Xavier H. Castañeda's Blog
June 7, 2024
Vivir con honor: la última lección de Sócrates

En el diálogo "Crito" de Platón, Sócrates debate con su amigo Crito sobre si debe escapar de su cautiverio antes de su ejecución, una posibilidad que sus amigos le ofrecían. Sócrates se niega, argumentando que sería injusto evadir su sentencia y socavar las leyes de Atenas, de las cuales se ha beneficiado. Así, Sócrates prioriza su integridad y sus principios filosóficos sobre la supervivencia personal, destacando temas de justicia y responsabilidad ética dentro de la sociedad.
Sócrates argumentó que escapar significaría romper su contrato social implícito con el Estado, que requería cumplir sus leyes y juicios. Este contrato social, explicó, era un acuerdo que había aceptado implícitamente al elegir vivir en Atenas y beneficiarse de sus estructuras legales y sociales a lo largo de su vida.
Sócrates sostenía que la esencia de la vida no radica simplemente en vivir, sino en vivir de manera honorable y justa. Para él, nunca fue justificable responder a una injuria con otro acto incorrecto. La represalia, creía, perpetúa la injusticia en lugar de rectificarla. Sostenía que la verdadera virtud implica mantener los principios incluso ante el sufrimiento o la muerte. Vivir honorablemente significaba adherirse a la justicia y la sabiduría, independientemente de las consecuencias personales. Al elegir permanecer en Atenas y aceptar sus beneficios, tales como la educación y la protección bajo sus leyes, Sócrates sentía que tenía el deber de respetar y obedecer sus decisiones legales, incluso si estas eran defectuosas. Escapar de su castigo no solo violaría este deber, sino que también socavaría los mismos principios que pasó toda su vida defendiendo. Demostraría una falta de integridad y un fracaso en sostener los ideales de justicia y sabiduría.
Además, Sócrates creía que su papel como filósofo exigía un estándar más alto de conducta moral. Si huyera, estaría dando un mal ejemplo a sus seguidores y socavando su trabajo de toda la vida. Su compromiso con la filosofía y la búsqueda de la verdad requerían enfrentar su castigo de frente, demostrando que la búsqueda de la justicia y la sabiduría trasciende la seguridad y la supervivencia personales.

La decisión de Sócrates de elegir el honor sobre la vida sirve como una poderosa lección para la sociedad contemporánea, donde puede parecer que nada tiene verdadera importancia, y donde los valores a menudo parecen estar diluidos. En una sociedad a menudo dominada por la gratificación instantánea y la búsqueda de lo material, su compromiso inquebrantable con su integridad son como un faro de claridad moral. Su disposición a sacrificarlo todo en lugar de traicionar sus principios nos insta a reconsiderar la verdadera esencia de la importancia de los valores que deberían guiar nuestras acciones. En un mundo donde a menudo reina la superficialidad, el ejemplo de Sócrates nos anima a abrazar el coraje moral y la búsqueda de ideales nobles, recordándonos la importancia perdurable de vivir según nuestros principios en lugar de deseos fugaces.
Si le interesa explorar más a fondo estos conceptos, mi sugerencia siempre es recurrir a los textos originales antes de depender de interpretaciones de otros. Para este tema en particular, recomiendo comenzar con los diálogos de Platón: 'Apología', 'Crito' y 'Fedón', en ese orden. 'Apología' trata sobre el juicio y la condena de Sócrates, 'Crito' narra la urgente súplica de un amigo para que Sócrates escape y su razonamiento moral para permanecer en prisión a pesar de la amplia oportunidad de huir, y 'Fedón' detalla sus últimas conversaciones y eventual muerte.
Xavier H. CastañedaJune 4, 2024
Verdades ocultas: la realidad que se esconde en los mundos de ficción

Tomemos la ciencia ficción, por ejemplo. Aunque la tecnología y los escenarios puedan estar lejos de nuestra realidad actual, la exploración de la ambición humana, los dilemas éticos y las consecuencias de nuestras acciones siguen siendo profundamente relevante. Consideremos las obras de Philip K. Dick o Isaac Asimov. Sus mundos futuristas y tecnologías avanzadas sirven como escenario para explorar preguntas profundas sobre la identidad, la moralidad y la esencia de la humanidad. A pesar de los paisajes alienígenas y los escenarios especulativos, las preocupaciones y emociones básicas nos son íntimamente familiares, ancladas en nuestras propias experiencias y temores.
Incluso en el realismo mágico, donde lo cotidiano y lo extraordinario se mezclan, los elementos fantásticos resaltan y amplifican verdades sobre nuestro mundo. “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez utiliza el realismo mágico para explorar las dinámicas políticas, sociales y familiares de América Latina, ofreciendo conocimientos sobre la historia y cultura de la región a través de un lente ficticio. Los acontecimientos fantásticos en la novela, como la ascensión de Remedios la Bella o la lluvia de flores amarillas, sirven para subrayar las verdades emocionales y psicológicas de las vidas de los personajes.
Además, la ficción tiene el potencial de dar forma a nuestras percepciones de la realidad. Lo que imaginamos y escribimos puede convertirse en verdad en el panorama más amplio, incluso si no es real inicialmente. Al imaginar y contemplar estos escenarios, les damos una forma de realidad. Consideremos las obras de Julio Verne, cuyas historias en su momento fantásticas e imposibles de submarinos y viajes espaciales precedieron a los avances tecnológicos en esas áreas. Las representaciones ficticias de Verne de innovaciones tecnológicas inspiraron a científicos y exploradores reales, demostrando cómo la ficción puede allanar el camino para que surjan nuevas verdades. El mismo caso se da con las películas de Indiana Jones, que inspiraron a generaciones de niños a convertirse en verdaderos arqueólogos.
Otro ejemplo es “1984” de George Orwell, una novela distópica que, aunque no es una predicción del futuro, ofrece una inquietante exploración del totalitarismo y la vigilancia. Varios elementos del mundo ficticio de Orwell han encontrado paralelos inquietantes en la sociedad moderna, ilustrando cómo la ficción puede anticipar e influir en los desarrollos del mundo real. A través de la narrativa de Orwell, los lectores obtienen una comprensión más profunda de los peligros del poder sin restricciones y la importancia de salvaguardar las libertades democráticas.
La ficción también permite a los escritores explorar y expresar verdades sobre la condición humana de maneras que el simple relato factual a menudo no puede. Al tejer estas verdades en las historias, como escritores creamos obras que resuenan profundamente con los lectores, ofreciendo no solo un escape de la realidad, sino también un espejo que refleja las complejidades de sus propias vidas. Esta combinación de imaginación y verdad es lo que hace que la ficción no sea solo una forma de entretenimiento, sino un medio vital para comprender e interpretar el mundo que nos rodea.

Además, la ficción puede desafiar nuestras creencias e instarnos a ver el mundo desde nuevas perspectivas. “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee aborda temas de racismo e injusticia, obligando a los lectores a confrontar verdades incómodas sobre la sociedad y ellos mismos. Al interactuar con tales narrativas, participamos en un diálogo que trasciende las páginas del libro, influenciando nuestros pensamientos y acciones en el mundo real.
En esencia, la ficción es una poderosa herramienta para explorar y comunicar verdades sobre nuestra existencia. La ficción une lo imaginado y lo real, permitiéndonos navegar las complejidades de la vida con mayor perspicacia y empatía. A través del lente de la ficción, podemos examinar la condición humana en todas sus facetas, desde lo mundano hasta lo extraordinario, y encontrar significado en las historias que creamos y compartimos. Esta es la perdurable fuerza de la ficción: no es solo un escape, sino un viaje al corazón de lo que significa ser humano.
Xavier H. Castañeda
Cómo hacer la taza perfecta...

Del como hacer un café perfecto por su sencillez: una guía para incautos.
El camino para hacer la taza perfecta esta pavimentado de dura prueba y error... aunque solo se necesita una pizca de saber como hacerlo y alrededor de unas 57 tazas para dominar la técnica (broma); el viajero que se atreva a tan tortuoso camino es recompensado con el mejor café que haya tomado en su vida, un café contra el que juzgará todos los demás cafés que tome en adelante. Un café espeso, cremoso, humeante y sabroso como el que más, aunque dicho "café" se componga de 1,757 hechuras diferentes con otros tantos granos y en tantos otros días... ¿Pero es un misterio centenario?
No.
El secreto para hacer este café de ensueño es hacerlo con las herramientas adecuadas, y la primera herramienta es la CAFETERA FRANCESA, así, con mayúsculas. Tanto los más expertos catadores de café como los aficionados de toda la vida están de acuerdo que esta es la mejor manera de disfrutar de todas las características que los granos ofrecen. ¿Qué hay otras formas? ¡Claro! La cafetera Moka italiana es otra opción. Y la cafetera turca también. No se hable de las máquinas tipo barista para hacer espresso.

Esta cafetera le permite disfrutar, querido lector, del café que elija, en toda su expresión.
Sin embargo, requiere usted también de otras herramientas e ingredientes igualmente importantes para llegar a la antes mencionada perfección, a saber:

Estos utensilios los utilizará usted por mucho tiempo si los cuida bien, además de encontrarlos en cualquier tienda especializada sin mayor problema.

a) Llene de agua la cafetera hasta su nivel superior sin derramarla. Vacíe esta en la olla para calentarla. Coloque el termómetro en la olla. El agua debe calentarse hasta alrededor de 70º C (160º F) y JAMÁS debe hervir, esto "quemaría" el café (es un decir).
b) Mientras el agua se calienta, ponga tres cucharadas de café en grano en el molino y muela este durante aproximadamente seis segundos. Mueva alternativamente el molino para que el café se muela de manera regular mientras lo activa. La consistencia debe ser granulosa. Tanto el almacenar el café en grano, como el molerlo justo antes de hacerlo le garantizará un café lo más fresco posible.

d) Una vez pasados los cuatro minutos, baje lentamente el cedazo hasta el fondo... y estará listo para degustar el mejor de los cafés que haya usted probado.
* Método alternativo: Se puede alcanzar un sabor más suave y "limpio" si después de esperar los 4 minutos mencionados antes y en lugar de bajar el cedazo, se retira la capa o costra de café que se ha formado en la superficie con una cuchara y se deja reposar otros 5 minutos. Después de este tiempo coloque el cedazo en la cafetera pero no baje el émbolo, de tal manera que al servir directamente a la taza este filtre los residuos de café molido que aun queden en el café. A este método se le llama cupping.
*Tip de Pro: El cedazo de las cafeteras de tres tazas coincide en tamaño con los filtros circulares para cafeteras AeroPress , por los que pueden utilizarse para filtrar de mejor forma el café si le practica una incisión central para poder incorporarlo al cedazo y el émbolo.

Otra característica de la cafetera francesa es que le permite hacer mezclas en tres partes; por ejemplo, en México, el café de la región de Chiapas (sin particularizar) es de suave y de delicado sabor. El de Oaxaca es fuerte y "picante". El de Veracruz es de un aroma exquisito... ¡haga usted su mezcla!
Así es que, estimados lectores, tomen mi consejo, el hacer su café a como le indico se ha de convertir en un pequeño ritual personal el cual puede concederse diariamente, permitiéndole saborear con detalle todo lo que un buen café le puede ofrecer.
© Fotos del Autor
May 31, 2024
La biblioteca infinita de Borges

Don Jorge Luis Borges es en definitiva uno de los escritores más importantes y universales del siglo pasado. Su escritura, llena de referencias eruditas y conceptos filosóficos, nos lleva a explorar temas como el infinito, los laberintos y la identidad, incluso dejándonos una forma revolucionaria de entender el tiempo; Borges era capaz de transformar lo cotidiano en algo extraordinario. Nacido en Buenos Aires en 1899, Borges nos legó una obra literaria que continúa fascinando a lectores de todas las generaciones.
El maestro Borges no escribía simplemente para contar historias; sus textos son puentes hacia reflexiones profundas sobre la existencia y el conocimiento. En sus cuentos y ensayos, encontramos un estilo preciso y meticuloso que, a pesar de su complejidad, nos envuelve y nos invita a pensar. Obras como "Ficciones" y "El Aleph" son ejemplos claros de su genio, donde lo fantástico se mezcla con lo real de manera magistral. En "Ficciones", Borges nos lleva a través de laberintos de ideas y mundos alternativos, explorando los límites de la realidad y la ficción (La biblioteca de Babel, incluido en Ficciones, es uno de mis cuentos favoritos). "El Aleph", por su parte, nos presenta un punto en el espacio que contiene todos los puntos, desafiando nuestra comprensión del tiempo y el espacio. Estas obras no solo destacan por su originalidad y profundidad, sino también por la belleza de su prosa, que invita a la reflexión y al asombro.

Pero lo más importante y la manera correcta de acercarse a su obra, de sumergirse en el universo borgeano, es leyéndolo, y no a través de los filtros que por fuerza otras mentes tendrán al analizar o comentar su obra. En la imagen muestro mi libro recomendado, una edición conmemorativa preparada por la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Xavier H. Castañeda
May 26, 2024
Leer "Don Quijote" ahora y entonces: su relevancia contemporánea y legado duradero

Esta obra es fundamental en la literatura universal por varias razones. En primer lugar, ha ejercido una gran influencia en numerosas obras literarias posteriores, siendo una fuente constante de inspiración para muchos escritores y dejando una marca indeleble en la literatura mundial. Además, El Quijote nos ofrece una fascinante ventana a la España del Siglo de Oro, sumergiéndonos en su cultura, sociedad y valores de una manera única. Es como realizar un viaje en el tiempo y encontrarnos cara a cara con la historia.
Otro aspecto destacado de esta novela es el propio personaje de Don Quijote. Con su idealismo y su lucha contra la injusticia, sigue siendo relevante en la actualidad, enseñándonos valiosas lecciones sobre la perseverancia, la nobleza de espíritu y la búsqueda incansable de la verdad. Más allá de ser una simple historia de caballeros andantes, El Quijote es una exploración profunda de temas universales como la locura, la realidad y la naturaleza humana. A través de sus páginas, podemos reflexionar sobre nuestra propia existencia y encontrar nuevos significados en nuestras vidas, aún en el siglo XXI que habitamos.
En cuanto a por qué la gente leía El Quijote en la época en que fue escrito, hay varias razones interesantes para esto. En primer lugar, la obra fue un éxito instantáneo y un fenómeno cultural en su momento. La gente la leía principalmente para divertirse, ya que está llena de aventuras y humor. Pero más allá del entretenimiento, El Quijote abordaba temas importantes de la época, como los cambios sociales, culturales, religiosos y de identidad española, siendo una lectura relevante para su público. En el Siglo de Oro en España, la lectura era una actividad popular entre la clase media y alta, y las novelas de caballerías, género al que parodia El Quijote, eran especialmente populares.

Leer El Quijote es una experiencia enriquecedora que nos permite sumergirnos en la historia, explorar la condición humana y reflexionar sobre nuestro propio viaje en la vida. Es una obra que merece ser leída y apreciada por todas las generaciones, además de que, en palabras del propio Cervantes: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho".
Xavier H. Castañeda
May 19, 2024
Elogio del buen fumar

La experiencia se anticipa desde el momento en que se piensa. - Hoy, se fuma. - Para el amante sincero no se trata de un momento cualquiera; solo será aquel que ofrezca tiempo, porque tan precisa y lúdica operación requiere de espacio y lugar para el ritual.
Habrá que decidir primero cual de las vitolas disponibles se ajusta al humor del momento. Ya se abre el humidor, de construcción precisa, y el instantáneo aroma de madera y tabaco inunda el olfato, la vista se recrea, pero el tacto se reprime aún... ¿Qué vitola escoger? ¿Se antoja un parsimonioso Robusto, un Rothschild? ¿Un aristocrático Corona? ¿Acaso un elegante Churchill?
Pero una vez escogido, el puro en cuestión debe ser observado, olido, sopesado, acariciado... Ciertos requisitos son obligatorios: anillas propias de elegante factura, tabaco selecto de cosecha única, y si se lo permite, la exclusividad de lo añejo. Su consistencia debe ser la perfecta... Tripa, capillo y capa son los interpretes aún inertes de una sinfonía que pronto habrá de comenzar.
Se alcanzan ahora los instrumentos de la iniciación. Se precisan largos fósforos de cedro blanco y el instrumento de precisión exacto para cortar la perilla, guardiana de lo virgen... y a partir plaza. Las manos no deben dudar ahora, la operación es de tiempo corta y de detalle riguroso, cosas que la seguridad de la madurez otorga con el tiempo. Y se corta...
Ahora se enciende la llama, y esta pronta se ofrece ante el pie del puro, el cual a su vez la reverencia, galante, como el caballero que es. Ahora se observan puro y llama unirse en un instante a la vez volátil y tenso. Y mientras se aspira, bailan, juegan, ruedan, ríen ambos, se acarician... ¡Y se hace la magia!
Aquel que fuma, antes solo un espectador ante sus propias artes, ve ahora surgir de su boca fantasías en forma de voluptuoso humo de noble paso que, a fuerza de evanescente, practica refinadas evoluciones, ora graciosas, ora delicadas, ora altivas... unas y otras transformando de a poco el instante aquel en una sensación de placer inefable...
El tiempo se esfuma. Y no hay prisas... El sillón del fumador es ahora fortaleza, y el paso elegante del humo, con su dignidad, ahuyenta cualquier asalto de lo vulgar. El aroma lo llena todo y se posa el los estantes, en los libros, en nuestros elegantes gustos: aquí fuma un Gentleman.
Y es que ante esos momentos de refinada y culta quietud, de epicúrea calma, se obligan los pensamientos elegantes por estricto apego al instante pleno. Nos hablamos en la confidencia del diálogo profundo e importante y grande. Las glamorosas y humeantes evoluciones, que antes se degustan en el paladear de combinaciones y complejidades de nuestro tabaco, son pensamientos y ensueños que se transmutan en armonioso y contemplativo arte... lo que vemos danzar en el aire son nuestros sueños materializados, mientras nuestra conciencia se hunde en las profundidades de lo inasible.
Y por un momento, ciertamente efímero, todo está bien...
Xavier H. Castañeda©
Pintura: 'La Epicúrea Calma'por Xavier H. Castañeda1997
Oleo sobre tela, 20 x 25 cm
Colección Privada
May 18, 2024
Lo que todo Gentleman del siglo XXI debe saber

¿Qué son exactamente los mencionados 'Gentleman's Pursuits' del título de este blog? ¿Por qué está escrito en inglés y no en español?
Sentados ante un café y una laptop de por medio, mi buena amiga Claudia me preguntaba el porqué el nombre de mi blog estaba en inglés y no en castellano, señalando que, aun sabiendo su traducción, ella hubiera preferido un término dirigido a una audiencia hispanoparlante.
- ¿Por qué no en español? - Me miró con en esa sonrisa tan suya, mezcla de curiosidad y pequeño reclamo.
Meditándolo un par de segundos en silencio, tras un sorbo de mi espresso, contesté: - Hay, sin duda, un término equivalente en castellano. Pero tal vez quise dotar a mi blog de cierto sentido más amplio en cuanto a los temas que trataría. Fue una pequeña licencia de mi parte para hablar de otras cosas que no fueran solo de vinos y de objetos; es decir, hablar de otros intereses cultos e intangibles, quizás al estilo del ideal del Gentleman británico decimonónico. Una licencia ambiciosa, sin duda, porque pienso que para escribir sobre esto primero hay que vivirlo - respondí, dando otro sorbo a mi café con la mirada puesta en el piso de madera.
Más tarde, sentado ante mi escritorio, pensé cómo explicarlo mejor: se trata simplemente de aprovechar el tiempo que se nos ha concedido en este mundo para convertirse en la mejor versión de uno mismo.

Aunque es cierto es que el mencionado Gentleman decimonónico ya no existe (no se diga ya del ideal del Virtuoso de Lord Shaftesbury, aun más raro), es decir, en su espíritu y ambiciones, también es cierto que hoy en día se puede ser "un caballero" si uno decide serlo, o lo que es lo mismo, se es caballero - o dama - por elección.
Podría especularse que ese ideal a caído víctima del paso del tiempo y de los duros golpes de los conflictos mundiales del siglo XX (que derribaron todo nuestro armazón moral y social de tajo), o tal vez se deba a la televisión superficial y, más recientemente, a las redes sociales, o tal vez se deba a la televisión superficial y, más recientemente, a las redes sociales y programación en streaming, sin dejar de lado el infame scrolling que a golpe de algoritmos nos fuerzan, casi de forma inconsciente, a pasar horas con la mente en neutral viendo pantallas y posts que nos taladran e incrustan, incluso desde niños (pero sin dejar de lado las mentes adultas), modelos a seguir que no solo con frecuencia son vulgares y superficiales sino además no tienen la mínima calidad moral en la mayoría de los casos (con sus muy honrosas excepciones). Es decir, sufrimos un verdadero suplicio de Sísifo en contra de tan formidables enemigos.
Con todo, ahora más que nunca se requiere de esos hombres y mujeres de valor. El ideal del ‘Gentleman-Gentilhomme-Caballero’ es deseable como individuo ya que con su espíritu, conocimiento e idealismo lanza a la humanidad hacía adelante, como todos los espíritus escogidos de los que se ocupa la historia (que no de los hombres mediocres a como lo anuncia José Ingenieros en su célebre El hombre mediocre ).

Aunque la palabra ‘Gentleman’ tiene su equivalente en el español como ‘Señor’ (en el sentido de ‘Don José es todo un señor’, ya que la palabra ‘caballero’ denota más la idea de buenos modales en el trato hacia las mujeres - y prójimos - es decir, un sentido de ‘caballerosidad’: ser ‘todo un señor’ incluye también ser caballeroso), el ideal del ‘Gentleman Británico’ y el ‘Gentilhomme Francés’ surge a partir del desarrollo de las sociedades cortesanas europeas a partir del siglo XVII, la cual exigía una cultura de etiqueta, formalidad y trato ‘educado’ como un código de conducta establecido. Este código incluía naturalmente el concepto de los buenos modales (‘manners’, ‘maniera’) en el trato hacia los demás, pero también exigía, para triunfar en estas sociedades, un grado de cosmopolitismo, inteligencia, bien hablar, humor, sensibilidad, valor, honor y carácter.
Así mismo esta idea era descendencia directa del ideal del hombre renacentista del siglo XVI; el individualismo y el deseo de hacer y saber de todo. De esta manera, y como afirmaba el Filosofo Dietrich Schwanitz, ‘La formación cultural se fundía con la cultura social’. Un hombre al fin de aficiones y aspiraciones renacentistas.

Baldassare Castiglione en su célebre " El cortesano " (título que muy bien podría trasladarse al moderno término de El Gentleman), describe justamente ese ideal del caballero renacentista, curioso del mundo y de la elevación del ser humano como centro del universo: el caballero perfecto debía saber de todo y de todos, ciencia y arte; debía contar con un físico que buscara el ideal grecorromano (¿el canon del hombre perfecto de Policleto? ¿La proporción física natural perfecta de los Bronces de Riace?), el trato educado y amable, savoir-faire social y elevadas miras, todo ello hecho sin aparente esfuerzo, con naturalidad, desenvoltura y gracia, un concepto luego conocido como Sprezzatura , término en el libro incluido y que hoy refiere más a vestir bien y con elegancia en el mundo de la sartoria, aunque si perder del todo su origen. Aún hoy el ideal italiano de La Bella figura (verse bien y comportarse bien en sociedad), debe mucho a ese antecedente renacentista. Así, todo hombre que aspire a ser un caballero deberá ver en El Cortesano la piedra angular de su partida en este viaje, tortuoso pero pleno de satisfacciones, aunque sirven como advertencia dentro del propio texto las palabras de Ludovico Pío: "Pienso que no se podrá hallar vaso donde quepa todo lo que vos queréis echar en este Cortesano". Pero, como en tantas cosas de la vida, el placer esté en el camino y ciertamente no en el destino.

Tal vez sea cierto que los buenos modales hagan falta en estos días, pero basta también ver los cambios en los programas educativos para darse cuenta que mucho ha cambiado en el alcance y calidad de los intereses que perseguimos, además de que debemos participar de una nueva concepción del papel del hombre en una sociedad más incluyente y diversa.
No me gusta decirlo, pero una generación de hombres que pasa hora tras hora viendo memes, posts de jovencitas escasamente vestidas en Instagram (o el peor de los pecados intelectuales: pagando dineros en OnlyFans), o sumergiéndose en teorías conspirativas en Facebook (de la más fragante estupidez), o videos de YouTube absolutamente intrascendentes, o que pasan días enteros jugando videojuegos, tendrá muy poco tiempo de perseguir otros intereses más elevados. Y todo esto sin entrar en las turbias aguas de los desastrosos efectos de la pornografía gratis y fácilmente accesible incluso a niños y niñas de escasa edad...
Podría decir incluso que esa "epidemia de estupidez" que sufrimos anunciada por don Arturo Pérez-Reverte, es una grave afrenta al proceso de civilización humana a como la describe Norbert Alias en su magnífico El proceso de la civilización , lectura que recomiendo con entusiasmo a quien desee entender sobre esto.

Contrastemos lo anterior con la educación de un Gentleman de antiguos tiempos: esta incluía la adquisición de conocimientos sobre matemáticas (y ciencias en general), filosofía, latín, música culta, ópera, geografía, literatura, poesía, historia, arquitectura, pintura, astronomía y leyes, además de política y conocimiento de estado geopolítico del mundo. Y no solo eso, un caballero debía saber también de vestido, comida, práctica de deportes tales como los incluidos en el pentatlón moderno (carrera, tiro, equitación, esgrima y natación, basándose en las habilidades que un oficial del ejército francés debía idealmente poseer), entre otras cosas y conocimientos. ¡Todo esto además de contar con excelentes modales, ser cosmopolita, inteligente, ingenioso, elocuente, sensible, valiente y honorable! Menuda tarea para cualquiera que aspire a ser ‘todo un Señor'.
No se debe excluir la idea (elitista, napoleónica) de que 'se requieren tres generaciones para formar un caballero', es decir, que el haber nacido de uno ya conlleva cierta ventaja, pero es poco pretexto cuando el conocimiento, hoy más que nunca, está al alcance de todo el que lo busque, hasta en las mismas redes sociales y programas de streaming y en los scrollings que nos alienan.

El caballero actual, sin embargo debe contar además con un grado aceptable de sensibilidad social, de conciencia ecológica y humanista, y desempeñar un papel diferente en cuanto a su lugar ante el avance de las mujeres en todos los campos, además de ejercer una paternidad más sensible y desde luego responsable, contar con un cuidado aspecto personal a todas las edades (y un cuerpo sano e idealmente ejercitado) y ser todo un profesional... Un hombre de amplias lecturas, viajes y producción intelectual para la prosperidad. Sobre todo, la educación de un caballero debe de hacer de este, según las palabras de Henry Peacham, "una persona provechosa y útil para su país", o lo que es lo mismo, contar con un propósito de vida que guié su proa hacía metas valiosas, honrosas y honorables.
Lamentablemente la educación actual está en decadencia y se encuentra muy alejada de este propósito de formación de hombres y mujeres de provecho. A veces solo alcanza para ver por los propios intereses y en ocasiones ni para eso; la educación del tipo que menciono arriba parece más un cuestión de suerte que de elección personal.
Sin embargo, ya lo escribía Heráclito (540-480 B.C.) hace más de 2,500 años: “El contenido del carácter de un hombre es el que él mismo elige. Día tras día, sus decisiones, lo que piensa, y sus acciones son en lo que él mismo se convierte. Su integridad es su destino… es la luz que guía su sendero”.

Los Gentleman´s Pursuits, que se traducirían directamente como los intereses o búsquedas intelectuales de un caballero, son finalmente todos esos intereses intangibles por los que uno parte en búsqueda de la verdad, de aquellos placeres de 'fina conmoción intelectual' anunciados por Epicuro: la idea de querer saber de todo y hacer de todo, en el talante de un hombre del renacimiento, aprovechando el tiempo que nos queda antes de partir (tiempo cada día más valioso porque nos queda menos, sobre todo en tiempos tan inciertos como los que nos ha tocado vivir). Es hacerse la pregunta, sin duda de carácter estoico: ¿Cuánto tiempo dejaré pasar para que me convierta en lo que podría llegar a ser?
Le envío un saludo, compañero de viaje, que al llegar hasta aquí ha declarado sus intenciones.
Xavier H. Castañeda
©
May 13, 2024
Cómo empezar a escribir ficción

Este primer paso lo podríamos denominar como "definir tu género". Elige el tipo de ficción que deseas explorar: ciencia ficción, fantasía, romance, misterio, entre otros, y establece el tema central de tu historia, lo que quieres contar. Esto te proporcionará una base sólida para tu narrativa, y lo más importante, será algo que disfrutes escribir.
Para mí, uno de los mayores motivos para escribir es enriquecer la vida de mis lectores, pero lo que realmente obtengo de este proceso es enriquecer mi propia vida. ¿Cómo? A través de la adquisición de conocimientos, el aprendizaje continuo, la exploración de diversas lecturas y los desafíos que ponen a prueba mi perseverancia e inteligencia.
Luego de este paso inicial, llega la parte práctica: escribir. Encara este proceso como una forma de Kaizen, es decir, como un camino de mejora constante. Escribir más te ayudará a mejorar, pues la práctica es el mejor maestro. Además, es difícil corregir algo que aún no ha sido escrito. Personalmente, escribo a diario y me propongo alcanzar una meta de palabras, un número especifico. ¿Se aleja esto de la imagen romántica del escritor inspirado por la musa? Sin duda, pero es la realidad: la escritura es un oficio como cualquier otro, que demanda esfuerzo y dedicación constante.
Por ende, mi consejo es simple: escribe, y hazlo con seriedad y constancia. Y no olvides leer. Stephen King afirmó una vez que "la primera obligación de cualquier escritor es leer mucho". La lectura te proporcionará material para crear el universo donde tus personajes vivirán, experimentarán triunfos y derrotas, y darán vida a la historia que deseas contar.
Por otro lado, no descuides la construcción del esqueleto de tu relato, una especie de guía que te orientará sobre qué hacen tus personajes, cuándo lo hacen, qué consecuencias tienen sus acciones, y cómo se relacionan personajes y acciones entre sí dentro de la trama.
Finalmente, intenta siempre entretener. A nadie le gusta aburrirse, y tú, como escritor, tienes la responsabilidad de entretener. ¡Feliz escritura!
Xavier H. Castañeda