo quieren ver. Frente a mí, un niño de unos ocho años se pone a llorar porque su padre no lo levanta y no alcanza a ver a López Obrador. Metros adelante, los reporteros intentan entrar al backstage, alcanzar la camioneta en la que seguramente se irá Andrés Manuel, son rechazados por el equipo de seguridad. Una mujer mayor comienza a agitarse, me siento mal, me siento mal, lo del staff cargan a la señora, la levantan en vilo para que cruce la valla y se pueda sentar más cerca del escenario, mágicamente se recupera. Unos estudiantes quieren salir del mitin y pelean cada metro a codazos, imprecados por quienes han aguantado más de una hora de sol a que llegue el candidato y les hable y lo puedan ver. Eso y más mientras Andrés Manuel habla, ¿qué dice?, sinceramente no importa, es el discurso de siempre, el del pueblo bueno contra los políticos malos, no hay una sola propuesta, no hay cómos, es la reiteración de lo que ha dicho en otras partes, comienza indicando que se encuentra bien de salud, sigue con que es el verdadero cambio, menciona que no vivirá en Los Pinos porque está embrujado y ahí espantan, por supuesto, descalifica a los del PRI y PAN diciendo que ellos son los verdaderos rateros, insiste en su oferta de paz, en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no ha hecho nada por el pueblo… y nosotros, todos, lo vemos. Quienes no le ponen ninguna atención ya son quienes están en el templete, ellos están en la chorcha, jalonean a David Monreal de un lado a otro, Dulce Arellano se toma la enésima selfie para subirla a Facebook, Luisito Salazar intercambia quién sabe qué chisme con Aldo Ruiz, en algún momento Ricardo Monreal se baja del escenario y comienza a planear el siguiente destino con el staff que trajo de Guanajuato a López Obrador… todos los de la coalición están distraídos, todos, excepto el candidato presidencial, él hace suyo el escenario, va de un lado a otro, simplifica, convoca a blanco y negro, sabe manejar su tiempo, cuando reconoce que ya no tiene toda la atención de la multitud les pregunta directamente, los llama a estar con él, y los amlovers responden a todo que sí, que sí,ese avión no lo tiene ni Trump; sí, el gobernador de Aguascalientes es corrupto; sí, Los Pinos serán parte de Chapultepec; sí a los becarios, no a los sicarios; sí a eliminar a la Reforma Educativa; sí a aumentar la pensión de los adultos mayores… Sí, Andrés Manuel, sí a todo. Incluso cuando presenta a Héctor Quiroz García, presidente local del Partido del Trabajo, y promete que va a regularizar los Centros de Desarrollo Infantil Sierra Fría, a nadie le importan las irregularidades millonarias de esos Cendis y las acusaciones contra el petista… Es un honor estar con Obrador, y Andrés Manuel lo sabe, por eso, antes de concluir el mitin, pide, demanda, que voten parejo, sabe que los miles que acudieron a verlo le tienen fe, por eso reclama que también le regalen su confianza a los candidatos al Congreso. Con eso termina López Obrador, luego sigue que cantemos el Himno Nacional.
Quiero creer, por eso fui a Jesús María, y me equivoqué, la fe es ciega y sorda, no tengo derecho a una selfie histórica.
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Published on June 02, 2018 01:46
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