Incluso si no le hubiera identificado por sus pasos, supe que se trataba de Scott en el momento en que abrió la puerta de mi habitación sin llamar previamente. Mamá y papá siempre daban unos golpecitos con los nudillos; mi hermano, no. Supongo que es por eso por lo que yo tampoco llamaba nunca a su puerta, sino que entraba directamente como si fuera la dueña y señora de sus dominios y su vida. O como me gustar...
Published on January 28, 2018 12:16