02/ 03: MACANUDO Vol.8


Esos dias en los que me creo el Más Guacho Pija por postear textos nuevos en este blog todos los fuckin´días desde hace 14 meses, miro el sector de mi biblioteca donde tengo los libros de tiras diarias y enseguida bajo 136576 cambios. Man, Liniers en Macanudo lleva más de ocho años mandando tiras TODOS LOS PUTOS DIAS! ¿Sabés lo que debe ser eso? Al principio, una fiesta. Después, rutina. Y en un punto, un calvario. Está bien, Liniers se toma vacaciones, licencia por paternidad, etc. Y no dibuja cuando se va de viaje, sino que deja material adelantado. Pero… son más de ocho años, si no cumplió ya los nueve! Son más de 3000 días! ¿Cómo te queda el bocho después de imaginar y dibujar una tira durante 3000 días? Y además, ¿cuánto te cambia la vida en 3000 días? ¿Cuánto de lo que te copa hoy te va a copar dentro de 3000 días? La verdad es que dibujar una tira diaria es un sacerdocio heavy metal y aún los que las dibujan así nomás, con ideas chotas o afanadas y dibujos mediocres, se merecen algún tipo de reconocimiento, aunque más no sea por la constancia.
Liniers, además, se merece pasar a la historia, porque Macanudo es una cátedra de generosidad. Acá ves todos los dias a un tipo que AMA dibujar y que pela siempre y nunca se guarda nada. Las tiras te pueden causar gracia o no, los personajes te pueden interesar o no, pero no se puede discutir lo obvio: Liniers es un dibujante de un talento indescriptible, un tipo cuya comprensión del oficio excede por completo el medio en el que publica, los géneros en los que incursiona y los mercados en los que se comercializa su trabajo. No hay muchos dibujantes del nivel de Liniers, en general, en el mundo. Y mucho menos tipos de ese nivel que se banquen dibujar una tira todos los días. El sólo hecho de jugar con las viñetas, los marcos que dividen a unas de otras, sus formas y tamaños, ya lo pone a años luz del que va segundo. Un juego casi inevitable, porque cuando dibujás tan bien, los márgenes de las viñetas, el propio formato de la tira, te quedan chicos, no alcanzan para contener la fuerza de tu dibujo. Pero además Liniers juega con la secuencia y hasta con la no-secuencia, maneja una gama de personajes amplísima (que le permite saltar por géneros y estéticas distintas, una demostración de inteligencia, pero además de respeto por la inteligencia del lector), se mueve cómodo por distintos tipos de humor, e incluso abre una puerta por la que después se colaron varios: la del no-humor.
Muchas de las tiras de Macanudo (sobre todo en los últimos años) no pretenden ser cómicas. A veces son irónicas, a veces reflexivas, a veces tiernas, a veces intencionalmente incomprensibles, a veces bizarras, a veces pelotudas y –cada tanto- MUY graciosas. Liniers busca todo el tiempo nuevas cosas para hacer en la tira, nuevos universos por explorar, nuevos rumbos. Se resiste (vaya a saber por qué) a cohesionar su universo: cada personaje está en la suya y no se tocan ni se visitan, como sí sucede en otras tiras de protagonismo coral, como la de Rep, o Lucha Peluche. Y siempre, pero siempre, las ideas que encuentra Liniers terminan eclipsadas por la verdadera estrella de la tira, por el ancho de espadas, que es el dibujo.
Este recopilatorio incluye (creo que por primera vez) las tiras que se publicaron en una de las vacaciones de Liniers, los Macanudos Apócrifos, en los que otros autores prestan su talento para dibujar una tira cada uno hasta que vuelva el ídolo. Acá hay 17 invitados y quiero destacar a tres que son los que más me gustaron: Alberto Montt, Fernando Calvi y sobre todo El Bruno, que pela una de las cuatro o cinco mejores tiras del libro.
Y bueno, obviamente cuanto más leo Macanudo más quiero ver a Liniers mandarse una novela gráfica de la hiper-concha de Dios, que le parta el cráneo a los salames que no lo valoran, o que lo catalogan como un nene cheto que se hace el artista sensible para levantarse minitas de escuela secundaria. Probablemente eso no pase nunca, porque lo que sostiene al fenómeno Liniers (término que abarca las muestras, los shows con Kevin Johansen, las ilustraciones, los cortos animados y hasta la propia editorial que publica este libro) es Macanudo. Y Liniers lo sabe, no come vidrio. Así que nada, a seguir soñando con esa novela gráfica en la que este virtuoso del dibujo y de la vida pueda demostrar definitivamente que es uno de los historietistas más grossos que habitan hoy nuestro planeta.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on March 02, 2011 14:53
No comments have been added yet.


Andrés Accorsi's Blog

Andrés Accorsi
Andrés Accorsi isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
Follow Andrés Accorsi's blog with rss.