Recuerdo cuando me hablabas al oído. Era sorprendente cómo tu voz me estimulaba sin remedio. Tú, al otro lado, no podías verme y eras ajeno a tal reacción. Cuando te despedías me quedaba inquieta, anhelando nuestro próximo encuentro. Menos mal que tu programa de radio era diario, si llega a ser semanal hubiera desesperado.
(Por esas voces radiofónicas que estimulan y no se olvidan).
[image error]Foto: Pixabay
Entrada para participar en el Reto 5 líneas del blog de Adella Brac.
Lídia Castro Navàs
Published on February 10, 2018 12:11