Libros y networking: Los libros hablan de ti y por ti
Imagínate la escena. Llegas sola al almuerzo. Te has apuntado para hacer networking: estás decidida a ampliar tu red de contactos. Miras a tu alrededor y se te encoge el estómago: no conoces a nadie. De acuerdo, el objetivo era precisamente conocer gente nueva pero… ¿Cómo puedes romper el hielo? ¿De qué hablarás con la desconocida junto a la cual te han sentado?
Puedes hablar de libros.
Los libros son un recurso social potentísimo. Comentar las lecturas propias –y preguntar al interlocutor por las suyas- es una práctica habitual con la que iniciamos o mantenemos encendida una conversación. Es una forma de posicionar al interlocutor y posicionarnos. Del mismo modo que los contactos compartidos, su comportamiento, el modo cómo se expresa, ubica a una persona en nuestro imaginario, los libros nos marcan unas coordenadas que dan pie a que interactuemos con mayor o menor confianza.
Los libros nos presentan a las personas. Nos formamos una idea del otro cuando le preguntamos por sus lecturas –o directamente vemos qué está leyendo. Experimentamos empatía gracias a un título compartido, sorpresa por una opinión distinta, alegría cuando el otro nos comenta que a él también le impactó el final.
Un libro permite que dos desconocidos entablen conversación. El proceso que empleamos espontáneamente se parece a éste:
Tu interlocutor, ¿se interesa por los libros? ¿Te sigue si sacas el tema?
¿Qué lee? ¿Te habla del título indie de moda, de último bestseller o de un ensayo peculiar?
¿Cómo lee? ¿Dónde?
¿Cómo te habla de lo leído? ¿Con entusiasmo? ¿Con melancolía?
Y la pregunta del millón: ¿Compartís afinidades lectoras? Si la respuesta es afirmativa, los libros serán la base sobre la que podremos construir nuestra aproximación.
Los libros nos informan, nos distraen, nos retan, nos entretienen. Y además, por si lo anterior fuera poco (que no lo es) nos presentan a otras personas. Un libro habla de ti y por ti.
Este post está dedicado a las lectoras que inauguraron el club de lectura Vive 50. Con él viaja mi agradecimiento: sus aportaciones me resultan muy inspiradoras.
La ilustración es de Nishant Choksi.


