Testimonio: Papá tiene cáncer 

No recuerdo la última vez que había estado tan asustado. No importa qué tan informado crees que estás, nadie está preparado para una noticia cómo esta. Menos si acontece de una forma tan repentina, inesperada y contundente.


La semana pasada a papá le diagnosticaron cáncer de próstata con metástasis en los huesos. De un día para otro comenzó a perder movilidad en la parte baja del cuerpo. En unas horas la vida como la conocíamos y las certidumbres se transformaron radicalmente.


No contaré demasiados detalles para salvaguardar la privacidad de papá y de mi familia. Pero todos hemos pasado del llanto a la esperanza. Hemos acopiado fuerza. Nos hemos unido tratando de ubicar prioridades con el objetivo de ayudar a papá a pesar de todo. Hemos organizado recursos que con esta enfermedad no hay dinero que alcance. Ningún resultado está siendo radicalmente inmediato. La paciencia es primordial. Indispensable.


Hemos desfilado por especialistas (urólogos, neurocirujanos, gastroenterólogos, oncólogos). A prueba y error hemos estado aprendiendo a cuidar y a mover a papá. Hemos ido despojándonos de pudores. La confusión y el desamparo iniciales han ido dando paso al conocimiento y a la acción. A la mesura y al optimismo que reunimos de donde sea y como sea.


Mi papá había tenido malestares los últimos meses. Particularmente en los huesos. Quizá nadie lo tomó demasiado en serio y esto es una lección para cuidar nuestra salud. Se había estado revisando de todo tratando de buscar qué ocurría. De pronto se regresa a la próstata y ahí se prendió la alarma. Anómalamente dura. Siguieron estudios de urgencia encaminados a descartar o confirmar un cáncer. Entonces se desencadaron unos de los días más difíciles de nuestra vida.


Las imágenes revelaron tumores dispersos en el esqueleto. En la columna. De ahí la disminución de la movilidad. Verlo tan claro sepultaba cualquier deseo de que no se confirmara la noticia y ello nos condujo a un dolor indescriptible que ojalá nadie tuviera que pasar. Un susto tan descomunal que te sepulta pero del que tuvimos que salir, a arañazos, inmediatamente.


Mis hermanos y yo somos universitarios. Somos psicólogo, investigador biomédico, periodista. Sin embargo, ningún conocimiento basta, consuela o alcanza cuando se descubre que tu papá tiene cáncer. Ese andar entre doctores, agobiante, ha servido para clarificar la información. Y cuando uno empieza a conocer al contrincante se tranquiliza. Urde tácticas para enfrentarlo. 


Este sendero apenas comienza y no sabemos cómo será, pero hombro a hombro papá y la familia lo estamos emprendiendo. Vienen citas con más oncólogos. Visitas a hospitales. Ya toma su terapia hormonal, primer paso indispensable para combatir el cáncer. Después los tratamientos que vayan indicando los oncólogos. Posiblemente radioterapia. 


Ya no evitamos la palabra cáncer. La pronunciamos y ha comenzado a dejar de asustarnos tanto. Yo me fui a hacer mi primer antígeno prostático y así será de ahora en adelante que un urólogo comentó que el cáncer de próstata tiene un factor hereditario. 


Dudé en escribir sobre esto. Hay familias que optan por llevarlo en secreto. Nosotros hemos optado por la prudencia pero también con la apertura necesaria para que papá se sintiera cobijado y porque hablar de ello te ayuda a aceptarlo. A procesarlo.


Quería hacer un texto más emotivo pero salió así. Creo que en sintonía con mi estado actual. Más racional y centrado. Ya fui atropellado por la noticia, por tanta información que hubo que discernir, clasificar y descartar, por tantas decisiones críticas que se han tenido que tomar. Por la tristeza.


Ahora he hallado cierta calma. La incertidumbre menguó y el miedo ha cedido. Quizá por eso mis palabras surgieron así. Llanas. Neutras. No pensaba escribirlas pero de pronto pensé que de algo podrán servir. Compartir la experiencia. Para ordenar mi cabeza aunque sea. Para no dar nada por sentado. Para reconocer la fortaleza de mi familia. De papá y sus 58 años. No puedo siquiera imaginar cómo se asume con tanta entereza lo que está sucediéndole. Lo admiro y lo amo inconmensurablemente. Y a mi familia también. 


 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on July 02, 2017 06:50
No comments have been added yet.


Omar G. Villegas's Blog

Omar G. Villegas
Omar G. Villegas isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
Follow Omar G. Villegas's blog with rss.