Stephen W. Hiemstra's Blog, page 277
November 19, 2014
Da Nos la Pan Cotidiana
“Danos hoy el pan nuestro de cada día.” (Matt 6:11 NBH)
Por Stephen W. Hiemstra
¿Por qué pida a Dios por el pan y no la torta?
Cuando Satanás tentó Jesús en el desierto a convertir un piedra en pan, Jesús le respondió: “`Escrito está:`NO SOLO DE PAN VIVIRA EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS.’” (Matt 4:4 NBH) Jesús era citando Deuteronomio 8:3 de una historia de la provisión cotidiana de Dios de el maná, durante el cuarenta-año camino de la nación de Israelí, que dice
“`El te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que tú no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.” (Deut 8:3 NBH)
Es humillante para recibir sólo lo que necesita. ¿Cuántos de nosotros sólo pidan para lo esencial de la vida?
El Apóstol Pablo hizo. El escribió:
No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir en pobreza (vivir humildemente), y sé vivir en prosperidad. En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Phi 4:11-13 NBH)
De pidiendo sólo por el pan cotidiana, esta oración humilde de Jesús es muy irónico. ¿Por qué? La presencia de Dios es casi siempre asociado con super-abundancia—un momento de la torta. En el Evangélico de Juan, por ejemplo, el primero milagro es a convertir la agua a vino—más que un centenar de litros de vino de la mejor calidad que se esperaba (John 2:6-10). Más tarde, Jesús alimenta a cinco mil personas con sólo un par de barras de pan (John 6:5-14). Dios no es tacaños. Su marca comercial es abrumador generosidad.
Si se ora por el pan cotidiana y observe una respuesta abrumadora, si la presencia de Dios se revele. Si se ora por la torta y recibe la misma resulte, la presencia de Dios es oculto en Su generosidad.
Cuando el pueblo de Israel tenia hambre y estaba sola en el desierto, Dios provenía para ellos cotidiana con mana. La presencia de Dios y provisión eran tan significativo a ellos que Moisés dijo a Airón a poner una vasija de mana en la Arca del Testimonio (Exod 16:32). Por lo contrario, más tarde cuando se encontraban en la parte delantera de la Tierra Prometida (un torta momento), la presencia de Dios era oculto de ellos y volvimos al desierto para otro cuarenta años (Num 13).
La petición para pan de Jesús sugiere aun más la ironía. Jesús nació en Belén (Bethlehem). En Hebreo, Beth-lehem significa: casa del pan. Porque la palabra en Hebreo, lehem, pueda también significar alimentos, Jesús podría también haber significar para nosotros a pedirle a Dios para proveer los alimentos para cada día.

November 17, 2014
God’s Will Be Done

Art by Stephen W. Hiemstra
“Your kingdom come, your will be done, on earth as it is in heaven.” (Matt 6:10)
By Stephen W. Hiemstra
Who is in charge of your life?
If God is in charge of your life, then you want to participate in the advancement of God’s kingdom and to do his will. Jesus treats them as the same thing. Remember, Hebrew poetry does not rhyme; it doubles. The second phrase repeats the first, but in different words. The more subtle the doubling; the more beautiful the poetry.
To see this doubling, ask yourself a question: how do you know that you have entered a kingdom? A kingdom exists where the king’s edicts are obeyed. Jesus prays: “Your kingdom come, your will be done.” (Matt 6:10)
The third phase in the prayer reinforces the first two. Where does Jesus pray that God’s kingdom will be? Let it be a kingdom on earth as in heaven. Where does Jesus pray that God’s will be done? Let it be done on earth as in heaven. We aspire that earth be like heaven.
James, the brother of Jesus, echoes this distinction in his contrast between faith and action. He writes simply: “faith apart from works is dead” (Jas 2:26). Our faith may model heaven, but on earth our actions must reflect it.
Did you notice the subtle reminder of God’s creative power in Jesus’ prayer? Hint: “In the beginning, God created the heavens and the earth.” (Gen 1:1) Earth is modeled after heaven in the creation order. It still would be but for the corruption of sin. In praying the Lord’s Prayer, we are petitioning God to restore creation and are, in effect, participating in its re-creation.
A Hebrew doublet sometimes takes the form of a negative contrast. In Psalm 1, for example, we read: “for the LORD knows the way of the righteous [will prosper], but the way of the wicked will perish [not prosper].” (Ps 1:6) One is a blessing of the law followed; the other is a curse of the law broken. The logic of the pattern invites us to fill in any missing pieces.
In Jesus’ prayer, two negative contrasts are implicit. It is your kingdom come; not my kingdom come. It is your will be done; not my will be done. Submission implies choosing God over self.

La Voluntad de Dios Sea Hecho

Art by Stephen W. Hiemstra
“Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, Así en la tierra como en el cielo.” (Matt 6:10 NBH)
Por Stephen W. Hiemstra
¿Quien es a cargo de tu vida?
Si Dios está en control de tu vida, entonces quiere participar en la avanza del reino de Dios y a hacer Su voluntad. Jesús les trata como la misma cosa. Recuerde, la poesía hebrea no rima; se duplica. La frase segunda repite la primera frase, pero en palabras diferente. La más sutil la duplicación; la más hermosa la poesía.
Para ver esta duplicación, hágase una pregunta: ¿como lo sabes que has entrada un reino? Un reino empieza donde se obedecen los edictos del rey . Jesús pidió: “Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad” (Matt 6:10).
La frase tercera en la oración refuerza la dos primera. ¿Dónde orar Jesús que el reino será? Que sea un reino en la tierra como en el cielo. ¿Dónde orar Jesús que la voluntad de Dios se hará? Que se haga en la tierra como en el cielo. Aspiramos a que la tierra sea como el cielo.
Santiago, el hermano de Jesús, hace eco de esta distinción en la contrasta entre la fe y la acción. Escribe simplemente: “la fe sin las obras está muerta” (James 2:26 NBH). Nuestra fe puede modelar el cielo, sino en la tierra de nuestra acciones deben lo reflectar.
¿Nota el recordatorio sutil de la poder creativa de Dios en la oración de Jesús? Pista: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra.” (Gen 1:1 NBH) La tierra está modelar después el cielo en la ordena creativa. Estaría todavía sino por la corrupción de los pecados. En orando el Padre Nuestra, Peticionamos a Dios a restaurar la creación y, en efecto, participáramos en su re-creación.
Un doblete hebreo a veces toma la forma de un contraste negativa. En Salmo 1, por ejemplo, leemos: “Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos [sera prosperar], Pero el camino de los impíos perecerá [no sera prosperar].” (Psa 1:6 NBH) Una frase es una bendición de la ley siguió; la otra frase es una maldición de la ley quebrantada. La lógica del patrón nos invita a rellenar los piezas que faltan.
En la oración de Jesús, dos contrastes negativa se implícita. Viene tu reino; no viene mio. Se haga tu voluntad; no hará mía. La sumisión a dios implica la elección de Dios sobre sí mismo.

November 16, 2014
Prayer Day 3: A Christian’s Guide to Spirituality By Stephen W. Hiemstra

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Almighty Father, beloved son, ever-present Spirit. We praise you for creating us in your image, for walking with us even as we sin, and for patiently restoring us into your favor. Strengthen our sense of your identity. In the power of your Holy Spirit, unstop our ears; uncover our eyes; soften our hearts; illumine our minds. Shape us more and more in your image that we also might grow. In Jesus’ precious name, Amen.
Padre Todopoderoso, amado Hijo, siempre presente Espíritu. Te alabamos por crea nos en tu imagen, por caminar con nosotros incluso cuando nos pecamos, y por restaurar nos patentemente en tu favor. Fortalece nos en tu identidad. En el poder de tu Espíritu Santo, destapa nuestro oídos; descubre nuestros ojos; suaviza nuestras corazones; ilumina nuestros mentes. Forma nos mas y mas en tu imagen que podemos también crecer. En el nombre de Jesús, Amen.

November 14, 2014
On Earth as in Heaven
“Your kingdom come, your will be done, on earth as it is in heaven.” (Matt 6:10)
By Stephen W. Hiemstra
The next two phrases in Jesus’ prayer—“Your kingdom come, your will be done, on earth as it is in heaven”—are one sentence in the Greek text. These phases repeat the same thought in different ways. Together they express, in a highly emphatic way, the idea that we want God’s desires to prevail in our lives, not ours. With this prayer, the disciple radically commits heart and mind to the attainment of God’s holy kingdom on earth.
The synoptic Gospels begin citing John the Baptist’s famous phrase: “Repent, for the kingdom of heaven is at hand.” (Matt 3:2) In the gospel of Matthew, John the Baptist introduces the phrase, kingdom of heaven, while Jesus introduces the phrase, kingdom of God, in the gospels of Mark and Luke. Thus, while the Baptist focused on judgment, Jesus’ stressed salvation (Matt 3:10; Matt 4:23).
Where does this kingdom language come from? [1]
This kingdom language hints at a restoration of the Garden of Eden. In Eden we see a picture of a world uncorrupted by sin. Adam and Eve rest with God and have access to the Tree of Life. Before the fall, there is no death, no strife, and no corruption. After the fall, there is death, strife, and sin. The kingdom of heaven restores the uncorrupted world of Eden.
One clue of this creation theme echoing Eden is the appearance of strange animal behaviors and spiritual beings. In Isaiah, for example, we read:
The wolf shall dwell with the lamb, and the leopard shall lie down with the young goat, and the calf and the lion and the fattened calf together; and a little child shall lead them. (Isa 11:6)
In Jesus’ birth and resurrection accounts, angels appear (e.g. Luke 2:10, Luke 24:4). Not surprisingly, the tree of life returns in the Apostle John’s vision of heaven (Rev 22:2).
What are we to conclude? The restoration of Eden in God’s new kingdom presents an image of hope. The resurrection of Christ has inaugurated a new kingdom that has not yet been fully realized. In praying for this new kingdom to arrive, we look beyond the present death, strife, and sin to hope for the joy that is to come.
[1] Strassen and Gushee (2003, 22–23, 35) draw a parallel between the beatitudes in Matt 5:3-10 and Isa 61:1-11. Their focus on Isaiah is attractive because Jesus himself cites Isa 61:1 already in his “call sermon” in Nazareth (Luke 4:18-19).
REFERENCES
Stasssen, Glen H. and David P. Gushee. 2003. Kingdom Ethics: Following Jesus in Contemporary Context. Downers Grove, IL: IVP Academic.


En la Tierra Como en el Cielo
“Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, Así en la tierra como en el cielo.” (Matt 6:10 NBH)
Por Stephen W. Hiemstra
Las próximas dos frases en la oración de Jesús—”Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, Así en la tierra como en el cielo”—son una frase en el texto griego. Estas frases repiten el mismo pensamiento de maneras diferentes. Juntos, se expresan de una manera enfático la idea que deseamos la voluntad de Dios a prevalecer en nuestras vidas, no la nuestra. Con esta oración, el discípulo radicalmente comete la corazón y la mente a la logro del reino santo de Dios en la tierra.
Los evangélicos sinópticos empiezan citando la frase famoso de Juan el Bautista: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Matt 3:2 NBH) En el evangélico de Mateo, Juan el Bautista introduce la frase, el reino de los cielos, mientras Jesús introduce la frase, el reino de Dios, en los evangélicos de Marco y Lucas. Por lo tanto, mientras el Bautista centra por juicio, Jesús hizo hincapié en salvación (Matt 3:10; Matt 4:23).
¿De donde viene este termino de reino? [1]
Este termino de reino sugiere la restauración de la Jardín de Edén. En Edén vemos un pintura de un mundo sin pecados. Adán y Eva resta con Dios y tienen acceso del Árbol de la Vida. Antes la Caída, no era la muerte, no la lucha, y no la corrupción. Después la Caída, hubo muerte, lucha, y pecados. El reino de los cielos restaura el incorrupto mundo de Edén.
Una pista de esta tema de creación que refleja Edén es la aparición de comportamientos animales extraños y seres espirituales. En Isaías, por ejemplo, leemos:
El lobo morará con el cordero, Y el leopardo se echará con el cabrito. El becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos, Y un niño los conducirá. (Isa 11:6 NBH)
En nacimiento y resurrección cuentas de Jesús, los ángeles aparecen (e.g. Luke 2:10, Luke 24:4). No es sorprendente, el árbol de la vida vuelve en el visión de el Apóstol Juan del cielo (Rev 22:2).
¿Que concluimos de todo esto? La restauración de Edén en el reino nuevo de Dios presenta una imagen de esperanza. La resurrección de Cristo ha inaugurado un reino nuevo que no es aún realizado completamente. En orando para este reino nuevo a llegar, miramos más allá el presente muerte, lucha, y pecados a esperar para el gozo que está por venir.
[1] Strassen y Gushee (2003, 22-23, 35) establecer un paralelismo entre las bienaventuranzas en Mateo 5: 3-10 y Isaías 61: 1-11. Su enfoque en Isaías es atractivo porque el propio Jesús cita Isaías 61: 1 ya en su “sermón llamada” en Nazaret (Luke 4, 18-19).
REFERENCIA
Stasssen, Glen H. and David P. Gushee. 2003. Kingdom Ethics: Following Jesus in Contemporary Context. Downers Grove, IL: IVP Academic.

November 12, 2014
The Communion of Saints

Art by Stephen W. Hiemstra
By Stephen W. Hiemstra
The phrase, communion of the saints, connotes two things: unity and holiness. A communion is a fellowship and, in the Christian context, implies a table fellowship—the Lord’s Supper. In Greek, saint and holy one are the same word. Unity in holiness is rare these days.
The Garden of Eden was initially a picture of peace and unity. Adam, Eve, and God were all at peace with one another (Gen 2). Satan broke this unity with temptation that led to sin (Gen 3). After leaving Eden, the death of Abel at the hands of his brother, Cain, amplified the family disunity. Disunity was further magnified in the line of Cain which led to Lamech, who introduced polygamy, further murder, and revenge killing. In a nutshell, sin broke our relationship with God, with one another, with our communities, and with nature itself.
To combat this disunity, Adam and Eve had a third son, Seth, who replaced Abel as the righteous son of Adam (Gen 4). Seth was “fathered” in his image of his father, Adam, much like Adam was created in God’s image (Gen 5:1-3). The righteous line of Seth maintained a special relationship with God and became a living witness to the world. Being this living witness was the mission of Abraham (Gen 12:2), the nation of Israel (Isa 2:1-5), and, after Pentecost, the mission of the New Covenant community of Jesus that became the church (Acts 1:8).
Jesus taught unity. He said: “By this all people will know that you are my disciples, if you have love for one another.” (John 13:35) He encouraged the disciples to minister in pairs (Luke 10:1). Shared ministry was not only a lesson in evangelism; it was a lesson in unity. It is no surprise then to hear how Jesus remarked at the report of the seventy-two disciples: “I saw Satan fall like lightning from heaven.” (Luke 10:18)
C.S. Lewis (1973, 10–11) gives a visual image of disunity when he pictures hell as a place where people move further and further apart. At its best, the church is a place where people move closer and closer together. In the tradition of Seth, the church stands being created in the image of God through the Holy Spirit at Pentecost. The church’s sense of community, post Pentecost, is the metaphorical return to Eden (Acts 2:42-45).
The Apostle Paul painted an image of unity when he likened the church to the body with many parts. He observed: “if the ear should say, ‘Because I am not an eye, I do not belong to the body,’ that would not make it any less a part of the body.” (1 Cor 12:16) We are all special and yet differ in the spirit gifts that we bring to the church through the Holy Spirit. This is why we celebrate the gifts of others. For our unity is in Christ and Christ’s mission, not in our idiosyncrasies and differences. Still, the need for reconciliation is evidence that our differences are real and ongoing.
REFERENCES
Lewis, C. S. 1973. The Great Divorce: A Dream (Orig Pub 1946). New York: HarperOne.

La Comunión de los Santos

Art by Stephen W. Hiemstra
Por Stephen W. Hiemstra
La frase, la comunión de los santos, connote dos cosas: unidad y santidad. Un comunión es un amistad (o asociación o compañerismo) y, en el contexto Cristiano, implica amistad de tableos—la Cena del Señor. En griego, santo y una santa persona son la misma palabra como en Español. Unidad en santidad es raro en estos días.
La jardín de Edén era inicialmente un foto de paz y unidad. Adán, Eva, y Dios compartían paz con junto (Gen 2). Satanás rompió esa unidad con tentación que llevo a pecar (Gen 3). Después de salir de Edén, la muerte de Abel a manos de su hermano, Cain, amplificó la desunión de la familia. La desunión era magnificado aún más en la línea de Cain que llevó a Lamec, quien introdujo poligamia, además de asesinato, y asesinato por venganza. En pocas palabras, los pecados rompieron nuestra relación con Dios, con los otros, con nuestros pueblos, y con la naturaleza por si misma.
Para combatir esta desunión, Adán y Eva tuvieron un tercero hijo, Set, quien reemplazo Abel como el hijo justo de Adán (Gen 4). Set fue “engendrado” en la imagen de su padre, Adán, al igual que Adán era creado en la imagen de Dios (Gen 5:1-3). La linea recta de Set mantenían una relación especial con Dios y sera se convirtió en un testimonio vivo al mundo. Siendo este testimonio vivo era la misión de Abraham (Gen 12:2), la nación de Israel (Isa 2:1-5), y, después de Pentecostés, la misión de la comunidad del Nuevo Pacto de Jesús que se convirtió en la iglesia (Acts 1:8).
Jesús enseñó la unidad. Dijo: “`En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros.” (John 13:35 NBH) Él alentó los discípulos para ministrar en pares (Luke 10:1). Ministerio compartido no era sólo una lección de la evangelización; fue una lección en la unidad. Él comentario de Jesús después el informe de los setenta y dos discípulos no viene como sorpresa a oír: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.” (Luke 10:18 NBH)
C.S. Lewis (1973, 10–11) da una imagen visual de la desunión cuando pinta el infierno como un lugar donde la gente se mueve más y más separados. De su mejor, la iglesia está un lugar donde la gente moviera más y más cerca juntas. En la tradición de Set, la iglesia está ser creado en la imagen de Dios a través del espíritu Santo de Pentecostés. El sentido de la comunidad de la iglesia, pos Pentecostés, es el retorno metafórica a Edén (Acts 2:42-45)
El Apóstol Pablo pinto una imagen de la unidad cuando comparaba la iglesia a un cuerpo con muchas partes. Observó: “si el oído dijera:“Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo,” no por eso deja de ser parte del cuerpo.” (1 Cor 12:16 NBH) Todos somos especial y también diferente en los dones espiritual que traemos a la iglesia a través del Espíritu Santo. Por esta razón celebramos los dones de los demás. Por nuestra unidad es en Cristo y la misión de Cristo, no en nuestras idiosincrásicos y diferencias. Aún así, la necesidad de reconciliación está en evidencia que nuestras diferencias son real y en curso.
REFERENCIAS
Lewis, C. S. 1973. The Great Divorce: A Dream (Orig Pub 1946). New York: HarperOne.

November 10, 2014
Our Heavenly Father

Photo by Stephen W. Hiemstra
And when you pray, do not heap up empty phrases as the Gentiles do, for they think that they will be heard for their many words. Do not be like them, for your Father knows what you need before you ask him. Pray then like this: Our Father in heaven . . . (Matt 6:7-9)
By Stephen W. Hiemstra
The first phrase in the Lord’s Prayer is: “Our Father”.
We come before God as a community under a sovereign God. Addressing God as father focuses primarily on God’s sovereignty, not God’s gender [1]. God is a benevolent sovereign who desires relational intimacy with his children. He is not a buddy god or a needy god that can be manipulated. Rather, we depend on God for everyday bread—not the other way around.
For human fathers who are not good role models, scripture reminds us that God is a father to the fatherless (Ps 68:5). Scripture is not just “turning a phrase” here. One consequence of slavery in Egypt and later in Babylon was illegitimacy, which kept many Jewish children from ever meeting their fathers. The word, orphan, is used in over fifty verses in scripture—eleven times in the book of Deuteronomy alone. Jesus himself assures us: “I will not leave you as orphans; I will come to you.” (John 14:18) Our Heavenly Father’s love for us, His children, inspires our human fathers, not the other way around.
Christian spirituality has a communal character—it is not my spirituality; it is our spirituality. In baptism, for example, we are presented to God and to the church. In communion, we remember our baptism and celebrate our covenantal relationship with God and with one another. We can enjoy solitude with God while recognizing the vital role our community of faith has in shaping our relationship with God. In turn, we know God better as we love one another.
The communal aspect of God’s intimacy implies that our spirituality is not focused just on warm, fuzzy feelings. Ours is not a consumer spirituality. Great panoramas, great music, great poetry, great architecture, and great intellectual achievements all point to God, but our spirituality is inherently relational. We are most likely to see God’s face in the faces of those around us.
Jesus’ stories and parables drive this point home:
So if you are offering your gift at the altar and there remember that your brother has something against you, leave your gift there before the altar and go. First be reconciled to your brother, and then come and offer your gift. (Matt 5:23-24)
Our spiritual identity is in a sovereign God and in right relationships with His people. The two are inexplicably bound together.
The doctrine of the Trinity reinforces this point. Every conversation is three-way. It is always you, me, and God. God is above us, between us, and within us. In God’s transcendence, God is all powerful and in control. In the incarnation of Jesus Christ, God shares our pain and provides us a role model. In the Holy Spirit’s presence, God comforts and guides us. We are in relationship with God in three persons. Our identity is defined uniquely and independently in relation to each of these three persons of the Trinity (Miner 2007, 112).
But why is the Lord’s Prayer addressed to heaven? The obvious answer is that heaven is God’s home address. Another obvious answer is that heaven clarifies which father we are talking about!
Notice that almost all the petitions in the Lord’s Prayer center on God, not us. Do we listen for God’s voice? Are we approaching our sovereign God in appropriate humility?
[1] The image of God as our father makes a statement about His character. God is spirit; being neither male or female.
REFERENCES
Miner, Maureen. 2007. “Back to the basics in attachment to God: Revisiting theory in light of theology.” Journal of Psychology and Theology, 35(2), 112–22.


Nuestro Padre Celestial

Photo by Stephen W. Hiemstra
“`Y al orar, no usen ustedes repeticiones sin sentido, como los Gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería.“Por tanto, no se hagan semejantes a ellos; porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes que ustedes lo pidan.“Ustedes, pues, oren de esta manera:`Padre nuestro que estás en los cielos, . . .” (Matt 6:7-9 NBH)
Por Stephen W. Hiemstra
La primera frase de el Padre Nuestro es obviamente: “Padre Nuestro”.
Venimos antes Dios como un comunidad bajo un Dios soberano. Llamando Dios como padre centra principalmente en su soberanía,ni su género, de Dios [1]. Dios es un soberano benévolo quien desea intimidad en la relación con sus hijos y hijas. No es un compañero dios ni un dependiente dios quien puede ser manipulado. Por lo contrario, dependemos de Dios para el pan cotidiano—no al revés.
Para padres humano quien no son buen modelos a seguir, escritura nos recuerda que Dios es un padre de los sin padres (Ps 68:5 NBH). La escritura no es sólo “dando vuelta una frase” aquí. Una consecuencia de esclavitud en Egipto y más tarde en Babilonia era ilegitimidad, cual impidió muchas hijos Judío de encontrando sus padres para siempre. La palabra, huérfano, se utiliza en más que cincuenta versículos de la escritura—once veces en el libro de Deuteronomio sólo. Jesús si misma asegura nos: “`No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes.” (John 14:18 NBH) El amor de nuestro padre celestial para nosotros, Su hijos y hijas, inspira la amor de nuestros padres humanos, no al revés.
La espiritualidad Cristiana tiene un comunal carácter—no es mi espiritualidad; es nuestra espiritualidad. En bautismo, por ejemplo, se nos presenta a Dios y a la iglesia. En comunión, recordamos nuestro bautismo y celebramos nuestra alianza con Dios y unas con la otra. Podemos disfrutar nuestra soledad con Dios mientras que reconocer el papel vital de nuestra comunidad de fe tiene en fomentar nuestra relación con Dios. A su vez, conocemos Dios mejor como nos amamos unos a otros.
El aspecto comunitario de la intimidad de Dios implica que nuestra espiritualidad no se centra sólo en los sentimientos cálidos y difusos. Nuestra espiritualidad no es la espiritualidad del consumidor. Gran panoramas, música grande, poema grande, arquitectura grande y los grandes logros intelectuales todos apuntan a Dios, pero nuestro espiritualidad es inherentemente relacional. Nosotros somos más propensos a ver el rostro de Dios en los rostros de los que nos rodean.
Las historias y parábolas de Jesús hacen esta punta:
“Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. (Matt 5:23-24 NBH)
Nuestra identidad espiritual es en un Dios soberano y en relaciones correctas con su pueblo. Los dos están misteriosamente vinculados a.
La doctrina de la Trinidad refuerza esta punta. Cada conversación es tres vías. Siempre tenemos usted, yo, y Dios. Dios es arriba nos, entre nos, y dentro nos. En la transcendencia de Dios, Dios es todopoderoso y en control. En la encarnación de Jesucristo, Dios comparte nuestro dolor y ofrece nos un modelo de papel a seguir. En la presencia del Espíritu Santo, Dios nos consuela y nos guía. Somos en relación con Dios en tres personas. Nuestra identidad se define de forma única y independientemente en relación con cada una de las tres personas de la Trinidad (Miner 2007, 112).
¿Pero, por qué El Padre Nuestro se dirigió al cielo? La repuesta obvia es que el cielo está el domicilio de Dios. Otra respuesta obvia es que el cielo se aclara a cuál padre que orar!
Nota que casi todo las peticiones en El Padre Nuestro se centra en Dios, ni nosotros! ¿Escuchamos para la voz de Dios? ¿Nos acercamos nuestro soberano Dios en la humildad apropiada?
[1] La imagen de Dios como “nuestro” padre hace una declaración acerca de Su carácter. Dios es espíritu; no ser ni hombre ni mujer.
REFERENCIAS
Miner, Maureen. 2007. “Back to the basics in attachment to God: Revisiting theory in light of theology.” Journal of Psychology and Theology, 35(2), 112–22.
