Cuando la idea de editar single o libros por entregas comenzó, muchos pensaron que no funcionaría. La gente quiere comprar el libro entero. Aunque lo que realmente estaba en juego era la capacidad del escritor para conseguir que sus lectores siguieran leyendo, hasta llegar a la tercera o cuarta entrega.
En los Estados Unidos y América Latina el sistema single está funcionando muy bien. En España va más lento, pero poco a poco el lecto entiende que es un beneficio el poder leer el libro por entregas.
En el siglo XIX fue la manera más común de hacerlo y grandes obras de la literatura se escribieron de esta manera.
Puede que estemos ante un nuevo renacer de una forma de escribir que nos acerque de nuevo al gran público.
Mario Escobar