Caos e irregularidad en torno a la PGR en la Doctores
La sede de la Procuraduría General de la República en la colonia Doctores está rodeada de caos e irregularidad. Particularmente en el concurrido cruce de Dr. Velasco y Dr. Lucio, donde reina el desorden y los “viene viene” que apartan lugares y lucran con el reducido espacio público destinado a los peatones y a la circulación. Las cuatro esquinas de ese cruce suelen ser cooptadas por “viene viene”‘ como don Carlos, anciano de mirada amenazadora y de piernas zambas, o jóvenes desafiantes de risas estridentes y que usan gorras y playeras sin mangas en días de calor, para acomodar los coches de trabajadores de la Procuraduría. La calle es completamente suya en horario de oficina. Algo así como de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Invaden espacio de tránsito y bloquean los cruces peatonales. Más tarde, ya entrada la noche, el sitio es para los clientes de la cantina que está en ese cruce frente al famoso merendero Biarritz. La calle Dr. Lucio es de ambos sentidos, sin embargo a la altura de la Procuraduría, debido a los coches estacionados (amontonados) en la calle y los autos en doble fila, solo hay cupo para uno con soltura y por ahí pasan vehículos grandes como camiones de basura, microbuses y autobuses, lo que incrementa el riesgo de accidentes. Los automovilistas suelen pasarse los semáforos y los peatones tenemos que sortear autos o esperar a que alguno nos dé el paso aun cuando nosotros tengamos el semáforo en verde. Aunque los peatones o ciclistas igual hacen poco caso a las normas y señales de tránsito. Pese a encontrarse ahí la Procuraduría no hay autoridad alguna que ponga orden en ese sitio. Si un auto se estaciona en las inmediaciones de la Procuraduría corre el riesgo de que sea rayado o se le ponchen las llantas. Los polis de la Procu que rondan día y noche afuera del edificio se limitan a echar ojo a su celular presas del tedio, aunque a veces dan una mano en el barrio. Como cuando asaltan al OXXO de Dr. Velasco y Dr. Carmona y Valle que, dicen, vive asolado por los delincuentes. Es el OXXO más triste que conozco. Invadido de una atmósfera de contingencia, de desgano, de descuido. Sucio. Cerrado en varios lapsos del día. Desabastecido. Una estampa del México desordenado de la esquina.


Omar G. Villegas's Blog
