Me sumo a la iniciativa El viaje de la Blog-T-ella y aporto un microrrelato para acompañar tan delicada ilustración en su peregrinar por el mundo de las letras.
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Stella
Cada noche llenaba el cielo de estrellas; estrellas que ella misma creaba mientras soñaba. Los humanos adoraban observarlas, a solas o en compañía; creían que siempre estaban ahí y podían verlas a causa de la ausencia de sol, pero lo que no sabían es que eran los sueños de Stella, un minúsculo ser que habitaba en una botella, viajaba por la inmensidad del océano y tenía ese preciado don: sus sueños se transformaban en pequeños puntos de luz que escapaban de su cuerpo, se colaban por el cuello de la botella y se esparcían por el universo. Gracias a ella, los humanos tenían estrellas que admirar por las noches.
Lídia Castro Navàs
Published on February 20, 2018 01:27