Me he dado cuenta de que en el ámbito literario abundan los egos y vanidades de los autores, quienes siempre están ansiosos de ser vistos, alabados por sus lectores y ser ajonjolí de todos los moles. No es que escriba esto porque tenga envidia de que todos los escritores sean más famosos y leídos que yo (¡nah, en realidad sí, soy bien pinche envidioso), pero creo que la labor principal del escritor es, valga la redundancia, seguir creando y escribiendo. Creo que he olvidado mi misión personal, la cual es escribir para sanar mi alma podrida y divertirme en el proceso. No debo preocuparme porque no sea muy leído como otros autores más mediáticos, sino por pulir mi estilo y ser mejor cada día. Lo demás viene por añadidura. De cualquier manera, el viaje es la recompensa.
Published on November 12, 2016 09:30