Humor

Anoche fui a una lectura organizada por dos escritoras jóvenes. Además de los poetas invitados hubo micrófono abierto para los asistentes. Como es mi costumbre leí uno de mis fragmentos favoritos de "Rosaura". Al principio el público no reaccionó ante mi lectura, pero empecé a reír (de nervios) y la gente comenzó a reírse conmigo y con la historia. Esto me pone a pensar en algo de lo que adolecen casi todos los escritores regios: la falta de humor en sus historias. La mayoría de las novelas que he leído son sombrías, de lectura pesada; hasta parece que los que las escribieron estaban enojados al momento de crearlas. Recuerdo haber visto una foto donde presentaban un libro y los tres escritores del presidio tenían cara de velorio, como si estuvieran ahí a la fuerza. Deberían aprender a Jorge Ibargüengoitia o a José Agustín, quienes demuestran que se pueden hacer historias memorables sin perder el sentido del humor. Incluso Xavier Velasco, a pesar de lo rollero que es, maneja muy bien la ironía. Daniel Sada también la manejaba muy bien. Ojalá haya menos solemnidad y más humor en esta ciudad.

Por último aquí va mi conteo tradicional de libros vendidos: 339 "Rosauras", 200 "Tres amigos" y 32 "Escoliosis" para un total de 571. Seguimos adelante a pesar de todo. Cuídense y hasta pronto.
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Published on December 28, 2017 09:03
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