A finales de agosto recibí un correo electrónico de una (supuesta) editorial, que me hizo sospechar que tras el mismo se escondía alguien interesado en apropiarse de obras ajenas para su propio beneficio.Como lo único que había demostrado esa persona era una torpeza increíble y un total desconocimiento de cómo funciona el mundo editorial, me lo tomé a broma e incluso hice algunos
tweets chistosos al respecto. Y precisamente aquellos
tweets permitieron que otros escritores se pusieran en conta...
Published on October 27, 2016 00:00