Miguel Bonasso's Blog

April 20, 2014

El Gabo conspirador



__¿Sabes porqué no me quiero hacer amigo de ustedes? Porque  luego los matan.
         Me confesó Gabriel García Márquez en una mesa del Sanborns de  Manacar, un restauran plástico de la cadena de drugstores del todavía desconocido Carlos Slim. México era entonces, como el Paris de preguerra, el lugar de encuentro de la intelectualidad desterrada y la retaguardia de todas las guerrillas.
         Habrá sido en marzo o abril del 78, en aquellos meses febriles que precedieron al Mundial de Fútbol, cuando algunos exiliados trabajábamos duro para que la opinión pública internacional conociera las atrocidades que se perpetraban a pocas cuadras de la cancha de River.
         Yo había heredado el contacto con García Márquez de Martín Gras, el Chacho de “Recuerdo de la muerte”, que a fines de los setenta era secretario de relaciones latinoamericanas del movimiento montonero. La frase de Gabo aludía a la caída de Gras, en enero de 1977. Los dos ignorábamos en aquel momento que el prisionero estaba vivo y sería liberado en 1979 con otros integrantes del “Staff”; el grupo de 60 “chupados” reducidos a la esclavitud, que el Almirante Cero, llamaba cínicamente “mis asesores por izquierda”.  


         Años luz antes de la tragedia, en los vitales sesenta, yo había devorado “Cien años de soledad”, en aquella edición inaugural de Sudamericana y coincidía fanáticamente con los escritores y críticos que lo habían ungido como el Cervantes moderno. Andando el tiempo descubriría que por su perpetua ironía, su sensualidad y su pasión para esconderse tras los cortinados de Palacio y así escuchar los secretos de los poderosos, estaba más cerca de mi admirado Francisco de Quevedo y Villegas: poeta y espía.
         Nació entonces una relación amistosa que se prolongó más de tres décadas, durante las cuales nos vimos poco, pero siempre con mucho gusto y más de una vez en circunstancias decisivas.
         Una noche me citó para conspirar en su casa colonial del Pedregal, exactamente Fuego 144, donde increíblemente se murió este jueves. Yo era corresponsal de “Semana de Bogotá” y a él le interesaba filtrarme algún dato sabroso. Además del tema específico de la conspiración, hablamos de la compulsión del escritor  y de la rabia especial que la muerte nos produce a los periodistas.
         __Mira. __Me dijo.__Lo que más me jode de mi propia muerte es que no voy a poder cubrirla.
Otra vez lo fui a ver al Pedregal para pedirle su apoyo en una campaña por los derechos humanos. El había creado su propia organización “Habeas” para ayudar a los miles de perseguidos que producía aquel tiempo de dictaduras militares. Pero más de un imbécil, alguno con bandera argentina, lo criticaba. Le pregunté si planeaba regresar pronto a su país. Me miró enarcando las pobladas cejas:

         __¿Para qué? ¿Estás loco? Si piso Bogotá, hasta Germán Arciniegas arma un comando para liquidarme.
         Me reí de buena gana, imaginando al octogenario autor de “Entre la libertad y el miedo” empuñando una metralleta.
         Otra vez me citó en el inevitable Sanborns y me hizo una  confidencia muy delicada.
         __ No se lo cuentes a nadie._Susurró.__Pero me vi con Massera…Me tuve que ver con él. Imagínate el asco.
         Se lo había pedido el líder panameño Omar Torrijos, que pretendía saber algo del periodista argentino Luis Guagnini, secuestrado por el Ejército. Luego de evadir ese tema puntual, “Cero” se había jactado de sus  amores con una colega argentina, como para establecer un territorio común.
         Gabo se agarró el puño, contrito, miró el techo y me dijo en voz baja:
         __Y todavía no sabes lo peor…
         __ …
         __ Había traído un ejemplar de “Cien años” y me obligó a dedicárselo.
         La ESMA fue un tema recurrente en nuestras conversaciones. Por muchas razones. Gabo había escrito sobre Rodolfo Walsh, a quien admiraba y había conocido en la fundación de la agencia cubana Prensa Latina, pero no sabía que el Grupo de Tareas 33/2 de la Escuela de Mecánica de la Armada había asesinado a Rodolfo al intentar secuestrarlo.

En su magnífico artículo sobre “El escritor que se adelantó a la CIA” lo daba por desaparecido.

         Cuando Jaime Dri se escapó de la ESMA, le propuse contar su historia. Dudó. Tenía otros planes o le parecía un territorio desconocido.
         __Chico: habría que hacer una película con eso.__Me contrapropuso. Y hasta sugirió que el director podía ser el italiano Francesco Rosi, que hizo joyas fílmicas de la no ficción como “Salvatore Giuliano” . Lamentablemente no pasó nada por ese lado. Tres años más tarde, le propuse a Dri escribir lo que al cabo sería “Recuerdo de la muerte”.
         Hoy, como suele ocurrir cuando alguien grande muere, todo son alabanzas. Incluso Mario Vargas Llosa, que lo llamó “bufón de Fidel Castro” y hasta le pegó un puñetazo en la cara, ha llenado los cables de hipérboles admirativas.
         Amaba a México y México lo amaba a él, aunque –como suele ocurrir- no faltó algún envidioso (en la estricta intimidad) que pintara a Gabo como un egoísta y un pavo real. A mí me consta personalmente todo lo contrario: su pronta solidaridad.
         En enero de 1988, cuando algunos sufríamos la persecución  judicial heredada de la dictadura y no podíamos regresar a la Argentina, tres jueces de la Cámara Federal le otorgaron a Juan Gelman –otro grande que murió recientemente en México- la “eximición de prisión”. O sea, podía viajar a Buenos Aires y presentarse a declarar sin quedar detenido. Mi abogado, el “Negro” Oscar Giúdice Bravo, me llamó urgente de Buenos Aires para proponerme que me buscara algún padrino internacional y le escribiera a los jueces de la Cámara Federal que le habían otorgado el beneficio a Gelman, para que hicieran otro tanto conmigo.
         Se lo pedí a Gabo, tras pasar el filtro telefónico de Mercedes Barcha, su compañera durante más de medio siglo.
         __Me vas a meter en líos con Alfonsín.__Dijo con voz traviesa y supe que lo haría.
         A la semana me llamó:
         __Parió la chiva. Ven a buscarlo.
         La carta era una maravilla y se lo dije.
         __No creas.__Dijo, poniéndose en mexicano.__Escribir estas chingaderas es más difícil que hacer una novela.
         Unos días más tarde, cuando estaba por regresar a Buenos Aires, coincidimos en casa de un amigo chileno. Hortensia Bussi de Allende, la fraterna Tencha, le dijo a Gabo, señalándome:
         __Tendrías que acompañarlo a Buenos Aires.
         __¡Estás loca! __Gritó el Premio Nobel.__Quieres que me maten. Yo con este hombre no viajo.
         Dos meses después regresé a México y volví a encontrarme con  Gabo en una cena. Me observó con una mueca de disgusto. Parecía realmente enojado.
         __No sabes la que me hiciste con esa carta de recomendación.
         Lo miré sin saber de qué debía disculparme.
         __Uno de tus jueces me mandó los originales de su primera novela.
Por tu culpa me tuve que mamar 400 páginas.


Miguel BonassoBuenos Aires, domingo 20 de abril de 2014.
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Published on April 20, 2014 12:36

January 14, 2014

La Barrick en picada...feliz 2014!

Peter Munk se confiesa: "Pascua Lama fue un fiasco incomprensible" munk_q En una extensa entrevista concedida a la prensa de Toronto, el veterano Peter Munk, saliente presidente de Barrick Gold, se declaró responsable "por quedar atrapados en la manía de los metales", al tiempo que describió los que a su juicio fueron "los cuatro factores" que dañaron a Barrick en los últimos años. El fundador de la minera aurífera habló sin cortapisas de Pascua Lama, de Equinox, de su sucesor John Thornton y del futuro de la compañía. Y aseguró que "Barrick va a surgir como uno de los titanes de la minería diversificada del mundo".

03-01-2014 miningpress.cl Entrevista Exclusiva: Peter Munk, la "estupidez" y el futuro de la Barrick Gold


The Globe and Mail
A medida que China incrementa su consumo de cobre, oro, níquel y otros metales, los precios rompían registros y las empresas mineras lanzaban ofertas multimillonarias. El mantra en el sector de los recursos fue " el crecimiento, el crecimiento, el crecimiento.Barrick Gold Corp. estaba preparando su arsenal. Con los precios del oro volando alto, la compañía ganó un récord de US$ 3,3 millones en 2010. El productor de oro tuvo la calificación crediticia más fuerte entre sus pares, los corredores ofrecían prestar a la empresa miles de millones de dólares a tasas bajas de financiamiento.
En ese momento, la gran propiedad de cobre en Zambia, Lumwana, propiedad de Equinox Minerals Ltd. era un premio codiciado por los grandes de los metales básicos, los jugadores de la industria. Como compañía de oro, Barrick no era visto como un postor probable.
Pero cuando China Minmetals Resources Ltd. ofreció US$ 6,3 mil millones para adquirir Equinox, la situación resultó demasiado tentadora para el Sr. Munk.Barrick lanzó una oferta por US$ 7.3 mil millones en efectivo por Equinox en abril de 2011, una cantidad asombrosa que logró el acuerdo.
No salió bien

A principios de este año Barrick anunció una amortización de US$ 3.8 mil millones en gran medida ligado a Equinox, que ahora reconoce que ha pagado de más.
Ahora Barrick es una compañía de heridos, su antigua fuerza minada por adquisiciones pobres y desarrollos mineros ha ido terriblemente mal. El crecimiento de China se ha enfriado y la manía del metal se ha desvanecido. Barrick ha sufrido grandes pérdidas, su calificación de crédito se ha reducido y su balance, alguna una vez prístino, está cargado de deudas. El precio de las acciones está a 16,72 dólares (canadienses), y ha retrocedido a niveles de hace 20 años.
El Sr. Munk mira hacia atrás en la era de Equinox, cuando las empresas estaban adquiriendo locamente rivales con la creencia de que los precios del metal se dispararían sin cesar, y se culpa a sí mismo.
"Compramos Equinox para aumentar nuestro cobre. Y ese fue mi primer gran error - enteramente atribuido a la arrogancia “, dijo el Munk en una entrevista exclusiva con The Globe and Mail.
“El hecho es que acepté esa estupidez... que seguí creyendo, porque todo el mundo siguió diciendo el oro sube. Debería haber sabido ", dijo.
Barrick anunció el miércoles que Munk entregará la presidencia de la compañía que fundó en 1983 con el ex presidente de Goldman Sachs, John Thornton, en la próxima reunión anual de accionistas.
La compañía también sacudió a su junta directiva, que ha sido criticado por no hacer suficiente ejercicio independencia del Sr. Munk. Los miembros del consejo de Brian Mulroney, ex primer ministro de Canadá, y Howard Beck , un abogado que se ha desempeñado como director desde el inicio de Barrick , también se retirarán en la reunión anual . La junta nombró a cuatro nuevos miembros, entre ellos el veterano Bay Street Ned Goodman.
El momento de su salida es difícil para el Munk, quien convirtió a Barrick de la nada en el productor de oro más grande del mundo, un logro impresionante en un país que cuenta con pocos líderes mundiales de la industria.
"Hemos tenido un año difícil, unos ásperos 18 meses. Pero igualmente, como les sigo diciendo a mis hijos, y a cualquier escuela de negocios que me pide hablar, usted no va a ser un héroe año tras año sin encontrar los días difíciles impares “, dijo el Sr. Munk desde su oficina en el piso 37 de un rascacielos de la calle Bay.
Pero cualquiera que sea el problema de Barrick ahora, Munk se mantiene firme en que Barrick con el tiempo llegará a ser uno de los gigantes de la minería diversificada del mundo, a la par de Río Tinto (a menudo llamado RTZ) y BHP Billiton."Realmente creo que el destino de Barrick es la RTZ Norte y BHP, y eso es lo que será sin lugar a dudas. "

Nace un gigante de oro munk-web__1_ Peter Munk había sido un inversionista contrario toda su vida. Su primer negocio fue una idea que él tramó con su amigo David Gilmour para crear sistemas de estéreo novedosos en Canadá, que se convirtió en un must-have para los gustos de Hugh Hefner y Frank Sinatra.
Cuando eso fracasó, decidieron iniciar una cadena de hoteles en Australia y Asia y debido al Hilton y todas las otras grandes cadenas hoteleras se establecieron en América del Norte.
Luego, cuando el precio del oro se fue en picada a principios de 1980 de un máximo de US$ 850 la onza, a justo por encima de 400 dólares la onza, Munk y Gilmour decidieron que ese era el momento de empezar una compañía de oro.
Munk no tenía experiencia en minería, tampoco tenía sueños de construir la mayor minera de oro. Él comenzó de a poco, la compra de una participación en una pequeña mina de oro cerca Wawa, Ont. en 1983. Un año más tarde, Munk compró Camflo Mines, una empresa llevada en su totalidad por los mineros que estaba esencialmente en bancarrota debido a una muy mala gestión. El identificó a Camflo como una joya. En él vio la oportunidad de unir su experiencia de negocios con un equipo de mineros con experiencia, incluyendo a Bob Smith, un héroe de la minería canadiense que finalmente se convirtió en presidente de Barrick.
Barrick luego golpeó literalmente el mercado del oro en 1986, cuando Smith le dio a Munk su bendición para comprar Goldstrike, una mina en Nevada que se consideraba problemática, pero que se convirtió en una de las mejores minas de oro en la historia de la industria y ayudó a llenar la bóveda de Barrick y pasar a jugar en las grandes ligas.
Barrick fue metódico. Hizo un movimiento estratégico tras otro. En 1994, compró Lac Minerals y se expandió a América del Sur. En 2001, compró Homestake Mining Co., uno de los productores de oro más antiguos, y se mudó a Australia.
Barrick tenía una política de venta de una parte de su producción a precios fijos para proteger a la empresa contra una caída en los precios del oro. Ese programa de cobertura sustentó el éxito de la compañía en la década de 1990.
Y luego, en 2006, Barrick lanzó una de las mayores ofertas de minería del momento y compró Dome, con sede en Vancouver Placer, por US$ 10.2 mil millones. Esa adquisición impulsó a Barrick para convertirse en el productor de oro más grande del mundo, con 27 minas en los cinco continentes.
Las grietas debajo de la superficieLa primera parte de este milenio eran embriagadores días para las compañías de oro. Los lingotes había comenzado su ascenso, y Barrick se fue beneficiando de la bonanza.Pero el suelo estaba moviéndose lentamente bajo Barrick. Las adquisiciones y las políticas que hicieron de Barrick un éxito en la década de 1990 comenzaron a convertirse en problemas, y su ejecución disciplinada de desarrollos mineros dio paso a una búsqueda incesante de crecimiento.
El programa de hedge de Barrick, que protegía a la empresa cuando los lingotes cotizaban por debajo de los US$ 300 la onza, hizo difícil para el minero capturar mayores precios spot del oro. Le tomó a Barrick casi una década para descansar su libro de cobertura durante el mercado alcista de 11 años en el oro.
Como los precios del oro subieron, Barrick inició los planes para desarrollar la mina de oro Pascua Lama que llegó con la adquisición de Lac Minerals. En ese momento, la mina en la frontera de Chile y Argentina, preveía un costo de US$ 3 mil millones para con una desarrollo y la producción estaba programada para principios de 2013. Con 18 millones de onzas de oro, sería una de las minas de oro más grandes del mundo.
Pero el trabajo en Pascua Lama se prolongó durante años en medio de difíciles negociaciones con los sindicatos y los retrasos regulatorios, y el plan de la mina resultó ser más compleja de lo que Barrick anticipaba. Los costos de Pascua Lama se dispararon a más de US$ 8 mil millones, mientras que el proyecto se topó con la oposición ecologista y política.
Munk corrió a fijar su empresa. Voló a Argentina para hablar con el presidente del país, Cristina Kirchner, sobre la suspensión de Pascua Lama. Se tocó la red de asesores financieros de alto poder para ver si encontraban una solución.
En el otoño de este año, en un almuerzo en el Toronto Club, uno de los restaurantes regulares del Sr. Munk, ubicados a pocas cuadras de la sede de Barrick en el centro de Toronto, Munk , CEO de Barrick, Jamie Sokalsky , CEO del Royal Bank of Canada Gordon Nixon y el vicepresidente de RBC de los mercados de capitales Jamie Anderson, discutieron opciones para fortalecer la posición financiera de Barrick.
RBC aconsejó a Barrick para recaudar fondos. “El fortalecimiento de su balance fue muy importante para el futuro de la organización. Así que obviamente nos hubiera advertido de tales“, dijo Nixon en una entrevista. A partir del tercer trimestre, Barrick tuvo casi US$ 15 mil millones en deuda a largo plazo.
En Halloween, Barrick suspendió la construcción de Pascua Lama indefinidamente y dijo que iba a recaudar US$ 3 millones en una oferta de capital en 18,35 dólares por acción para pagar su deuda.
Fue una de las mayores ofertas de acciones en la historia de Canadá. El mayor hecho por Barrick, cuando recaudó fondos para aliviar su libro de cobertura. En una mesa en la oficina del Sr. Munk, una barra de bronce chapado en oro de 24 quilates está grabado: " Mayor oferta canadiense, 4026164375 dólares, 15 de septiembre de 2009. "
En 86 años, el elegante vestido Sr. Munk es de ágil y aguda mente. Él habla de manera abierta y ampliamente sobre la situación de Barrick, enumerando cuatro factores que han hecho daño a la empresa: La decisión de la República Dominicana para obligar a la empresa a renegociar los términos después de que Barrick y Goldcorp Inc. gastaron miles de millones en la construcción de la mina de oro Pueblo Viejo, la oferta en efectivo de Barrick por Equinox, la caída en los precios del oro, y Pascua Lama.
“Eso es un fiasco tan importante. Muchos de los proyectos, desde entonces, se han duplicado o triplicado su precio, pero Pascua Lama para pasar de 3,6 [mil millones a $ 8,5 mil millones]... Me di cuenta, por primera vez pensé que como Barrick, debería suicidarse. Yo no podía creer que esto estaba sucediendo en nuestra empresa. Fue el evento más increíble ", dijo.
"Por favor recuerda que esto ha sido nuestro año 28 en la minería. ... Empezamos con una maldita mina en Wawa, Ont., nunca sucedió y ahora que somos los más grandes del mundo, con 23 minas, ¿Sucede ahora? Cuando se tiene la gente más sofisticada y tienes los recursos financieros ilimitados y la alta dirección? ¿Cómo pudo suceder? Era incomprensible para mí. " 


El acuerdo Equinox
El acuerdo Equinox fue parte de la filosofía evolutiva de Barrick para diversificarse más allá del oro.
Aaron Regent, CEO de Barrick, en su momento dijo a los medios que no había mérito para la diversificación y el Sr. Munk pensó que la compañía necesitaba otro metal para ayudar a mitigar un descenso en los precios del oro.

"Nada es más volátil que las materias primas, por lo que le rogué a la Junta, les dije que los chicos sólo llegaron a moverse a otras áreas, y que tenímaos que tomar ventaja de este precio de la acción fabulosa y luego ampliar la base, por lo que cuando una mercancía se cae por alguna razón, el otro se mantiene y viceversa”, dijo Munk.

Dos de los directores de Barrick inicialmente desestimaron la propuesta. Otros estuvieron de acuerdo en que era una buena idea, incluyendo Nathaniel Rothschild, miembro de la familia Rothschild, que estaba emocionado porque pensaba que Equinox generaría US$ 1 mil millones en flujo de efectivo. Al final, la junta acordó por unanimidad la adquisición de la compañía de cobre.

Equinox habría aceptado acciones de Barrick en lugar de dinero en efectivo, pero algunos miembros de la junta de Barrick no querían diluir la base de accionistas de Barrick y pensaron que sería prudente tomar ventaja del capital barato. La compañía pidió prestados $ 6,5 mil millones de dólares canadienses y utilizó parte de su efectivo existente para comprar Equinox.

El proyecto de cobre Lumwana de Equinox, en África, era bien conocido en la industria. Newmont había expresado su interés, pero nunca hizo una oferta. Minmetals de China se retiró diciendo que no le veía el valor que le veía Barrick.

"Pero aquí es donde Munk se debe colgar, me postré para eso, porque era la sabiduría convencional " que los precios de los metales seguirán subiendo, dijo el Sr. Munk.
“Las cosas están bien, que es cuando hay que prestar atención, que es cuando se hace cargo de la arrogancia, la confianza en sí mismo, pero oh, por supuesto, usted sigue exactamente lo que dice todo el mundo. "

Todo fue cuesta abajo desde el momento en que Barrick compró Equinox. Estaban confundidos los accionistas y analistas. ¿Por qué Barrick compraría una compañía de cobre puro? ¿Hubo un cambio de estrategia?

En junio de 2012, Barrick despidió a Regent, lo que demostró una baja en la cotización de la compañía, y nombró a su director financiero Jamie Sokalsky como CEO.

Al mismo tiempo, Barrick nombró a Thornton como co- presidente - un movimiento que tomó a accionistas y algunos de los directivos de Barrick, por sorpresa.

Las malas noticias continuaron. En 2013, el gobierno de la República Dominicana amenazó con detener los envíos de Barrick Pueblo Viejo. Las empresas renegociaron un acuerdo que le dio al país caribeño una mayor parte de las regalías.

A finales de abril de este año, Moody bajó la calificación crediticia de Barrick a la segunda más baja calificación de grado de inversión, y Standard & Poors rebajó el productor de oro a la calificación de grado de inversión más bajo, una encima de la categoría de basura.

Barrick fue advertido. La compañía tenía demasiadas deudas y tuvo que corregir su balance o sus costos de endeudamiento se convertirían en algo prohibitivo. Al mismo tiempo, los inversores se estaban volviendo más locuaces sobre Barrick.

Los fondos de pensiones canadienses, tradicionalmente tranquilos, emitieron una declaración pública denunciando la decisión de Barrick por adjudicar a Thornton con un bono por firmar de US$ 11.9 millones.

Munk se acercó a sus inversores institucionales. Algunos de los grandes inversionistas lo visitaron en su oficina. Munk dijo que trató de explicar a sus accionistas que tuvo que pagar el bono por firmar porque estaba compitiendo con grandes firmas de capital privado en Nueva York. Pero su trabajo de ventas cayó. Los inversores votaron abrumadoramente en contra del paquete de pago en la reunión anual de los accionistas de Barrick ese año.

Personas dentro de la empresa describen a Munk como una persona dominante en el board y dicen que a menudo los miembros consentían al presidente.

“Él es una persona muy carismática, puedo ver algunos tienen dificultad para decir no, porque es carismático ", dijo Pierre Lassonde, ex presidente de Newmont, que ha conocido al Sr. Munk desde que Barrick adquirió Goldstrike.

Munk reconoce que tiene una personalidad fuerte, pero niega la acusación de que él controlaba al board, donde su hijo Anthony Munk es también director.

“Soy fuerte, articulado y agresivo. Culpable en las tres cuentas. ¿Eso quiere decir que porque soy agresivo voy a convencer a alguien que me ha conocido siempre como Howard Beck, si él no cree que estoy en lo cierto? ", dijo.

"Por mucho que usted ha oído cosas opuestas que soy un fanático del control opresivo, debe dar la suficiente credibilidad y la dignidad humana a mi junta que si digo algo que está mal que cada uno de ellos se pondrán de pie y dirá: “Está mal Peter Munk."

“¿Significa eso que no luchamos? ", Continuó. "Eso es lo que quiero. Quiero debate. Quiero promover la diversidad de opiniones”.

"Qué me hace admitir de ser muy elocuente y muy apasionado, ¿cómo puede usted construir una empresa? Usted quiere que yo sea una flor marchita? Quiero decir, las flores marchitas no construyen empresas”.

Cuando todos los problemas golpeaban, los inversores se preguntaban "¿Qué pasa con Munk, tiene que ser un dictador demoníaco que tiene gente allí durante 20 años 30 años , deben ser más que figuras decorativas que acaba de asentir con la cabeza . Se han olvidado de que los mismos testaferros durante 25 años ayudaron a construir la empresa más exitosa de Canadá. Nada ha cambiado “, dijo Munk. 
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Published on January 14, 2014 15:50

May 29, 2013

Además de ciegos, los jueces K son sordos...


Participación en el programa Palabras+Palabras-.
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Published on May 29, 2013 15:28

May 24, 2013

Participación en el Foro No a Pascua-Lama


En el Foro: "No a Pascua Lama -- No a la megaminería", participaron: Fernando "Pino" Solanas (Proyecto Sur), Elisa Carrió (CC-ARI), el ex diputado y escritor Miguel Bonasso, el especialista chileno en megaminería Lucio Cuenca (director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales) y el ambientalista Javier Rodríguez Pardo con la coordinación de Roy Cortina (Partido Socialista).

"Pascua-Lama representa el proceso de colonización transnacional más terrible que viene padeciendo la Argentina desde los años 90 hasta el presente, a partir del Tratado de Integración y Complementación Minera Argentino-Chileno firmado por Menem y Frei, y ampliado en 2004 por Néstor Kirchner mediante el Protocolo Adicional Específico", manifestó Solanas y agregó que "esto significa la creación y transferencia de territorios a la Barrick Gold, otorgándole el poder de gobernar a su antojo y desarrollar sus operaciones sin intervención ni fiscalización estatal directa; con beneficios millonarios que le garantizan el saqueo de nuestros recursos naturales, con una estabilidad fiscal por 30 años, sin refinar en el país, sin pagar el impuesto al gasoil, ni a la importación de insumos; y encima, se les reintegra el IVA", denunció Solanas.

En tanto la diputada Elisa Carrió dijo "que los principales depredadores de los recursos naturales de los argentinos son los gobernantes corruptos socios de las mineras transnacionales. Ellos son los principales responsables del saqueo".

A su turno el diputado por el Partido Socalista, Roy Cortina, sotuvo que "los temas que desarrollamos en todos estos foros, como la protección del medio ambiente o la megaminería son cuestiones que ni el kirchnerismo ni el macrismo pueden plantear".

Miguel Bonasso sostuvo que "donde se encuentra Pascua-Lama, es un territorio sin control alguno, emplazado a 5000 metros de altura sobre la Cordillera de los Andes, en manos del país Barrick, la empresa acusada de haber sido fachada de la CIA en el escándalo de armas por drogas para financiar a los antisandinistas en la década del 80″.

Cuenca, por su parte, manifestó que "las operaciones que se realizan en Pascua Lama conducen a la destrucción de los glaciares de la zona y de eso se tienen que hacer cargo las autoridades políticas que permiten que esto siga ocurriendo. Ahora, estas obras están paralizadas no por voluntad de la empresa, sino por lucha del pueblo diaguita y las investigaciones que probaron la contaminación y las enfermedades en trabajadores y pobladores de la región".

Durante su exposición, Solanas pidió la paralización de la mina de Pascua Lama del lado argentino, "el pasado 10 de abril, el complejo minero de Pascua (en Chile) paralizó sus operaciones, gracias a la Corte de Apelaciones de Copiaipó que aceptó el recurso judicial presentado por la comunidad diaguita".

"Sería difícil que en nuestro país prospere una causa como la que inició la comunidad diaguita, que ahora hará reclamos por sus tierras ancestrales en Huayco: recordemos las cautelares a la Ley de Glaciares en San Juan, accionadas con el beneplácito del Gobierno Nacional, que con anterioridad y de manera inescrupulosa había vetado la propia ley", finalizó el diputado.

Ver el video del foro completo>> http://www.youtube.com/watch?v=CWxP4Bjz2tU
 
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Published on May 24, 2013 16:16

May 23, 2013

Graves consecuencias por haber escrito El Mal


Miguel Bonasso junto a Fernando 'Pino' Solanas en el programa de Gustavo Sylvestre, denuncian la mega-corrupción de los gobiernos kirchneristas: megaminería con la Barrick Gold; justicia comprada y la vuelta de las peores prácticas en los sótanos más oscuros del poder.
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Published on May 23, 2013 15:09

May 18, 2013

Videla desapareció a su propio hijo


Por Miguel Bonasso, 18 de mayo de 2013. La muerte del mayor genocida de la historia argentina no podía estar ausente de este espacio personal. Al cabo, gran parte de mi existencia estuvo destinada a combatirlo, denunciarlo y exigir justicia para sus víctimas. Desde la clandestinidad y desde la legalidad democrática. Juré como diputado nacional por “la memoria de los treinta mil desaparecidos”.
Tanto se ha escrito y dicho en estos días sobre su siniestra trayectoria, que no aportaría demasiado una nueva semblanza de un asesino serial convicto y confeso.
Prefiero, en cambio, recordar lo que publiqué como primicia en junio de 1998, en el diario Página/12, donde revelé que diez años antes de imponer “la desaparición forzada de personas”, Jorge Rafael Videla y su esposa Alicia Raquel Hartridge de Videla, internaron a su hijo Alejandro Videla –diagnosticado como “oligofrénico profundo y epiléptico”- en la tenebrosa Colonia Montes de Oca, donde murió muy joven. 

Como contrapartida, el suboficial retirado Santiago Sabino Cañas, que había cuidado al muchacho en la Colonia no pudo conmover al dictador para que este salvara la vida de su hija Angélica, de 20 años, “desaparecida” por “subversiva”. 
¿Qué compasión podía esperar el suboficial, si Videla había mantenido un secreto absoluto sobre ese hijo al que hizo desaparecer?
Reproduzco ahora lo que publiqué hace 15 años para completar la biografía del dictador más sangriento de la historia reciente de la Argentina. 

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EL HIJO ESCONDIDO DE VIDELAPor Miguel Bonasso. 21 de junio de 1998
Una tapa de Para Ti de febrero de 1979,
en los años más duros de la represión.
Hasta las biografías oficiales hablaban de siete hijos. Pero el dictador ocultó siempre al séptimo, Alejandro. Una investigación de Página/12 reveló la historia siniestra de un hijo internado en la Colonia Montes de Oca y la historia paralela de los Cañas, una familia destruida.
En los sesenta, una década antes de imponer "la desaparición forzada de personas", Jorge Rafael Videla internó a uno de sus siete hijos en la Colonia Montes de Oca de Torres, un establecimiento para enfermos mentales de tétrica fama, donde en los últimos 20 años han muerto o "desaparecido" en condiciones sospechosas más de tres mil pacientes.

El muchacho, Alejandro Videla, diagnosticado como "oligofrénico profundo y epiléptico", vivió largos años en la llamada "Casa de los Locos" y murió muy joven en ese inframundo, donde también se esfumó para siempre -hace trece años- la médica Cecilia Giubileo. 

Videla y su esposa, Alicia Raquel Hartridge, mantuvieron un secreto público absoluto en torno a ese hijo oculto a 100 kilómetros de la Capital, que atravesó la adolescencia con la conciencia cada vez más nebulosa de un niño de cinco años, en pabellones desalmados donde las baldosas están siempre mojadas y los internos, librados a sí mismos, deambulan desnudos, entre orines y excrementos, llamando a las madres que los abandonaron en ese depósito de carne sin destino. A lo largo de los últimos 10 años se han escrito cientos de notas sobre los horrores del "loquero" cercano a Luján, pero ni una línea sobre el hijo de Videla. El terrible secreto, que trae a la memoria los folletines de Victor Hugo y Eugenio Sué, comenzó a ser perforado cuando llegó a manos de este cronista una carta, fechada el 24 de junio de 1977 y dirigida a "Su Excelencia el Señor Comandante en Jefe del Ejército. Teniente General D. Jorge Rafael Videla", donde podía leerse un párrafo muy extraño: "Mi General, apelo a sus sentimientos humanos y cristianos y en memoria de ese hijo suyo que tenía internado en la Colonia Montes de Oca de Torres, para que me dé una información sobre el paradero de mi hija Angélica". 
La carta estaba firmada por el suboficial mayor (retirado) Santiago Sabino Cañas, cuya hija María Angélica, de 20 años, había sido secuestrada dos meses antes en la ciudad de La Plata. Cañas, que había trabajado en la administración de la Colonia Montes de Oca, tardó dos años en ser recibido por Videla y cuando por fin lo vio, y lloraron juntos, ya era tarde: el "querido Ejército", comandado por Videla, había avanzado sobre sus otros hijos, hasta dejarlo sin familia. Investigando "el caso Cañas" Página/12 desembocó en la historia oculta de los Videla. En la investigación -que continúa- colaboraron casi treinta personas, entre voluntarios y testigos de La Plata, Mercedes, Luján, el pueblo de Torres y la propia Colonia. La mayoría no quiere ser mencionada. Y algunos, incluso, temen ser indirectamente identificados. 
La casa de los muertos
Como muchos proyectos argentinos, la Colonia Montes de Oca para enfermos mentales empezó como una bella utopía y acabó en la crónica roja. Fue fundada en 1915 por el profesor Domingo Cabred con una concepción de avanzada: ubicar a los pacientes (especialmente oligofrénicos) en un ámbito natural hermoso donde pudieran realizar inclusive algunas tareas rurales muy sencillas y asi resocializarse. 
La Colonia fue establecida en un predio generosamente arbolado de 240 hectáreas, ubicado en las afueras del pequeño pueblo de Torres, a 12 kilómetros de Luján. Allí se alzó el elegante edificio victoriano de la dirección y doce amplios pabellones que debían albergar a unos mil a mil doscientos internos. Medio siglo más tarde algunos techos se habían caído, como los azulejos de baños y cocinas. Por las noches reinaba una tiniebla atravesada de gritos y llantos aniñados; en los veranos el hedor era insufrible y en los inviernos, sin calefacción, el frío entraba por las ventanas rotas. Dos personas, por turno, debían atender a 100 enfermos por cada pabellón.La comida fue empeorando con los años y varios enfermos murieron de inanición. Aunque a uno de ellos, piadosamente, le pusieran en el certificado de defunción que había sido a causa de un cáncer. En los setenta la Colonia era, según la gráfica descripción de su interventor actual Alberto Desouches, "un depósito de cadáveres".
En los ochenta y en los noventa la "Casa de los Locos" fue intervenida por la autoridad administrativa e investigada por la justicia. No solo había abandono de los pacientes sino denuncias sobre tráfico de órganos y de bebés, violación de menores, asesinatos disfrazados de muertes naturales y un eterno despojo de un presupuesto que hoy alcanza a la respetable suma de 35 millones de pesos anuales. Cada año la Colonia vomitaba casi cien cuerpos, muchos de ellos con el rótulo NN, al cementerio de Luján. Pero cada año, también, aparecían cadáveres en el campo, en las cloacas o en una ciénaga pestilente, que ocupa 20 hectáreas.
"Un chico rubiecito"
A fines de los sesenta, cuando Videla y su mujer internaron a su hijo Alejandro, la Colonia no había llegado aún a esas cotas de horror. La gobernaba un interventor militar, un coronel médico de apellido Vergara, que para algunos antiguos empleados, hoy jubilados, fue de uno de los mejores directores que pasaron por el establecimiento. Sin embargo, todas las personas consultadas por Página/12 (profesionales y empleados de la Colonia Montes de Oca) coincidieron en un mismo sentimiento: ninguno hubiera dejado en semejante lugar a un hijo suyo por grave que fuera su patología. "Los enfermos que van allí -dijo un antiguo empleado ya jubilado- suelen ser gente muy pobre, que la familia abandona. En cambio Videla, que ya era coronel o general, ganaría un sueldo lo suficientemente holgado como para tenerlo mejor." 
Un psiquiatra que entró al lugar en los setenta y ya no trabaja más en la Colonia, fue más a fondo: "Imagínese el frío, las mesas y sillas de mármol desechos como en el Hotel de Inmigrantes, los internos que no controlan los esfínteres. El chico de Videla no estaba en ningun lugar privilegiado, sino en el Pabellón número 7, el de los oligofrénicos profundos, que de día y de noche suelen vagan por los campos hasta que cada tanto alguno se cae en un pozo o en la laguna y se ahoga. En la Colonia, el chico de Videla estaba como uno más. Democráticamente. Y mire que paradoja: tal vez la única vez en que Videla fue democrático fue para mandar a su hijo a un manicomio". Un viejo empleado, que trata de defender "la imagen de la Colonia" en la que trabajó durante tres décadas, recuerda que el muchacho ("que tendría unos quince a diecisiete años cuando fue internado") era "rubiecito, a diferencia de su padre".
Los recuerdos se dividen, en cambio, a la hora de puntualizar si los dos padres visitaban a su hijo. Todas las fuentes consultadas aseguran que el militar, que todavía no era comandante en jefe ni dictador, concurría a un par de veces por mes. Iba los domingos, que es cuando hay menos personal y siempre de civil. Algunos dicen que lo hacía en un Renault 4 L blanco. Dos fuentes de la época aseguraron a Página/12 que la madre, Alicia Hartridge, no visitó nunca al hijo escondido. Otra declaró, en cambio, que ella lo iba a buscar al pabellón y lo llevaba hasta el auto, donde lo estaba esperando su padre. Una persona, que brindó valiosos datos, pero todavía teme a las represalias de los militares y no quiso ser identificada, hizo esta reflexión: "Yo no sé si no es peor que fueran a visitarlo a que no fueran. Porque veían donde lo dejaban y sin embargo ponían la primera y se iban, sin él".
El hijo escondido
El viernes último, cuando este diario le pidió al interventor de la Colonia que abriera los registros para verificar los datos de ingreso y egreso por fallecimiento de Alejandro Videla, el doctor Desouches señaló que ya estaba cerrado el archivo (había pasado el horario reglamentario de las 14 horas), pero que con todo gusto los daría la semana entrante, cuando estuviera presente la persona a cargo, que es un veterano de la institución. Esta persona, a la que el interventor consultó por teléfono, creyó recordar que el joven "de unos 19 o veinte años" habría muerto en 1970. Ese año el entonces coronel Jorge Rafael Videla fue designado jefe de operaciones del Tercer Cuerpo de Ejército con sede en Córdoba. Seis años más tarde, ascendido a teniente general, daba el golpe más sangriento de la historia argentina.
Si el dato del fallecimiento es correcto, sorprende encontrar en algunas biografías oficiales distribuidos a la prensa en tiempos de la dictadura la siguiente mención familiar, en tiempo presente: "casado con Alicia Raquel Hartridge, tiene siete hijos". Más elocuente todavía, en el escamoteo del hijo muerto en la "Casa de los locos", fueron algunas revistas de la época, como Para Ti, que trabajaba orgánicamente con los servicios militares y, en febrero de 1979, publicó una cover storytitulada "Jorge Rafael Videla en familia", profusamente ilustrada con fotos de hijos y nietos, todos muy felices, en un lugar tan distinto a Montes de Oca como puede serlo la residencia de Olivos. En la parte titulada "El esposo" se dice que los Videla se casaron el 7 de abril de 1948 y "luego llegaron los siete hijos y treinta años de matrimonio". Sugestivamente, en las fotos donde aparece la familia reunida, los epígrafes hablan de "los hijos", como si estuvieran todos (es decir los siete de que se habla), pero sólo identifican a cinco de ellos. En ningun lado se habla de un hijo ya fallecido. Tal vez porque nunca vivió. Y sería, como lo graficó una enfermera, "el único inocente, pobrecito".
Ha sido tan hondo el misterio que guardó su corta existencia que aún cuesta encontrarlo en la muerte. Página/12 hizo un recorrido por el cementerio de Mercedes, donde según algunas fuentes estaría enterrado, y no figuraba en los registros. En cambio pudo recoger toda clase de versiones que, en algunos casos, llegaron a la exageración de la leyenda: "Dicen -comentó un mercedino- que está enterrado en la quinta de los Videla".
 La tragedia de los Cañas
En los setenta, el suboficial mayor Santiago Sabino Cañas se retiró del Ejército y entró a trabajar en el Instituto Nacional de salud Mental. Primero en el Borda y luego en la Montes de Oca, donde hacía tareas como gestor en la administración. Generalmente viajaba a Luján y a Buenos Aires para ocuparse de ir al banco y de los trámites oficiales. Era un hombre reservado, que no solía meterse en chismes, pero igual se enteró del gran secreto de los Videla y guardó silencio. Inclusive con su segunda esposa, que lo ayudaba en los trámites de gestoría.
Cañas era radical, pero toda su familia era peronista y muy activa. Su primera mujer, María Angelica Blanca, era un referente del Partido Peronista Auténtico y sus hijos militaban en la UES y en la JP que respondía a la conducción de Montoneros. Todos ellos en La Plata, que era un volcán de activismo y represión. 
El 15 de abril de 1977 Cañas recibió el primero de los golpes que lo llevaría a la depresión, el cáncer y la muerte en 1990: su hija María Angélica, de 20 años, era secuestrada en las calles de la Plata. 
Aparentemente por un grupo de ese Ejército al que había pertenecido durante tres décadas. Como tantos otros padres comenzó a recorrer el calvario de los hospitales, las morgues, los recursos de habeas corpus y los pedidos de audiencia a generales y obispos. Y como tantos padres se fue desesperando al ver que su hija no aparecía. Entonces se animó y le mandó la carta a Videla que se cita al comienzo de esta nota. En la que no cuesta percibir su fe, aún intacta, en el Ejército y en su Comandante en Jefe. Incluso se allana a la posibilidad de que su hija sea juzgada, "si correspondiera". Sólo quiere conocer "su paradero". El mismo candor, o una suerte de temeraria malicia, lo llevan entonces a jugar una carta pesada y recordarle al dictador lo que este, seguramente, no quería que nadie le recordara: "Mi General, apelo a sus sentimientos humanos y cristianos y en memoria de ese hijo suyo que tenía internado en la Colonia Montes de Oca de Torres, para que me de una información sobre el paradero de mi hija Angélica". 
Videla no le concede la entrevista, nadie le informa el paradero de su hija, pero en la Casa Rosada acusan recibo de la solicitada.
En agosto, la tragedia se termina de desatar, arrasando al suboficial. El dos de agosto desaparece su otro hijo Santiago Enrique de 26 años y a las ocho de la noche del día siguiente, un nutrido grupo del Ejército llega a la casa de su primera esposa, María Angélica Blanca, y acribilla las paredes con balazos de FAL. Adentro, está la mujer de 62 años ("docente jubilada"), con su hija María del Carmen Cañas, de 23 años, embarazada de tres meses y dos criaturas menores de dos años, sobrinos de la mujer de Cañas. Valiente, la matrona empieza a gritar que se lleven a las criaturas y logra que la patota deje de disparar. Entonces sale de la casa y les entrega los chicos. Pero en vez de entregarse ella también, da la vuelta y regresa hacia el interior de la vivienda, donde la espera su hija. Está desarmada y ha pedido tregua, pero le disparan por la espalda y le destrozan la cabeza. Luego entran a la vivienda y acribillan a la hija. Una crónica típica de la época, publicada por El Día de La Plata, convertirá el asesinato en el clásico "tiroteo con extremistas", donde un cronista ligero creerá haber visto bajas de los dos bandos. Y no las actas donde el médico forense Héctor Luchetti constata "destrucción de masa encefálica por heridas de proyectiles de arma de fuego".
Por si fuera poco, Martín, otro hijo de Cañas que hoy es el único sobreviviente de la familia, también es secuestrado. Al suboficial sólo le queda en libertad Guillermo, que se salvará de la represión para morir años después. Ya no por la represión, pero tal vez por sus consecuencias. Martín, en cambio, logrará emerger del infierno y huir a México, apoyado por la solidaridad de una amiga de su padre.
El suboficial dirige entonces una nueva carta a Videla donde le recuerda que le envió la "pieza certificada No. 1925", que el aviso de retorno obra en su poder y que, hasta la fecha, no ha obtenido "respuesta alguna". La tragedia se resume en párrafos secos, formales, corteses al modo castrense: "Mi General, paso ahora a informarle de las novedades ocurridas desde mi pedido de clemencia". "Con fecha 02AGO77 desaparece mi hijo SANTIAGO ENRIQUE de 26 años de edad, con documento de identidad ,etc." . El día 03AGO77, aproximadamente a las 2000 horas son asesinadas mi esposa, MARIA ANGELICA BLANCA de 62 años y mi hija MARIA DEL CARMEN CAÑAS de VALIENTE, de 23 años y embarazada de tres meses, las cuales se encontraban solas en el domicilio con dos criaturas de menos de dos años de edad". Y concluye: "Mi General, como corolario de lo expresado, solicito a S.E. me conceda audiencia a efectos de interiorizarlo de mi desesperada situación". 
Su Excelencia no lo recibe en todo ese año, ni en el siguiente.
Las lágrimas de Videla
Martin Cañas denuncia los asesinatos en el Estado mayor del Ejército. No pasa nada. Se dirige al arzobispo de la ciudad de La Plata, Antonio Plaza y tampoco obtiene ninguna respuesta. El comandante del primer cuerpo de Ejército, Carlos Guillermo Suárez Mason, le concede formalmente la entrevista pero luego no lo recibe. Tampoco lo hacen el jefe del Regimiento 7 de la Plata, ni el jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, ese general Ramón Camps, que se jactará de haber mandado a la muerte a "cinco mil subversivos". 
Por alguna razón que se llevó a la tumba, Camps elude al suboficial y manda en su representación al coronel Salcerini.
En marzo del 78 reitera infructuosamente el pedido de audiencia al hombre en cuyos sentimientos de padre y cristiano había confiado. Silencio.Los pedidos se multiplican y se reiteran . Hay varios al ministro del Interior, Albano Harguindeguy, al Jefe de la Décima Brigada de Infantería, al comandante del Regimiento 7, cuyos efectivos lo han dejado sin familia.El 13 de junio del 78 vuelve a pedirle audiencia a Videla que finalmente lo recibe dos días más tarde.
La audiencia dura 40 minutos y este cronista la conoce a través de dos fuentes: Martín Cañas que vive en México. Y la amiga de La Plata, que logró sacarlo del país cuando salió, a sus veinte años, del centro de reclusión clandestino en el que casi queda enterrado para siempre.
Dura unos cuarenta minutos y es fácil imaginar todos los formalismos y rigideces que la entorpecieron. Como la hipocresía y el temor del dictador todopoderoso frente a ese "zumbo" que tenía enfrente suyo. Ese suboficial radical que, a pesar de las evidencias, seguía "amando a la Institución" aunque ya no a todos sus integrantes. 
Trabado, molesto, torpe, con breves tosecitas, tratando de parecer solidario con el subalterno como cuadra a un buen jefe, el comandante en jefe del Ejército le da la misma explicación que luego reiterará ante los padres de otras víctimas y que han labrado su fama de pusilánime. Que ha cultivado siempre para tapar la de hipócrita que algunos intelectos más agudos le adivinan.
Las excusas se van desgranando: "Hay veces en que yo no puedo hacer nada. hay cosas que escapan a mi control". Dice el jefe del ejército, olvidando el principio básico de la responsabilidad de comando."Hay excesos", recita. Hay excesos, claro. tal vez es excesivo que a Cañas le hayan matado a tiros la mujer y una hija y le hayan secuestrado a otros tres hijos. Que a él mismo lo venga siguiendo casi todos los días de su vida, un coche Falcon.
Cañas tiene un nudo en la garganta y por alguna extraña razón, para provocar al dictador o para establecer un terrible lazo con él, le recuerda los días de la Colonia Montes de Oca y un favor que él le hiz a Videla. Una historia de la que sólo se sabe el título porque el suboficial se la llevó a la tumba. Entonces ocurre lo imprevisto: Cañas llora y Videla llora. Los dos lloran por sus respectivos hijos. Durante unos segundos hay una emoción confusa, hasta casi podría decirse perversa por parte de ese victimario que llora al hijo enterrado en vida en la Colonia Montes de Oca y el padre humilde que está allí para pedir que le devuelvan algo de esos otros hijos a los que él no abandonó. Aunque sea el dato de donde están enterrados. Y tal vez intuye que una misma lógica anuda a ese hijo del general que vagaba entre espectros, tapándose con las sábanas de la soledad en las noches de espanto del pabellón, con el destino ignoto de María Angélica y Santiago.Sale de la audiencia presidencial y un ayudante severo lo acerca al ministerio del Interior, donde el general Harguindeguy, le promete la información que nunca llegará y él musita que ahora a su hijo más chico, Martín, lo tiene lejos. Algun cretino le dice que venga al país, que "no hay poblema". Pero el subsecretario del Interior, el actual diputado Ruiz Palacios, lo saca al patio de las palmeras y le aconseja: "Mire, mejor que se quede en México, en este país no hay seguridad para nadie".
CLAVES
 - Antes de hacer desaparecer a 30 mil argentinos, Jorge Rafael Videla internó a uno de sus siete hijos en la Colonia Montes de Oca para enfermos mentales.
- La Colonia ha sido descripta como "un depósito de cadáveres".
- Alejandro Videla, que entró de adolescente, vivió años en el pabellón número 7 y murió en la Colonia.
- Los Videla guardaron secreto sobre la vida y la muerte del hijo escondido.- El suboficial Santiago Cañas, que trabajó en Montes de Oca, le mencionó el caso a Videla para salvar a una hija secuestrada por el Ejército.
- Después de la carta le secuestraron dos hijos más y le asesinaron a su mujer y otra hija.   
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EL ÚNICO SOBREVIVIENTE DE LA FAMILIA CAÑAS RESPONSABILIZA
A VIDELA
"El conocía bien el caso"
Por Miguel Bonasso, 22 de junio de 1998.
En diálogo con Página/12 Martín Cañas responsabiliza al preso de Caseros por el asesinato de su madre y una hermana y por la desaparición de otros dos. También revela cómo los militares intentaron secuestrar a su pequeño sobrino cambiándole la identidad. El mismo delito por el que ahora está detenido Videla.
"Videla es el responsable principal del asesinato de mi madre y mi hermana y el secuestro de mis otros dos hermanos. Conocía perfectamente el caso y no hizo nada para salvarlos", dijo a Página/12Martín Cañas, único sobreviviente de la familia de Santiago Cañas, el suboficial de Ejército que trabajó en la Colonia Montes de Oca de Torres para enfermos mentales, donde el ex dictador abandonó a Alejandro, uno de sus hijos. Como lo informó ayer este diario en exclusiva, el hijo de Videla vivió y murió --en el mayor de los secretos-- en la tétrica Colonia. Cuando al suboficial Cañas le secuestraron a su hija Angélica, la primera de una trágica secuela que acabó con su familia, le imploró a Videla que al menos le permitieran conocer su paradero. Lo hizo apelando a los sentimientos "humanitarios y cristianos" del dictador y "en memoria de ese hijo suyo que tenía internado en la Colonia Montes de Oca de Torres". 
Martín Cañas (42 años), que ahora reside en México donde es profesor de matemáticas, mantuvo una extensa entrevista telefónica con Página/12 en la que evocó, sobriamente emocionado, la tragedia de su familia y formuló nuevas revelaciones que incluyen una denuncia por robo de niños (afortunadamente frustrado) en contra de un sobrino suyo. El episodio vuelve a vincular su trágica historia con la situación actual de Videla, detenido precisamente por sustracción de menores.
 Según Martín Cañas, su padre conoció personalmente al hijo de Videla cuando trabajó en la Colonia Montes de Oca y le habría hecho un misterioso favor al ex general del cual se llevó el secreto a la tumba. "Según lo que me contó mi papá ni Videla ni su mujer (Alicia Raquel Hartridge) iban nunca a ver al muchacho, que era discapacitado mental y estaba ahí tirado, en ese lugar horrible, junto con los otros enfermos de la Colonia. A mí me queda claro en mi recuerdo que lo habían abandonado. Que eso es lo que me contó mi padre en 1984, cuando nos encontramos en Buenos Aires después de la dictadura. Entonces pensé que había una lógica: alguien que hacía eso con su propio hijo, ¿qué no podía hacer con los hijos de los demás?"
La historia de Martín Cañas es la historia del país real, sumergido. Pertenece a una familia muy humilde y él mismo, antes de ser profesor de matemáticas, fue durante muchos años artesano (herrero de obra) y en los meses de persecución y clandestinidad que siguieron al asesinato de su madre y su hermana, anduvo de albañil por las provincias. En 1977 el hijo menor del suboficial retirado Santiago Sabino Cañas tenía 21 años, estudiaba en la Universidad Tecnológica de La Plata y militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). "En realidad los estudios los tenía un poco abandonados y tuve que recuperarlos más tarde", recuerda, "porque ya la represión era muy fuerte". Y no tardaría en caer sobre su familia.
El 15 de abril de 1977 fue secuestrada en las calles de La Plata su hermana mayor, Angélica, de 29 años, que militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). "Estaba en la UES --aclara Martín-- porque recién estaba haciendo la secundaria. Como ocurre en las familias pobres los hermanos mayores son los que tienen que salir a trabajar y estudian cuando pueden." Pese a todos los esfuerzos del suboficial Cañas y su diálogo con Videla, relatado ayer por Página/12, Angélica integra la lista de desaparecidos. Según averiguaciones hechas por su hermano menor había sido secuestrada por elementos de la Policía Bonaerense que la habrían llevado al Pozo de Banfield.
"El 2 de agosto --rememora Martín con una voz que pretende ser neutra-- secuestraron a mi hermano Santiago, de 26 años, que también militaba en la UES. Y al día siguiente asesinan a mi madre (María Angélica Blanca) y a mi hermana Carmen, de 23 años, que estaba embarazada de tres meses. Yo me salvo por pocos minutos."
El operativo del Ejército y la Bonaerense, que el diario El Día de La Plata presentó como tiroteo, fue un alevoso asesinato. María Angélica Blanca (62 años), ya separada del suboficial Cañas, vivía con su hija María del Carmen, su yerno Ricardo Valiente, su nietito Ernesto Valiente de un año y medio y una nena "de unos compañeros que habían sido secuestrados", en una vivienda precaria ubicada en las calles 134 y 39 de La Plata. Allí llegó a las 6.30 de la tarde del 3 de agosto su hijo mejor, Martín, para avisarles que "se levantaran antes de que aparecieran los milicos". El consejo era certero porque Martín se fue y "la patota apareció a la media hora". La madre de Martín, que era dirigente del Partido Peronista Auténtico (PPA), y su hija fueron acribilladas a balazos pese a que estaban desarmadas y no habían opuesto resistencia. Las actas del forense, reproducidas ayer en estas páginas, señalan claramente que los cadáveres de las dos mujeres presentaban idéntica "destrucción de masa encefálica".
Los únicos sobrevivientes son los chicos, que se lleva el Ejército y que el suboficial Santiago Cañas lograría recuperar casi dos meses más tarde, en la Casa Cuna, cuando a su nieto Ernesto Valiente ya le habían falsificado la partida de nacimiento y lo habían rebautizado Cristian, con la evidente intención de robarlo a su familia de sangre. El delito imprescriptible por el cual el juez Roberto Marquevich tiene hoy procesado a Jorge Rafael Videla.
Martín Cañas revive aquel momento terrible, desde la piel de su padre, ese hombre humilde que a los ocho años ya trabajaba en la cámara de un frigorífico y que había entrado al Ejército, como tantos muchachos de su condición, para encontrar comida, techo y un reconocimiento social. Que en sus súplicas a Videla todavía le hablaba de "nuestro querido Ejército", "como si fuera el mismo ejército el de los zumbos y los oficiales que los desprecian", comenta Martín. Y recuerda que su "papá", como lo sigue llamando, fue al lugar de la masacre como fue él mismo, "haciéndose el pelotudo". Y su padre estuvo "a punto de ser boleta". "Porque había una patrulla de la Policía Bonaerense y aunque él se identificó como suboficial del Ejército le tiraron la credencial al suelo. Así como las fotos de la familia que había ido a recoger en los escombros. Porque se habían robado todo y habían destruido todo." Hostigado y provocado por los policías, Cañas emprendió la retirada a pie. Hasta que se echó a correr y se metió en el colegio religioso San Miguel, donde pidió un teléfono "para comunicarse con su amigo el suboficial Larrubia, que presidía el Círculo de Suboficiales Retirados". 
Pronto, un grupo solidario acudió a rescatarlo del cerco que ya habían establecido los policías. "Ellos le salvaron la vida --dice Martín-- y fueron decisivos para recuperar a mi sobrino Ernestito de la Casa Cuna". Ellos también, esos suboficiales que Martín Cañas ve "despreciados por las jerarquías militares, porque son hijos de obreros y peones", hicieron lo que hoy se llama un "lobby" para que Videla recibiera, finalmente, al hombre que le había recordado, con candor o temeridad, que había tenido un hijo, allá, en esa Colonia Montes de Oca de Torres que en los ochenta llegaría a ser una especie de Auschwitz de la psiquiatría argentina.
Pero en aquellos meses terribles Martín Cañas no pudo verse con su padre. Y no conoció la historia decimonónica del Videla internado en la Colonia Montes de Oca. Deambulaba entonces por las provincias, como alucinado extranjero en un país hostil y extraño, donde veía a la gente reír y se preguntaba "¿y de qué se ríen estos pelotudos?". Mientras su padre, en una de las múltiples cartas a Videla, lo daba también a él como "desaparecido" preventivamente, para protegerlo de la represión.
Se enteraría de la historia mucho después, cuando llegó la democracia y él pudo regresar de un exilio amparado por el ACNUR en el que había transitado, sucesivamente, por Brasil, Francia y México. Ese México al que regresaría a vivir, ya por propia voluntad, crítico de esa "democracia que no castigó a los culpables y no nos hizo justicia a las víctimas". Cuando se encontró con su padre, que moriría cuatro años después (en 1988), vio "a ese hombre que había consagrado treinta años al Ejército y no podía creer que el Ejército hubiera practicamente aniquilado a su familia. Recordé nuestras discusiones de otros tiempos, cuando él decía que la institución era noble y que los malos eran algunos hombres. Pero ya parecía haber comprendido que toda la institución había estado involucrada en la represión. Y que ese Videla que la comandaba y que lo había recibido tarde y para no aportarle nada, ni siquiera un dato sobre mis hermanos, era si no el único, el principal responsable de su desaparición". 
*****************************************VIDELA INTENTO DESMENTIR LA DENUNCIA SOBRE SU HIJO FALLECIDO
Otra mentira desde el poder

Elena Hartridge dijo que su hijo nunca estuvo en la Colonia Montes de Oca, pero el actual director de la misma confirmó lo contrario, detallando su fecha de ingreso y su permanencia en el establecimiento hasta que falleció. La verdadera historia de un "depósito de seres vivientes"
Jorge Rafael Videla, el dictador que arrasó con miles de familias.
Su mujer niega todo, pero él fue socio de la cooperadora de la Colonia.

Por Miguel Bonasso, 23 de junio de 1998.
Alicia Hartridge de Videla intentó desmentir ayer lo que reveló Página/12 este domingo: que ella y su esposo, el ex dictador Jorge Rafael Videla, tuvieron un hijo oligofrénico al que internaron en la Colonia Montes de Oca de Torres, a doce kilómetros de Luján, donde el joven permaneció hasta su muerte, en junio de 1971. Sostuvo, además, que Página/12pretendía "deshacer su familia". Este cronista, por su parte, confirmó de manera puntual y oficial la información adelantada a los lectores en las ediciones de ayer y anteayer: Alejandro Eugenio Videla fue dejado por sus padres en la Colonia Montes de Oca para discapacitados mentales, donde permaneció durante siete años y falleció a los 19 años. La señora de Videla no hizo ninguna referencia a la otra familia aludida en las crónicas: la del suboficial retirado Santiago Sabino Cañas, a quien efectivos dependientes de su esposo le secuestraron dos hijos y le asesinaron a la mujer y otra hija. Amén de intentar robarle el nieto de año y medio, Ernesto Valiente.
Según diversas fuentes periodísticas, Alicia Raquel Hartridge de Videla habría mantenido dos diálogos con la prensa. Uno telefónico, en la noche del lunes, con la producción de América TV, en el que desmintió haber tenido un hijo internado en la Colonia Montes de Oca, aunque admitió que uno de sus siete hijos había fallecido a los 19 años. El otro habría sido ayer por la mañana, a través del portero eléctrico de su vivienda. De acuerdo con el relato del diario Crónica, que reproduce un cable de Noticias Argentinas, habría dicho "enfáticamente": "Yo he tenido siete hijos, pero mis hijos no son míos. Son de Dios. Dios me los dio y se los puede llevar cuando tenga ganas. Me llevó uno. Me mandó un enfermo, me lo regaló 19 años. Y nos mandó un ángel a nuestro hogar. Lo que quiere ese diario (aludiendo a Página/12) es deshacer la familia. Pero no nos van a deshacer". Luego, "cuando una periodista de un canal de cable le preguntó si había tenido, entonces, un hijo oligofrénico, la mujer respondió: "No, por Dios, no fue oligofrénico; murió a los 19 años, hoy tendría 46". Para concluir: "Lo cuidé yo con mi marido. No nos van a deshacer. No, adiós".
El vespertino agrega que "otra hija de Videla" a la que le preguntaron si la familia había ocultado a un menor enfermo, lo desmintió con un "nunca, jamás".
Por su parte, el doctor Alberto Desouches, actual interventor de la Colonia Montes de Oca, confirmó, en diálogo con este cronista, la información adelantada por Página/12. Según consta en los registros oficiales del establecimiento psiquiátrico, Alejandro Eugenio Videla, hijo de Jorge Rafael Videla y Alicia Raquel Hartridge de Videla, nacido el 7 de octubre de 1951, fue ingresado por su padres a la Colonia Doctor M. A. Montes de Oca el 28 de marzo de 1964. En la internación, como es de rigor, tomó parte el juzgado civil número 2 de la ciudad de Mercedes, que designó "curador" (o sea salvaguarda legal) del interno a su padre Jorge Rafael Videla. Aunque el doctor Desouches no quiso proporcionar la historia clínica del interno, que apenas contaba 12 años cuando fue internado, este diario pudo establecer que el diagnóstico era de oligofrenia profunda combinada con epilepsia, lo que suele ser común en esta clase de patología. Alejandro Videla falleció en la llamada "Casa de los Locos" el primero de junio de 1971 a causa de un edema agudo de pulmón provocado por insuficiencia cardíaca. Tenía 19 años. En aquel momento su padre, que era coronel, revistaba como jefe de operaciones del cuerpo III de Ejército, con sede en Córdoba. Seis meses más tarde sería ascendido a general de brigada y nombrado director del Colegio Militar. La Argentina padecía la penúltima dictadura castrense de este siglo, autodenominada Revolución Argentina. Al frente de la presidencia de facto estaba el oficial de inteligencia Roberto Marcelo Levingston y la Colonia tenía como interventor al coronel médico René Bergara (ya fallecido), cuya gestión es recordada elogiosamente por algunos veteranos del establecimiento que hoy viven, jubilados, en las localidades cercanas.
El actual interventor Alberto Desouches, ya consultado por este cronista la semana pasada, volvió a tener una actitud abierta ante el requerimiento periodístico, con la única salvedad de los detalles clínicos. El interventor, embarcado en un plan de "desmanicomialización" de la Colonia, negó haber dicho que ésta fuera un "depósito de cadáveres" en los años '70. Pero admitió que el establecimiento era entonces, como otros "manicomios", un "depósito" de seres vivientes, según el criterio "asilar" (de asilo) y "asistencialista" que primaba en aquellos años, cuando los Videla internaron en la Colonia a su hijo Alejandro.
Preocupado por ser y aparecer como rigurosamente objetivo, el interventor subrayó que "las visitas familiares de los Videla se efectuaban con regularidad" y que el ex dictador "fue socio y miembro directivo de la cooperadora" de la Colonia. Datos que, según el doctor Desouches, figuran en las actas.
Su testimonio corrobora todos los aspectos esenciales de las notas publicadas hasta hoy por Página/12, que vinieron a quebrar un secreto mantenido a cal y canto durante tres décadas: los Videla tuvieron un hijo con un severo problema de discapacidad mental, que mantuvieron oculto y "depositaron" en la Colonia Montes de Oca, donde se murió. Un triste loquero, que en los setenta ya era un depósito de seres humanos y en los ochenta y noventa sería objeto de varias investigaciones administrativas y judiciales por las gravísimas irregularidades que se perpetraron en contra de los enfermos. 
Quedan escasos detalles por resolver en la investigación que no tienen, aparentemente, mayor importancia. La exhumación y publicación de esta historia no obedece al propósito señalado por la esposa del dictador. Ni este cronista ni este diario se dedican a "deshacer familias", especialidad que sí llevó al paroxismo generalizado el esposo de la señora Alicia Raquel Hartridge, ni hubo ningún afán por meterse gratuitamente en la intimidad de la familia Videla, porque tampoco es la especialidad de Página/12 y porque la justicia, que debe alcanzar al ladrón de niños con todo el rigor que marca nuestro ordenamiento jurídico constitucional, no tiene por qué extenderse, de manera arbitraria y revanchista, a sus familiares. Porque eso equivaldría a copiar la ideología del Proceso. Si esta terrible historia familiar no hubiera estado cruzada con la tragedia del suboficial del Ejército Santiago Sabino Cañas, al que el esposo de la señora dejó sin mujer y tres hijos, la historia de Alejandro Videla hubiera tenido mucho menor impacto sobre la sociedad. El único objetivo de este trabajo ha sido el que cuadra a un periodismo independiente: develar los ocultamientos y mentiras del poder. 
CLAVES
* La esposa de Videla negó que su hijo haya estado en la Colonia Montes de Oca, pero el interventor actual ratificó que estuvo internado allí hasta la muerte.
* El ex capitán D' Andrea Mohr presentó ante el juez Bagnasco órdenes escritas y firmadas por Videla y Viola dando directivas para el plan de exterminio y obligando, entre otras cosas, a denunciar docentes subversivos.
* El juez Marquevich dictará entre mañana y el viernes la prisión preventiva para el ex dictador, mientras sigue el debate sobre la existencia de cosa juzgada. 
* Massera fijó domicilio ante el juez Urso con la finalidad de evitar ser sorprendido o detenido como consecuencia de citaciones.* La Ley de la Verdad propuesta por el PJ a fines de abril está cajoneada por presiones militares y dudas del oficialismo.

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Published on May 18, 2013 19:20

May 11, 2013

Una de espías

"__Y otra cosa, Héctor -brama- a fin de cuentas, si nos ponemos a pensar, ¿qué hay de malo en convertir dinero negro en blanco? (...) Así las cosas, ¿dónde preferirías ver ese dinero? ¿Negro y circulando por ahí? ¿O blanco y depositado en Londres, en manos de hombres civilizados, disponible para fines legítimos y por el bien público?
__Siendo así, quizás deberías dedicarte tu mismo al blanqueo, Billy -dice Héctor en voz baja-. Por el bien público".

             Diálogo entre espías del MI6 británico tomado de "Un traidor como los nuestros" de John Le Carré (Plaza y Janés. Buenos Aires 2010).

Cualquier parecido con Los Cinco Grandes del Buen Humor en conferencia de prensa es pura coincidencia.
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Published on May 11, 2013 13:37

April 26, 2013

Repudio total a la salvaje represión en el Hospital Borda




La Metropolitana es la Gestapo de Macri. Hay que denunciar al gobierno porteño ante la CIDH por la represión criminal en el Borda. Marchemos el martes próximo con ATE en repudio a este fascismo inmobiliario que destruye centros hospitalarios para hacer negocios. Hay que recordar atentamente los nombres de quienes salieron  a justificar la ordalía represiva de los pretorianos de Macri: María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta  y Guillermo Montenegro. Que la justicia determine qué clase de “protocolo” ampara legalmente el ataque a médicos, paramédicos, pacientes y periodistas. Que la justicia determine, también, si hubo una orden legal de desalojo y cuáles fueron sus términos.
Destacar que, a 24 horas de que el oficialismo kirchnerista aprobara a presión la limitación de las cautelares, el gobierno capitalino subraya con balazos de goma y garrotes que las cautelares fueron  previstas constitucionalmente para proteger a los ciudadanos más débiles (como los internos del Borda) de la posible arbitrariedad de los funcionarios públicos y los poderes privados.
Ciceron escribió para la Argentina: Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?
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Published on April 26, 2013 12:16

April 21, 2013

Gramsci y el Tyrannosaurus Rex


Por Miguel Bonasso. Buenos Aires, 21 de abril de 2013.

Las antinomias de Antonio GramsciLo que está ocurriendo en la Argentina resulta una encarnación espectacular de los conceptos básicos de Antonio Gramsci: sociedad civil y sociedad política. El gran teórico del comunismo italiano se hubiera maravillado ante la representación casi perfecta de sus antinomias en la gran marcha nacional del 18-A.

Por un lado, la sociedad civil (pluriclasista) saliendo a la calle para reclamar o defender diversos derechos cívicos en una reivindicación polimorfa pero única, por el otro la parte opositora de la sociedad política dividida, desorientada, marchando detrás de aquellos a quienes debería representar sin poder lograrlo.

Completando el cuadro, la parte oficialista de la sociedad políticaenojada ante la manifestación de la sociedad civil, procurando reducir el número de manifestantes en un estúpido regateo que vuelve a descalificarla.

Las dos categorías centrales del pensamiento gramsciano siguen sin encontrarse.

El teorema de Sandler vuelve a evidenciarse: la argentina es una sociedad con gran energía política y muy escasa cultura política.  


         En el pasado ese desencuentro entre sociedad civil y sociedad política produjo resultados lamentables. La formidable energía tectónica que se liberó el 29 de mayo de 1969 en el Barrio Clínicas de Córdoba no logró ser encauzada por los sectores más radicales y terminó bajo el ala de Juan Perón que la malversó en beneficio de la reacción, hasta que su muerte (más que previsible) dejó al país a merced de los asesinos.

         El estado asambleario de la ciudadanía, que estalló en mil colores tras la jornada heroica del 20 de diciembre del 2001, se fue miniaturizando al compás del infantilismo izquierdista, hasta que el duhaldismo primero  y el kirchnerismo después vinieron a ocupar el centro de la escena.

         Más inteligentes que Duhalde, Kirchner y Cristina acoplaron a su gestión algunas de las reivindicaciones de aquel gran diciembre que tumbó al estólido y perverso De la Rúa. Reivindicaciones que tenían que ver –curiosamente- con la calidad institucional de la República. Aunque la desocupación y el corralito jugaron un papel protagónico en el estallido, también pesó de manera decisiva el clamor para que se acabara la impunidad (respecto al genocidio y la corrupción) y el cambio de una Corte Suprema de letrina por un tribunal superior que hiciera honor a su altura jurídica.

         El cumplimiento (parcial) de estas reivindicaciones cívicas fue recompensado con el respaldo ciudadano. Kirchner, que había sacado el 22 por ciento de los votos en los comicios del 27 de abril de 2003, saltó rápidamente a un 70 por ciento del apoyo popular en todas las encuestas.
Prodigioso capital que descendió vertiginosamente en la “guerra gaucha” del 2008 y su secuela electoral del 2009 y luego logró ser recompuesto, tras su muerte y el irresistible ascenso al 54 por ciento.

         ¿Qué es lo que ocurrió, entonces, entre aquel resultado electoral y el repudio de grandes sectores ciudadanos que se evidenció en las marchas del 13S; el 8N y el 18A? El cansancio ciudadano ante la comprobación de que persiste la cópula entre política y negocios. La evidencia de que la corrupción mata e impide la construcción de un verdadero Proyecto Nacional. La aplastante convicción de que los sinvergüenzas van al sector VIP de las discotecas y no a la cárcel. Que el Estado es un botín para los políticos y la división de poderes una cuasi ficción que se intenta perfeccionar –para mal- acabando de una buena vez con el escaso margen que le resta a la justicia. 

         Resulta algo simplista decir que una cosa fue la era de Néstor y otra totalmente diferente la de Cristina, como si la pareja presidencial no conformara una díada político-ideológica que construyó a medias lo que suele llamarse el Modelo K. Una suerte de peronosaurio patagónico que ya ha cumplido diez años de edad. 

         La creación del Peronosaurio los unifica más allá de algunas diferencias entre los primeros años de Néstor y los últimos de Cristina, como el superávit fiscal de Kirchner y el déficit de su viuda. O el aplauso ante una corte de juristas respetados que ahora ha sido reemplazado por los destemplados improperios de la señora Bonafini contra esos mismos juristas.

         Lo que hoy apesta ya estaba en germen en el gobierno de Néstor. Los testaferros afilaban los cuchillos para el festín de las licitaciones. Más que para gestar una “nueva burguesía nacional”, para armar en las sombras el Grupo Económico K: las garras, las fauces y el sistema digestivo del Peronosaurio.

         Con un nuevo esquema de la asociación obligatoria, que logró superar al diezmo menemista: “vas a ganar todas las licitaciones pero yo voy a tener el diez por ciento de tu empresa”.

         Este el secreto a voces que no alcanza a descubrir la justicia federal de Comodoro Py, donde los allanamientos parecen un travelling de Tarkovsky. La urdimbre real de la podredumbre política, tapada por la eclosión cloacal de las malas fariñas, la tv basura, los desorientadores de opinión y las hetairas que evocan la decadencia del menemismo y su epítome: el jarrón de Cóppola. ¿Hasta cuando, joven, hasta cuando?

         Esta es la clave que oculta el incienso de los “intelectuales K”. El acertadísimo reemplazo de los eructos de Gostanian por los razonamientos alambicados de “filósofos” como Forster ante la mirada  comprensiva de Feinman el Malo, convenientemente cristinizado por el olio sagrado de Cristóbal López y sus tres mil tragamonedas.

         Progresistas y fascistas conviviendo en el vientre del Peronosaurio Patagónico en transición -cada vez más notoria y acelerada- hacia el Tyrannosaurus Rex. Hacia la absolutización del poder.


         Así, frente a un sector de la sociedad política cada vez más ávido de poder y otro sector –el opositor- fragmentado e ineficiente, emerge nuevamente la reacción multiforme de la sociedad civil expresando con  nitidez su rechazo ante la degradación del Estado de Derecho, que alcanzaría niveles insoportables con una nueva reelección en el 2015.

         Reacción imprescindible pero insuficiente.

         ¿Cómo traducir esa energía en propuesta política? ¿Cómo superar el escepticismo justificado de la sociedad civil frente a los vicios e ineptitudes que caracterizan a vastos sectores de la sociedad política?

         El mero amontonamiento de dirigentes no garantiza el éxito. El fracaso total de la Alianza es la mejor demostración de que la unidad por la unidad no sirve.Retroceder hacia una construcción política que tuviera como objetivo excluyente desplazar al poderoso de turno (llámese Menem o Cristina) sin definir simultáneamente las grandes metas programáticas que la fuerza emergente pretende alcanzar, sólo conduciría a una nueva frustración colectiva.

         Al mismo tiempo, es indudable que el proyecto continuista no será electoralmente derrotado sin una imprescindible sumatoria de votos. Ya. Con la urgencia del caso. No se avizora un 2015 victorioso sin un 2013 que levante una primera barrera contra el avance autoritario del gobierno.

         ¿Cómo lograr dos objetivos que parecen antagónicos? Es un tema arduo, difícil, que trasciende los modestos límites de esta reflexión puntual sobre el pasado 18 de abril, pero que nos convoca a todos los que pretendemos vivir en un país donde la justicia social y la libertad no sean términos antitéticos.

         No sobra el tiempo, pero aún es posible intentar una política de grandeza y desprendimiento como la que la sociedad civil está reclamando. Los dirigentes más honestos y decididos de la sociedad política deben ponerse a la altura de este momento histórico, en el que hacen falta más que nunca las ideas superadoras y los compromisos éticos de cara a la sociedad civil.

         El país necesita más que nunca un gran frente que trascienda las fronteras partidarias y se proponga erradicar para siempre el vínculo perverso entre negocios y política.

         Es imprescindible derrotar al grupo faccioso que pretende eternizarse en el poder, pero de poco nos serviría si no derrotamos simultáneamente a la corrupción que mata, se disfraza y se multiplica como una hidra de mil cabezas. No sólo en la sociedad política sino también en la sociedad civil.

         Como cualquier cambio cultural, no será rápido ni fácil. Pero, como reza un proverbio oriental todo comienza con un primer paso.
         Tal vez con un Pacto. Que no puede ser el de Olivos, sino el que sellaron los ciudadanos en las calles de la República.

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Published on April 21, 2013 22:06

April 11, 2013

No hay Lama sin Pascua


Por Miguel Bonasso. Buenos Aires, 11 de abril de 2013

               Como compadres de esquina que buscan disimular el efecto de la trompada recibida, el gobernador de San Juan José Luis Gioja y sus patrones de la Barrick Gold, salieron a decir que el fallo de la justicia chilena ordenando la suspensión de los trabajos en el complejo binacional Pacua-Lama, no afectaba la operación megaminera en el lado argentino.
 
“En Lama se sigue trabajando normalmente”, dijo Gioja en sintonía con la empresa canadiense.  Omitió recordar lo que resulta inocultable: el 75 por ciento del mineral se encuentra en Chile. Argentina pone –en cambio- el 90 por ciento del agua. Pascua y Lama están indisolublemente unidos. A tal punto que hubo que hacerles un exótico tratado binacional a medida, que firmaron los presidentes Carlos Menem y Eduardo Frei en 1997, amén de numerosos convenios parciales, como el acuerdo secreto que firmó el titular de Hacienda de la Argentina, Juan Carlos Pezoa con su similar chileno, para admitir precisamente que la mayor carga tributaria se aplicaría en Chile, porque este país aportaba tres cuartas partes del material.
Después de haberse llenado la boca con “el primer emprendimiento minero binacional de la Tierra” ahora funcionarios y ejecutivos hablan de Lama, la parte argentina del complejo en la que se asienta –entre otras cosas- el temible dique de colas donde yacerá de regalo el barro cianurado. De Lama habla Gioja y de Lama habla el secretario de Minería de la Nación, el socio minoritario de Barrick, Jorge Mayoral, que dijo muy suelto de cuerpo: “Nada de lo que acontezca del otro lado va a afectar a Lama”.
Algo distinto piensan los que manejan el dinero, porque las acciones de Barrick Gold en Wall Street se derrumbaron en más de un ocho por ciento el jueves 11 de abril. Ese mismo día cayeron 8.62 por ciento en el mercado de Toronto, sede de la megaminera.Algo sabe de esto otro socio minoritario de Barrick y miembro de la Cámara Minera de San Juan, el geólogo Ricardo Martínez. Que encendió la alerta roja: “es imposible que Lama (ubicada en San Juan) se desarrolle sin Pascua, porque a mediados de 2014 está previsto comenzar con la explotación minera del lado chileno, la del lado argentino está recién para el 2015. Nunca fue previsto un desarrollo individual del proyecto, sino conjunto; y esto va a retrasar aún más la etapa de producción”. Luego, sorpresivamente cargó contra un comprovinciano de su mismo bando, el Secretario de Minería Mayoral: “lamentablemente nuestro Secretario de Minería vuelve a renegar de su profesión (geólogo). Es imposible que ocurra lo que plantea Mayoral. Son menores las reservas en Argentina que del lado chileno”.   
La causa es, obviamente, el fallo ejemplar de la Corte de Apelaciones de Copiapó, en el desértico norte chileno, que vino a darle la razón a los regantes del Valle de Huasco. En este caso particular a miembros de la etnia diaguita.
Ese fallo, que para Barrick y sus funcionarios a sueldo, es provisorio, tiene implicaciones decisivas para Argentina, el único país de la tierra que cuenta con una ley de protección a los glaciares y las áreas periglaciales, porque se fundamenta –precisamente- en “la destrucción de glaciares y la contaminación de recursos hídricos”.
La justicia chilena viene a confirmar lo que sostuve cuando presenté y defendí la ley de glaciares en la Cámara de Diputados y luego en mi libro “El Mal. El Modelo K y la Barrick Gold, amos y servidores en el saqueo de la Argentina”: que la empresa había mentido en su estudio de impacto ambiental y estaba operando sobre glaciares y áreas periglaciales. La Corte de Copiapó viene a demostrar que las medidas cautelares solicitadas a la Corte Suprema de Argentina por la Barrick Gold eran una confesión indirecta de que para llevar a cabo su emprendimiento necesitaban destruir estas vitales fuentes de agua, que nacen en la Cordillera de los Andes pero discurren por todo nuestro territorio.
Demuestra que el amparo interpuesto originalmente ante el juez federal de San Juan, Miguel Gálvez, constituía una sucia treta para secuestrar la ley de glaciares en el territorio de San Juan. Objetivo que lograron durante meses, hasta que la Corte Suprema puso fin a esta cautelar que el gobierno de Cristina Kirchner –tan enemigo en apariencia de las chicanas judiciales- no consideró en modo alguno nociva. Porque ya se sabe: hay cautelares buenas y cautelares malas.
Los jueces chilenos acogieron el recurso judicial presentado por la comunidad diaguita a través de su abogado Lorenzo Soto, recordando la serie de sanciones y apercibimientos que la autoridad administrativa le aplicó a  Minera Nevada SPA (el nombre legal de Barrick en Chile), por graves irregularidades en el manejo del medio ambiente.
En octubre pasado el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) dispuso el cierre temporal de las operaciones de perforación, tronadura, remoción de tierras y vaciado en botadero de estériles de Pascua Lama.
En noviembre de 2012, el SERNAGEOMIN obligó a la minera a suspender tareas de excavación ante  un exceso de material fino en suspensión que representaba un riesgo para la salud de los trabajadores.
En marzo de este año Barrick fue multada varias veces, hasta sumar 258 mil dólares, por el Servicio de Evaluación Ambiental de la región chilena de Atacama. Entre otras causas,  por incumplimientos en su plan de monitoreo de glaciares.
En abril, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) de Chile acusó a la empresa de no haber construido canales perimetrales que permitan el manejo de ácidos de su depósito de estériles. Lo que se llama un buen prontuario.
Es difícil trasladar la alegría al futuro y no pensar en todas las trampas que llevará a cabo el mayor productor de oro del mundo. Al cabo, aquel ambicioso proyecto binacional que empezó con una nada desdeñable inversión de tres mil millones de dólares, se ha triplicado. ¿Podrá una corte provincial de Chile frenar un gigante que ya se calcula en 9 mil millones de de dólares?  Ojalá. Compartimos el júbilo y la cautela de las organizaciones de regantes del Valle de Huasco ante la histórica medida judicial, que demuestra lo obvio: “no se puede trabajar en un ecosistema glaciar sin dañarlo”.

Sus advertencias respecto a posibles propósitos subalternos del abogado de los diaguitas Lorenzo Soto: “si sus acciones pretenden conducir hacia compensaciones económicas reiteramos que para nosotros el agua vale más que el oro y que no estamos dispuestos a negociar la afectación de nuestras reservas hídricas”.

Pero, sobre todo, hacemos nuestro el principal reclamo, que vale para Pascua y para Lama, para Chile y Argentina: “exigimos la revocación definitiva del permiso ambiental de Pascua Lama, debido a la enorme cantidad de antecedentes nefastos que acumula este proyecto, que pone en cuestión la sustentabilidad de nuestra cuenca y de la cuenca de San Juan por el lado argentino”.
  Eso es. Una bella bandera para llevar a las calles argentinas el próximo 18 de abril.“BARRICK, GO HOME”.


Entrevista a Miguel Bonasso sobre Pascua Lama en el programa de
Jorge Lanata. 11 de abril de 2013.



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Published on April 11, 2013 19:38

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Miguel Bonasso
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