¿Qué Haces Mientras…?

¿Qué quiere Dios que hagas mientras esperas por una respuesta a tu oración?

Salmos 37:7 dice, “Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe”. (NTV). Dios quiere que esperes pacientemente mientras él responde tus oraciones.

¿Te has dado cuenta de que podemos aguantar esperando o podemos refunfuñar mientras esperamos? Toleramos esperando en la fila en la oficina de tránsito o podemos protestar y quejarnos de lo pésimo e ineficaz que es el gobierno.

Pero Dios dice, “Quédate quieto”.

Como niñitos de dos años, tenemos rabietas espirituales mientras esperamos que Dios responda nuestras oraciones. Nos volvemos nerviosos e inquietos. Queremos saltar y hacer algo. Pero Dios dice, “Espera pacientemente Quédate quieto. Mírame actuar. No te inquietes. No te pongas nervioso, y no trates de tomar las cosas en tus manos”.

Y nunca cometas el error de Abraham en el Antiguo Testamento de tratar de ser la respuesta a tu propia oración. ¡Causará todo tipo de problemas! Un día, Dios prometió hacer de Abraham el padre de una gran nación. Solo había dos problemas: Abraham tenía 99 años y no tenía hijos. Abraham miró su propio cuerpo y dijo: “¡De ninguna manera, José!” Y miró a su esposa, que era infértil, y dijo: “¡Doblemente de ninguna manera! No va a suceder”.

Así que Abraham tomó el asunto en sus propias manos y tuvo un bebé con la criada de su esposa, Agar. Abraham dijo: “¡Aquí está mi respuesta a la oración! Tengo un hijo a los 99. Su nombre es Ismael”. Dios dijo: “No, no. Perdiste el punto. Esa no es mi respuesta a la oración. Esa es tu respuesta a la oración. Tendrás un niño que vendrá milagrosamente y Sarah va a ser la madre. Vas a llamarlo Isaac”. Isaac significa “risa”. Cuando le dijeron a Sara que iba a quedar embarazada, la Biblia dice que se río porque no le creyó a Dios.

Pero Dios tuvo la última risa. Isaac nació, y comenzó una intensa rivalidad entre él e Ismael que todavía estamos pagando hoy. La relación tensa entre judíos y árabes comenzó porque Abraham trató de responder a su propia petición de oración.

Cada vez que tratas de responder a tu propia oración, estás provocando problemas. En cambio, espera pacientemente y observa a Dios actuar.