
Me adentro en un cuarto de control del servicio Aduanas Interestelares maldiciendo mi suerte y los controles aleatorios. No llevo armas, pero deseaba hacer una entrada discreta en Lustia, y eso resultará imposible si descubren la marca. ¿Pueden ordenar que me despelote si no hay sospechas de actividad delictiva? No logro recordarlo. Un discreto carraspeo me devuelve al recinto de paredes plateadas. Un oficial de piel dorada me mira impaciente, tras la mesa donde descansan mis maletas. —Tome a...
Published on October 29, 2017 09:17