Ana Navalón's Blog, page 3
July 20, 2018
Vamos a hablar de mi libro: «Tormenta fatídica»
Seguimos hablando de traducción, de literatura y de Harry Dresden, porque ya está aquí la reedición de la primera entrega de la saga de The Dresden Files de Jim Butcher con mi traducción.
He visto por redes sociales que solo el título ya ha causado un buen recibimiento por parte del público, ¿por qué?
Todos los títulos de la saga de Jim Butcher siguen el mismo patrón: dos palabras con las mismas letras. Patrón que no se siguió en la primera edición de las novelas y que a mí personalmente, como fan de Harry Dresden, me parecía un fallo. Sí, es algo complicado de hacer, pero en traducción literaria no nos cansamos de decir que la intención original del autor, y Jim Butcher tenía un propósito al hacerlo, así que lo mínimo que podemos hacer es conservar sus intenciones. Por eso también Cambios es una sola palabra, para que solo el título le diga al lector: «¡Zas! Aquí tienes, algo que no te esperas, este libro lo cambia todo».
Hablé con la editorial y logré convencerlos de que se mantuvieran esas dos palabras con las mismas letras y les ofrecí una lista de varios títulos que cumplían con ese requisito sin dejar de lado una parte muy importante del libro: la tormenta. Finalmente eligieron este: Tormenta fatídica.
Traducir a Jim Butcher ha sido todo un desafío, como ya os conté en otra entrada del blog, pero un desafío en el que he aprendido mucho y he disfrutado también muchísimo. Gracias a todos los fans de la saga que solo con el título estáis acogiendo tan bien esta novela.

He visto por redes sociales que solo el título ya ha causado un buen recibimiento por parte del público, ¿por qué?
Todos los títulos de la saga de Jim Butcher siguen el mismo patrón: dos palabras con las mismas letras. Patrón que no se siguió en la primera edición de las novelas y que a mí personalmente, como fan de Harry Dresden, me parecía un fallo. Sí, es algo complicado de hacer, pero en traducción literaria no nos cansamos de decir que la intención original del autor, y Jim Butcher tenía un propósito al hacerlo, así que lo mínimo que podemos hacer es conservar sus intenciones. Por eso también Cambios es una sola palabra, para que solo el título le diga al lector: «¡Zas! Aquí tienes, algo que no te esperas, este libro lo cambia todo».
Hablé con la editorial y logré convencerlos de que se mantuvieran esas dos palabras con las mismas letras y les ofrecí una lista de varios títulos que cumplían con ese requisito sin dejar de lado una parte muy importante del libro: la tormenta. Finalmente eligieron este: Tormenta fatídica.
Traducir a Jim Butcher ha sido todo un desafío, como ya os conté en otra entrada del blog, pero un desafío en el que he aprendido mucho y he disfrutado también muchísimo. Gracias a todos los fans de la saga que solo con el título estáis acogiendo tan bien esta novela.
Published on July 20, 2018 04:24
May 15, 2018
Los desafíos de la traducción de «Cambios» de Jim Butcher
Traducir una saga siempre es un asunto complejo, por un motivo u otro. En el caso de la saga de The Dresden Files de Jim Butcher la complejidad viene de que han sido varios traductores y editoriales los que le han metido mano a la obra. Cambios es la decimosegunda entrega de la saga, con lo que tiene once libros a sus espaldas que no podía obviar. Por eso precisamente el primer desafío fue qué hacer con esas once novelas anteriores. Más dos juegos de rol. Sobre todo teniendo en cuenta que entre las once novelas anteriores había bastante falta de coherencia interna debido a que varios traductores trabajaron en ellas y algunos fallos de traducción.
¿Qué hacer con la terminología de las novelas anteriores? ¿Y del juego de rol?
Por suerte, cuando trabajé en la corrección de los dos volúmenes del juego de rol, hubo detrás un gran proceso de malabarismos para intentar guardar coherencia con las diez primeras novelas (las que estaban traducidas hasta la fecha) y la calidad. Para la publicación de Renegado, también tocó hacer un proceso de malabarismos por mi parte para que todo cuadrara y fuera lo más coherente posible. Así que gracias a todo esto, tenía un gran trabajo previo y un gran conocimiento de la obra.
¿Qué hacemos con el sistema métrico? ¿Usamos pies, yardas, etc. o lo adaptamos?
Para traducir las medidas hay que tener en cuenta las circunstancias de la obra. En este caso, las medidas de toda la novela son más o menos aproximadas para que tengan sentido, no es un tratado científico. Por ejemplo, seis pies son un metro ochenta, pero queda raro en el discurso que se diga: «estaba a un metro ochenta de mí», es más natural «estaba a menos de dos metros de mí». A lo largo de todo el libro, cuando sucede esto, cuando no son medidas fijas de algo sino la percepción aproximada de quien habla, he redondeado a lo que tenga más sentido.
En otro caso, se dice que alguien le han disparado con una bala que iba a 1200 pies por segundo. La conversión exacta de 1200 pies/segundo es 365 metros/segundo, pero me parece un número raro a no ser que sepas exactamente cómo funciona esa pistola. Dudé que 1200 fuera el número exacto, por eso me parece mejor un número aproximado en español, 350-400 es más genérico que 365. Finalmente se tradujo como 350.
Las referencias a Star Wars, El señor de los anillos y otras obras de la cultura pop
Dresden es muy fan de Star Wars (la trilogía original), de El señor de los anillos, El mago de Oz, El inspector Gadget... Vamos, como cualquiera de nosotros. Así que le encanta dar lecciones a su aprendiz citando a Yoda, explicarnos qué es un mago citando a Tolkien, decidir qué persona de El mago de Oz es cada uno de sus amigos... Para traducirlas hay que ir a la fuente original de la película o del libro y ponerla exactamente igual. Y conocer bien esas referencias, por supuesto.
El juego con la gramática y los tiempos verbales propios de la literatura
Traducir literatura es como hacer encaje de bolillos. Coges el hilo (el texto traducido) y lo colocas firmemente alrededor del alfiler (el texto original) y cuando quitas el alfiler, solo esperas que quede bien, que no se derrumbe todo. Yo cuando traduzco me siento como si estuviera delante de una gran madeja de hilo muy delicado, colocándolo con muchísimo cuidado, jugando con las palabras, con sus connotaciones, con la gramática, con el orden de la frase, pensándolo cómo lo diría yo si estuviera escribiendo esa historia...
Uno de los párrafos que más me costó de traducir de esta novela fue este, cuando Harry Dresden se está planteando cómo puede conseguir más poder para *¡SPOILER!* salvar a su hija y piensa que se lo podría pedir a todos los seres oscuros que se lo han ofrecido a lo largo de los años :
Juegos de palabras
Esto le encanta al autor... Por ejemplo, hay un momento en el que están recogiendo algunas cosas del apartamento de Harry:
Referencias culturales de Estados Unidos
Harry habla mucho de programas de televisión que no tenemos en España. O de marcas, presentadores, marcas... Algunas los conocemos, otros no, por eso tenemos que adaptar al lector sin alejarnos de la cultura original.
Por ejemplo, en un momento nombra a Mister Snuffleupagus, un personaje de Barrio Sésamo, pero que no estuvo en la versión española. He opté por Espinete, porque me parece el personaje más emblemático de Barrio Sésamo España.
Más información, en la novela. Espero que la disfrutéis tanto como yo.

¿Qué hacer con la terminología de las novelas anteriores? ¿Y del juego de rol?
Por suerte, cuando trabajé en la corrección de los dos volúmenes del juego de rol, hubo detrás un gran proceso de malabarismos para intentar guardar coherencia con las diez primeras novelas (las que estaban traducidas hasta la fecha) y la calidad. Para la publicación de Renegado, también tocó hacer un proceso de malabarismos por mi parte para que todo cuadrara y fuera lo más coherente posible. Así que gracias a todo esto, tenía un gran trabajo previo y un gran conocimiento de la obra.
¿Qué hacemos con el sistema métrico? ¿Usamos pies, yardas, etc. o lo adaptamos?
Para traducir las medidas hay que tener en cuenta las circunstancias de la obra. En este caso, las medidas de toda la novela son más o menos aproximadas para que tengan sentido, no es un tratado científico. Por ejemplo, seis pies son un metro ochenta, pero queda raro en el discurso que se diga: «estaba a un metro ochenta de mí», es más natural «estaba a menos de dos metros de mí». A lo largo de todo el libro, cuando sucede esto, cuando no son medidas fijas de algo sino la percepción aproximada de quien habla, he redondeado a lo que tenga más sentido.
En otro caso, se dice que alguien le han disparado con una bala que iba a 1200 pies por segundo. La conversión exacta de 1200 pies/segundo es 365 metros/segundo, pero me parece un número raro a no ser que sepas exactamente cómo funciona esa pistola. Dudé que 1200 fuera el número exacto, por eso me parece mejor un número aproximado en español, 350-400 es más genérico que 365. Finalmente se tradujo como 350.
Las referencias a Star Wars, El señor de los anillos y otras obras de la cultura pop
Dresden es muy fan de Star Wars (la trilogía original), de El señor de los anillos, El mago de Oz, El inspector Gadget... Vamos, como cualquiera de nosotros. Así que le encanta dar lecciones a su aprendiz citando a Yoda, explicarnos qué es un mago citando a Tolkien, decidir qué persona de El mago de Oz es cada uno de sus amigos... Para traducirlas hay que ir a la fuente original de la película o del libro y ponerla exactamente igual. Y conocer bien esas referencias, por supuesto.
El juego con la gramática y los tiempos verbales propios de la literatura
Traducir literatura es como hacer encaje de bolillos. Coges el hilo (el texto traducido) y lo colocas firmemente alrededor del alfiler (el texto original) y cuando quitas el alfiler, solo esperas que quede bien, que no se derrumbe todo. Yo cuando traduzco me siento como si estuviera delante de una gran madeja de hilo muy delicado, colocándolo con muchísimo cuidado, jugando con las palabras, con sus connotaciones, con la gramática, con el orden de la frase, pensándolo cómo lo diría yo si estuviera escribiendo esa historia...
Uno de los párrafos que más me costó de traducir de esta novela fue este, cuando Harry Dresden se está planteando cómo puede conseguir más poder para *¡SPOILER!* salvar a su hija y piensa que se lo podría pedir a todos los seres oscuros que se lo han ofrecido a lo largo de los años :
Pensé que, si saliera de casa, en ese preciso instante, y reuniera todo lo que pudiese, independientemente del precio que tuviera, cambiaría el juego. Me convertiría en algo más que un joven mago de primera. Le daría a mi poder una intensidad, una profundidad, un alcance que difícilmente imaginaba. Me daría la oportunidad de convocar nuevos aliados para que lucharan a mi lado. Colocaría un número ilimitado de armas nuevas a mi disposición, abierto a opciones que de otro modo nunca podrían existirían.El problema fue que el texto en inglés estaba escrito en pasado y empezaba por I meant. Esta es la nota que le puse al corrector:
He cambiado el «I mean» por «pensé» porque me parece que no traiciona el sentido original, eso era lo que se le estaba pasando por la cabeza, aunque usa el «I mean» para explicarlo; y por otro lado, porque me pedía el cuerpo un «si hubiera salido», «hubiera reunido», etc. El pasado en español trasmite cierto matiz de que eso no pasó, eran las opciones del pasado, y no sucedieron… En cambio, con el «saldría», «reuniría», etc. deja la ventana abierta, lo pensó, pero aún no sabemos si lo hizo o no, y es parte del clímax del fragmento, dejar al lector temblando porque se imagine que Dresden va a reunir todo el poder de esos seres oscuros.
Juegos de palabras
Esto le encanta al autor... Por ejemplo, hay un momento en el que están recogiendo algunas cosas del apartamento de Harry:
—Dios —dijo Molly, le temblaba la voz—. Cogeré algunas de sus cosas. —Esto no está bien —dijo Thomas—. Trae a Bob. Molly sonó confundida. —¿Traer qué? En su expresión destelló la sorpresa y luego volvió a ser neutral. —Perdona. Tengo los labios desconectados del cerebro. Trae las Espadas, las dosMolly, la aprendiz de Harry, no sabe nada de Bob, una calavera parlante que le ayuda con sus hechizos. Thomas sí lo sabe, pero no sabe que Molly no lo sabe, por eso lo intenta arreglar. En inglés hace el juego fonético entre Bob y swords. Pero en español espada no tiene nada que ver con Bob, aunque por suerte para mí Harry tiene dos (se quita el sudor de la frente).
Referencias culturales de Estados Unidos
Harry habla mucho de programas de televisión que no tenemos en España. O de marcas, presentadores, marcas... Algunas los conocemos, otros no, por eso tenemos que adaptar al lector sin alejarnos de la cultura original.
Por ejemplo, en un momento nombra a Mister Snuffleupagus, un personaje de Barrio Sésamo, pero que no estuvo en la versión española. He opté por Espinete, porque me parece el personaje más emblemático de Barrio Sésamo España.
Más información, en la novela. Espero que la disfrutéis tanto como yo.
Published on May 15, 2018 23:00
May 10, 2018
Vamos a hablar de mi libro: «Cambios» de Jim Butcher
—¡Mira, mamá! ¡He traducido una novela de Jim Butcher! Se titula Cambios y es la décimosegunda entrega de la saga de The Dresden Files, uno de mis amores platónicos.

—¿Y las otras once, hija?
—Las otras diez primeras las tradujo La Factoría de ideas y Nosolorol ha cogido el relevo a partir de la once. Pero también va a publicarlas desde el principio. La primera también la he traducido yo y espero que se publique muy pronto, para que te las puedas leer por orden.
—¿Y la once no la tradujiste tú? ¿Qué amorío tienes tú con ese tal Dresden? ¿Me va a gustar?
—Dresden es un mago que se dedica a matar vampiros, hadas, hombres lobo... Y lo hace con mucho estilo, rompiendo corazones a su paso. Porque se tira todo el libro sin duchar, sin afeitar, mal peinado, con una bata de franela o un chándal igual de ridículo, y las tías se derriten a su paso... Vamos, que tiene que ser el maromazo más buenorro del mundo.
—Entiendo... ¿Por eso te han dado a ti la traducción? ¿Por que te mola?
—Porque me mola y me he leído toda la saga en inglés. Y el juego de rol. De hecho, trabajé en la corrección de los dos volúmenes del juego de rol y en la novela once, Renegado, también colaboré en la corrección, ayudando a los traductores con terminología de la saga y datos de los libros anteriores y haciendo malabarismos para que todo fuera coherente con los juegos de rol.
—Ah, qué bien... Y, oye, ¿el Jim Butcher ese es muy famoso?
—Pues sí, la saga de Harry Dresden es bastante conocida y tiene bastante libros. De momento ha publicado quince, pero se supone que va a tener veinte. También ha publicado la saga El Códex Alera que publicó RBA en español y The Cinder Spires, que todavía no se ha traducido...
— Pues sí que eres experta en ese Dresden, a ver si escribe más el autor y te lo dan a traducir...
—A ver... Oye, mamá, ¿qué haces esta tarde? Que digo yo que podías hablar con algún que otro editor... Sí, sí, la abuela también puede venir, claro.

Published on May 10, 2018 03:00
May 2, 2018
Cómo puntuar correctamente los diálogos en español al traducir
En literaria se traducen muchos diálogos y cada idioma tiene sus propias reglas para hacerlo. Por eso es importante que como traductores dominemos los dos. Los diálogos en inglés se entrecomillan y en español se ponen con guiones. Es fácil de catalogar de mala una traducción si la presentamos con una mala puntuación, así que estad atentos y tomad nota.
En primer lugar, el diálogo se abre con una raya (—), no por un guión (-) como se ve muchas veces por ahí. Pero hay un par de cosas que tenemos que tener en cuenta.
Espacios
Entre la raya y el texto de la intervención del personaje no hay espacio. Tampoco lo hay aunque la intervención empiece con exclamación o interrogación, por mucho que el autocorrector de Word se empeñe en ello.
La puntuación de una frase interrumpida por una acotación se traslada al final de esta, después de la raya de cierre, a excepción de los puntos suspensivos, que se pone punto o coma, según corresponda, y las exclamaciones e interrogaciones, que se pone
Cuando procede entrecomillar el discurso directo, y no componerlo con rayas de diálogo, esto es, cuando se trata de pensamientos, de diálogos no efectivos o de fragmentos entresacados por el narrador de un diálogo mayor que se mantiene elidido, pueden existir también acotaciones. En estos casos, las acotaciones se compondrán entre rayas, siguiendo las reglas anteriores, sin cerrar ni volver a abrir las comillas antes y después de la intervención del narrador.
Cuando procede componer la intervención de un mismo personaje en dos o más párrafos, el segundo y siguientes párrafos se compondrán precedidos de comillas de cierre, las llamadas comillas de seguir.

En primer lugar, el diálogo se abre con una raya (—), no por un guión (-) como se ve muchas veces por ahí. Pero hay un par de cosas que tenemos que tener en cuenta.
Espacios
Entre la raya y el texto de la intervención del personaje no hay espacio. Tampoco lo hay aunque la intervención empiece con exclamación o interrogación, por mucho que el autocorrector de Word se empeñe en ello.
—Me resulta muy difícil puntuar los diálogos.
—¡Qué difícil es puntuar diálogos!La raya que sigue a la intervención de un personaje y precede a la acotación lleva un espacio antes y va pegada a esta última.
—No entiendo la puntuación de los diálogos —dijo Menganito.Las rayas que enmarcan acotaciones no llevan espacio ni antes ni después de estas.
—A mí me parece bastante fácil —respondió Zutano—. Si quieres te lo explico.Uso de las mayúsculas y la puntuación en combinación con la raya de diálogo
La puntuación de una frase interrumpida por una acotación se traslada al final de esta, después de la raya de cierre, a excepción de los puntos suspensivos, que se pone punto o coma, según corresponda, y las exclamaciones e interrogaciones, que se pone
—No estudiar —dijo Mengano—. Quiero ver series.Las acotaciones construidas con verbos dicendi («decir», «exclamar», «opinar», «gritar», «comentar»…) comienzan con minúscula.
—Si no estudias —dijo Zutano—, nos vas a aprender a puntuar diálogos.
—Estoy cansado —dijo Mengano—; además puedo estudiar mañana.
—Mira, vamos a hacer una cosa —dijo Zutano—: vemos series después de estudiar.
—Pero es que no quiero estudiar… —dijo Mengano—, solo quiero ver series.
—Haz lo que quieras… —dijo Zutano—. Yo me voy a mi casa.
—No quiero estudiar —dijo Fulanita.Las acotaciones que describen actitudes de los personajes o del contexto y que carecen de verbo dicendi se abren con mayúscula.
—Perdone. —Se levantó y fue hacia la ventana. —Perdone. —Se levantó y fue hacia la ventana—. No quería molestarle.Sin embargo, cuando este tipo de acotaciones interrumpe una frase que continúa después, la acotación se abre con minúscula.
—Perdone —se levantó y fue hacia la ventana—, es que estoy muy nervioso.Peculiaridad: cuando una acotación interrumpe una intervención e incluye un verbo que introduce explícitamente lo que viene a continuación, después de la raya de cierre de la acotación se ponen dos puntos (cotejar este caso con el ejemplo de dos puntos que se incluye en el apartado 1 de esta misma parte).
—Buenos días —dijo Zutano, y continuó—: Hoy vamos a aprender a puntuar diálogos.Acotaciones en discurso directo entrecomillado
Cuando procede entrecomillar el discurso directo, y no componerlo con rayas de diálogo, esto es, cuando se trata de pensamientos, de diálogos no efectivos o de fragmentos entresacados por el narrador de un diálogo mayor que se mantiene elidido, pueden existir también acotaciones. En estos casos, las acotaciones se compondrán entre rayas, siguiendo las reglas anteriores, sin cerrar ni volver a abrir las comillas antes y después de la intervención del narrador.
«Buenos días —dijo—. ¿Ya has aprendido a puntuar diálogo?».Comillas de seguir
Cuando procede componer la intervención de un mismo personaje en dos o más párrafos, el segundo y siguientes párrafos se compondrán precedidos de comillas de cierre, las llamadas comillas de seguir.
—Buenos días. Perdone, estoy un poco aturdida, quería..., lo que necesito es la documentación..., si usted pudiera...
»Espere, ya me centro: necesito el impreso de solicitud de matrícula, así es como se llama. Para el curso de puntuación de diálogos, sí.
Published on May 02, 2018 23:00
April 23, 2018
El mito de que no se puede entrar en el mundo de la traducción editorial
Este fin de semana he estado muy activa en eventos de traducción y corrección. Y en todos ha habido un punto en común, una pregunta que asola a muchos traductores: ¿Cómo entro en el mundo de la traducción editorial? Pero no solo los que están fuera y quieren entrar se preocupan, sino que los que estamos dentro y no nos queremos salir. No, no es una mafia, es que queremos trabajar.
Ahí estábamos, traductoras veteranas, traductoras con experiencia y con un poco de experiencia, y estudiantes que quieren serlo hablando sobre traducción, cuando un señor levantó la mano y preguntó que cómo entraba a la traducción editorial, que él llevaba toda la vida haciendo técnica pero quería traducir literatura.
¿No hay un agente de traductores?
Quizás más de uno pagábamos por que nos vendieran de editorial en editorial, pero yo creo que cada uno tiene que ser su propio agente. ¿Quien va a creer en ti más que tú? Solo tú te conoces, sabes lo que puedes traducir, solo tú sabes lo que te gusta... Nadie más que tú es quien se tiene que patear la feria del libro y "acosar" a las editoras, decirles estoy aquí, soy traductora, soy lo que necesitas. ¿Sabes cuántos correos recibe un editor? Miles. Que sí, también cientos se le acercan en los eventos, pero te acercas tú, te pone cara, te pone sonrisa. Causas una buena impresión, y eso es fundamental, la buena impresión.
No es lo mismo acercarse a una editora con una actitud positiva que con una actitud agresiva y completamente desesperada por traducir, casi exigiendo que te den trabajo. Yo solo me acerco a las editoriales que me gustan, creo que a las que no me gustan no puedo aportar nada, y cuando les digo lo mucho que me flipan y hablo de este u otro libro lo hago con el corazón, porque leo sus libros y sé qué buscan. Demuestro que conozco su línea editorial y que puedo encajar en ella.
¿Y la propuesta editorial?, preguntó una joven que acaba de terminar la carrera. La dichosa propuesta editorial... Hay quien cree en ellas, hay quien las ha hecho, hay a quien se las han aceptado...
Yo una vez lo intenté con una propuesta editorial, interrumpió el señor de antes, pero me la rechazaron. Y había sido un bombazo en Francia y era la editorial perfecta... y... y...
A ver, a ver... La propuesta... Yo le contesté al señor que por mucho que creamos que conocemos el catálogo de la editorial no es así. Nosotros podemos leernos todos sus libros, pero quien sabe lo que quiere y lo que no quiere es el editor. Y si el editor no cree que ese libro funciona, pues no funciona... Hay que estar muy seguro de que esa obra funciona en nuestro mercado, en la editorial, de que se va a vender... Y hacer bien la propuesta, no hacerla de cualquier manera. También es una forma de acercarse y de causar una buena impresión.
Y si nos la rechazan, pues tenemos que aceptar el rechazo. Y si luego otra editorial la publica, tampoco hay que martirizarse. Al menos sabemos que tuvimos buen ojo.
Hace un par de semanas, en la presentación de un libro, una chica del público se levantó y contó que hacía años ella había presentado ese libro a un montón de editoriales y nunca lo aceptaron, pero le alegraba que por fin otra editorial hubiera apostado por la novela. A lo mejor se dio mil cabezazos contra la pared, pero tuvo el valor de ir allí y alegrarse por que un buen libro pueda ser leído.
Pero entonces con la propuesta tampoco se puede entrar..., siguió aquel señor...
Yo también creía que eran un mito hasta que una editora me la pidió, sí, me la pidió. Que salga o no, es otra cosa, pero el caso es que me la pidió...
Y al mismo tiempo aprendí que otro mito era cierto: el editor viene a ti.
Todos los que nos dedicamos a la traducción editorial coincidimos en una cosa: llegamos aquí por casualidad. Estuvimos en el lugar adecuado en el momento adecuado.
En mi caso, por ejemplo, había enviado currículum, conocía a editores... Y de repente me ofrecieron traducir un día que no me lo esperaba, durante una presentación de un libro cuando estaba contándole mi vida al editor.
Ah, pero entonces es suerte, no puedo hacer nada... seguía el señor...
Sí, es suerte, pero la suerte es para quien la busca. Fue una suerte que yo estuviera en la presentación de ese libro, pero también fui yo quien decidió ir a esa presentación... Hay que forzar la suerte, ir a eventos, a presentaciones, a ferias del libro... Y tener siempre la tarjeta lista y cinco minutos para tomarse un vino.
Leí una vez en una entrevista a Esther Tusquets que para estar en el mundo editorial hay que tener estómago para beber vino.
¿Y tú también traduces libros? Me preguntó una de las maestras traductoras al final de la charla, agarrando fuertemente entre las manos algunos de los libros que había traducido durante casi cuarenta años.
Sí, llevo seis años traduciendo y los últimos cuatro solo he hecho editorial... Pero tengo la sensación de que me voy a caer en cualquier momento.
No, me dijo ella, no te vas a caer. Siempre parece que te caes, pero siempre aguantas.
Sí, la traducción editorial es un mundo difícil, pero no más que cualquier otro ámbito de la traducción. Simplemente tienes que conocerlo.
Mi único consejo a quienes os queráis dedicar a esto es que os mováis, que os mováis todo lo que podías por el mundo editorial. Ahora que llega la feria del libro, poneos calzado cómodo y a pateaos las casetas tarjeta en mano. Es el único modo: estar ahí.
Ahí estábamos, traductoras veteranas, traductoras con experiencia y con un poco de experiencia, y estudiantes que quieren serlo hablando sobre traducción, cuando un señor levantó la mano y preguntó que cómo entraba a la traducción editorial, que él llevaba toda la vida haciendo técnica pero quería traducir literatura.
¿No hay un agente de traductores?
Quizás más de uno pagábamos por que nos vendieran de editorial en editorial, pero yo creo que cada uno tiene que ser su propio agente. ¿Quien va a creer en ti más que tú? Solo tú te conoces, sabes lo que puedes traducir, solo tú sabes lo que te gusta... Nadie más que tú es quien se tiene que patear la feria del libro y "acosar" a las editoras, decirles estoy aquí, soy traductora, soy lo que necesitas. ¿Sabes cuántos correos recibe un editor? Miles. Que sí, también cientos se le acercan en los eventos, pero te acercas tú, te pone cara, te pone sonrisa. Causas una buena impresión, y eso es fundamental, la buena impresión.
No es lo mismo acercarse a una editora con una actitud positiva que con una actitud agresiva y completamente desesperada por traducir, casi exigiendo que te den trabajo. Yo solo me acerco a las editoriales que me gustan, creo que a las que no me gustan no puedo aportar nada, y cuando les digo lo mucho que me flipan y hablo de este u otro libro lo hago con el corazón, porque leo sus libros y sé qué buscan. Demuestro que conozco su línea editorial y que puedo encajar en ella.
¿Y la propuesta editorial?, preguntó una joven que acaba de terminar la carrera. La dichosa propuesta editorial... Hay quien cree en ellas, hay quien las ha hecho, hay a quien se las han aceptado...
Yo una vez lo intenté con una propuesta editorial, interrumpió el señor de antes, pero me la rechazaron. Y había sido un bombazo en Francia y era la editorial perfecta... y... y...

A ver, a ver... La propuesta... Yo le contesté al señor que por mucho que creamos que conocemos el catálogo de la editorial no es así. Nosotros podemos leernos todos sus libros, pero quien sabe lo que quiere y lo que no quiere es el editor. Y si el editor no cree que ese libro funciona, pues no funciona... Hay que estar muy seguro de que esa obra funciona en nuestro mercado, en la editorial, de que se va a vender... Y hacer bien la propuesta, no hacerla de cualquier manera. También es una forma de acercarse y de causar una buena impresión.
Y si nos la rechazan, pues tenemos que aceptar el rechazo. Y si luego otra editorial la publica, tampoco hay que martirizarse. Al menos sabemos que tuvimos buen ojo.
Hace un par de semanas, en la presentación de un libro, una chica del público se levantó y contó que hacía años ella había presentado ese libro a un montón de editoriales y nunca lo aceptaron, pero le alegraba que por fin otra editorial hubiera apostado por la novela. A lo mejor se dio mil cabezazos contra la pared, pero tuvo el valor de ir allí y alegrarse por que un buen libro pueda ser leído.
Pero entonces con la propuesta tampoco se puede entrar..., siguió aquel señor...
Yo también creía que eran un mito hasta que una editora me la pidió, sí, me la pidió. Que salga o no, es otra cosa, pero el caso es que me la pidió...
Y al mismo tiempo aprendí que otro mito era cierto: el editor viene a ti.
Todos los que nos dedicamos a la traducción editorial coincidimos en una cosa: llegamos aquí por casualidad. Estuvimos en el lugar adecuado en el momento adecuado.
En mi caso, por ejemplo, había enviado currículum, conocía a editores... Y de repente me ofrecieron traducir un día que no me lo esperaba, durante una presentación de un libro cuando estaba contándole mi vida al editor.
Ah, pero entonces es suerte, no puedo hacer nada... seguía el señor...
Sí, es suerte, pero la suerte es para quien la busca. Fue una suerte que yo estuviera en la presentación de ese libro, pero también fui yo quien decidió ir a esa presentación... Hay que forzar la suerte, ir a eventos, a presentaciones, a ferias del libro... Y tener siempre la tarjeta lista y cinco minutos para tomarse un vino.
Leí una vez en una entrevista a Esther Tusquets que para estar en el mundo editorial hay que tener estómago para beber vino.
¿Y tú también traduces libros? Me preguntó una de las maestras traductoras al final de la charla, agarrando fuertemente entre las manos algunos de los libros que había traducido durante casi cuarenta años.
Sí, llevo seis años traduciendo y los últimos cuatro solo he hecho editorial... Pero tengo la sensación de que me voy a caer en cualquier momento.
No, me dijo ella, no te vas a caer. Siempre parece que te caes, pero siempre aguantas.
Sí, la traducción editorial es un mundo difícil, pero no más que cualquier otro ámbito de la traducción. Simplemente tienes que conocerlo.
Mi único consejo a quienes os queráis dedicar a esto es que os mováis, que os mováis todo lo que podías por el mundo editorial. Ahora que llega la feria del libro, poneos calzado cómodo y a pateaos las casetas tarjeta en mano. Es el único modo: estar ahí.
Published on April 23, 2018 23:00
April 19, 2018
Vamos a hablar de mi libro: «Los Tres Rocketeers»
Hoy se suma a la lista de Mundos Fate que he traducido Los Tres Rocketeers, un juego que mezcla la aventura y la intriga ilustrada de Los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas con la acción pulp y la grandeza del space opera y el romance planetario.
Imagina la Ilustración esparcida por las estrellas. ¿Qué pasaría si Francia (Galia), Inglaterra (Britannica Solaria), España (Arastilla) y lo que se convertiría en Alemania (el Sacro Imperio Romano Estelar) controlaran cientos de sistemas estelares y exploraran la galaxia en lugar de colonizar el Nuevo Mundo?
Estas grandes cuatro potencias son conocidas como los Imperios Interestelares.Cada imperio tiene un mundo natal, un conjunto de sistemas locales conocidos como principados y montones de colonias en lugares remotos. Sistemas rivales se sitúan a lo largo de las fronteras de las grandes potencias, que han sido el campo de batalla de incontables guerras a lo largo de los siglos.
El espacio conocido abarca el brazo en espiral de la galaxia local. Ninguna de las colonias remotas se ha acercado nunca al disco galáctico y se tarda más de un año en llegar a ellas desde el corazón del espacio conocido. ¡Mas no temáis, intrépidos exploradores! Las cientos de miles de estrellas de este brazo de la galaxia os esperan. La exploración y la expansión interestelar son un proceso lento. Los exploradores siguen el sendero del brazo en espiral, avanzando lentamente hacia el centro galáctico estrella a estrella. El vasto vacío que se encuentra entre los astros sigue estando prácticamente inexplorado, ya que las embarcaciones toman rutas en línea recta entre los sistemas.
El título del libro se ha conservado por decisión editorial para no perder la referencia a Rocketeer, héroe de cómic y de película. Así pues, los jugadores encarnarán a los rocketeers, mosqueteros en cohetes (rocket + musketeer).
Además del problema del título, lo siguiente más difícil en la traducción fue crear los gentilicios de los nuevos nombres de los imperios interestelares, pero es algo a lo que ya le estoy cogiendo práctica después de la traducción de las naciones en 7º mar.
Nación real Nombre ficticio Nombre español Gentilicio español Francia Gallia La Galia galo / gala Reino Unido Britannica Solaria Britannica Solaria — Inglaterra Britannia Britannia tánnico / tánnica Escocia Albain Albain bainnés / bainnesa Gales Cymri Cymri cymrico / cymrica Irlanda Airlann Airlann airlannés / airlannesa España Arastilla Arastilla arastellano / arastellana
Todo ello sumado a la injundia del sistema Fate, sin duda.
Los Tres Rocketeers... ¡todos para uno y uno para todos!
Imagina la Ilustración esparcida por las estrellas. ¿Qué pasaría si Francia (Galia), Inglaterra (Britannica Solaria), España (Arastilla) y lo que se convertiría en Alemania (el Sacro Imperio Romano Estelar) controlaran cientos de sistemas estelares y exploraran la galaxia en lugar de colonizar el Nuevo Mundo?
Estas grandes cuatro potencias son conocidas como los Imperios Interestelares.Cada imperio tiene un mundo natal, un conjunto de sistemas locales conocidos como principados y montones de colonias en lugares remotos. Sistemas rivales se sitúan a lo largo de las fronteras de las grandes potencias, que han sido el campo de batalla de incontables guerras a lo largo de los siglos.
El espacio conocido abarca el brazo en espiral de la galaxia local. Ninguna de las colonias remotas se ha acercado nunca al disco galáctico y se tarda más de un año en llegar a ellas desde el corazón del espacio conocido. ¡Mas no temáis, intrépidos exploradores! Las cientos de miles de estrellas de este brazo de la galaxia os esperan. La exploración y la expansión interestelar son un proceso lento. Los exploradores siguen el sendero del brazo en espiral, avanzando lentamente hacia el centro galáctico estrella a estrella. El vasto vacío que se encuentra entre los astros sigue estando prácticamente inexplorado, ya que las embarcaciones toman rutas en línea recta entre los sistemas.

El título del libro se ha conservado por decisión editorial para no perder la referencia a Rocketeer, héroe de cómic y de película. Así pues, los jugadores encarnarán a los rocketeers, mosqueteros en cohetes (rocket + musketeer).
Además del problema del título, lo siguiente más difícil en la traducción fue crear los gentilicios de los nuevos nombres de los imperios interestelares, pero es algo a lo que ya le estoy cogiendo práctica después de la traducción de las naciones en 7º mar.
Nación real Nombre ficticio Nombre español Gentilicio español Francia Gallia La Galia galo / gala Reino Unido Britannica Solaria Britannica Solaria — Inglaterra Britannia Britannia tánnico / tánnica Escocia Albain Albain bainnés / bainnesa Gales Cymri Cymri cymrico / cymrica Irlanda Airlann Airlann airlannés / airlannesa España Arastilla Arastilla arastellano / arastellana
Todo ello sumado a la injundia del sistema Fate, sin duda.
Los Tres Rocketeers... ¡todos para uno y uno para todos!
Published on April 19, 2018 01:30
April 10, 2018
Cinco consejos para pulir traducciones
No hay fórmula mágica ni receta para traducir, pero sí hay consejos que se pueden dar y unas cuantas cosas que tener en cuenta para pulir nuestra traducción.
1. Cuando calculéis el tiempo que necesita la traducción de un texto, no os olvidéis de calcular también el tiempo de revisión. La revisión importa.
2. Pasar el autocorrector al texto no resta profesionalidad, al contrario. Nos advierte de pequeños gazapos que se nos han colado y cosas que no hemos visto y que desmerecen nuestra labor si el cliente lo pasa y piensa: «Ja, el autocorrector es mejor».
3. Los espacios dobles afean mucho un texto y saltan a la vista más de lo que creemos. Antes de entregar la traducción, buscadlos y erradicarlos, es muy fácil hacerlo con «Buscar y remplazar».
4. Es muy útil tener una lista de los errores que solemos cometer inconscientemente para revisarlos después de traducir: espacios dobles, palabras que van juntas o separadas y nos empeñamos en tergiversar, etc.
5. Leer tranquilamente el texto es casi tan importante como revisarlo. Leedlo con ojos de lector y si algo os suena raro y vosotros no lo diríais así, cambiadlo, sin ninguna duda.
Podéis encontrar más consejos para pulir traducciones en #tradunsejos y #traduconsejos ;)

2. Pasar el autocorrector al texto no resta profesionalidad, al contrario. Nos advierte de pequeños gazapos que se nos han colado y cosas que no hemos visto y que desmerecen nuestra labor si el cliente lo pasa y piensa: «Ja, el autocorrector es mejor».
3. Los espacios dobles afean mucho un texto y saltan a la vista más de lo que creemos. Antes de entregar la traducción, buscadlos y erradicarlos, es muy fácil hacerlo con «Buscar y remplazar».
4. Es muy útil tener una lista de los errores que solemos cometer inconscientemente para revisarlos después de traducir: espacios dobles, palabras que van juntas o separadas y nos empeñamos en tergiversar, etc.
5. Leer tranquilamente el texto es casi tan importante como revisarlo. Leedlo con ojos de lector y si algo os suena raro y vosotros no lo diríais así, cambiadlo, sin ninguna duda.
Podéis encontrar más consejos para pulir traducciones en #tradunsejos y #traduconsejos ;)
Published on April 10, 2018 23:00
April 4, 2018
Vamos a hablar de mi libro: «Héroes y villanos»
Héroes y villanos es una guía de Théah a través de los ojos de su gente. Como director de juego, puedes usar a los villanos como antagonistas para tus jugadores y a los héroes como personajes pregenerados para que puedas elegir uno y jugar una partida de 7º Mar en cualquier lugar. Cada personaje tiene una trama, algunas incluso están relacionadas con otras, así que tienes muchísimo material para empezar una partida. Como jugador, puedes elegir a tus aliados y enemigos, leer sobre cómo ayudar a que las historias de otros jugadores den frutos e indagar en las sombrías profundidades de las malvadas motivaciones del villano. Al fin y al cabo, es tu libro. Úsalo como una guía, un suplemento, pero sobre todo hazlo tuyo. Los théanos no cobran vida a menos que los interpretes.
7º Mar es un juego de hechicería y de capa y espada, de aventuras arrebatadoras y duelos temerarios. Te lleva a una tierra lejana pero familiar y te sumerge en historias asombrosas que no vas a poder esperar para descubrir. En el corazón de estas historias se encuentran los personajes, tanto buenos como malos, que dan color al mundo y hacen que cobre vida. El manual de Héroes y villanos trata sobre estos personajes.
Lo más difícil de traducir este libro fue la igualdad de géneros, tema en el que Théah nos lleva la delantera. No solo porque los roles de género en realidad no sean de género, nadie tiene que desempeñar un papel determinado condicionado por su género. De hecho, hay muchos personajes trans.
¿Por qué fue difícil? Porque esa igualdad también está presente en la redacción del texto. Aunque el inglés sea una lengua con género neutro, también tiene sus mecanismos para indicarnos que se trata de un lenguaje inclusivo. Por ejemplo, en el caso de 7º Mar y de muchos otros juegos de rol, muchas veces se utiliza game master como femenino. Para reflejar esta característica, en Héroes y villanos se alterna el género en los textos: unas veces hablamos de director de juego y otra de directora de juego, unas veces hablamos de las heroínas y otras de los héroes, pero siempre nos referimos a que pueden ser hombres o mujeres.
Pero este libro no solo son personajes, también son historias y una fuente de inspiración enorme para crear aventuras. Los que conocéis a John Wick, ya sabéis que le encanta lanzar ideas y que el DJ y los jugadores imagines sus historias.
De algunos personajes e historias me he quedado con ganas de saber más, mucho más. Estos son los que más me han impactado (¡abro hilo!):
Catalina Morta
Una mujer de armas tomar, que hará lo que sea por defender su barco y su nación. A la que no le importa morir... porque ya está muerta.
Lorenzo Caravello
Los que conocéis las naciones de 7º Mar sabréis que Vodacce no es precisamente el país más feminista... Pero ahí esta Lorenzo Caravello, concienciado de la situación de la mujer en su nación y dispuesto a hacer cualquier cosas porque sus hijas tengan una vida mejor.
Bietrix de Veau
Una joven montaignesa que un día salió por la puerta de casa y dijo. «Me piro a buscar ruinas molonas». Antes que Indiana Jones, estuvo Bietrix de Veau.
Quinn Leroy
¡El crimen también se combate con vino y con bromas! Es una Robin Wood de la vida y si puede divertirse mientras ayuda a la gente, tanto mejor.
Bogdan Snegovik
Hasta la ilustración es turbia. Es barbero y le raja el cuello a sus víctimas, y siempre anuncia su llegada con tres golpes... No sé vosotros, pero yo es que veo a este tío tan turbio y me llama a la puerta de un modo tan funesto que no le dejo que me afeite, por eso mismo lo admiro tanto, porque a pesar de esa carta de presentación la gente le siga diciendo: «Sí, claro, puedes ponerme esa cuchilla en el cuello, yo encantado...».
Tassine Bullet
Yo de mayor quiero ser Tassine Bullet. Una villana que tortura a sus víctimas leyéndose sus horribles novelas rosas de aventuras en las que ella misma es la protagonista. Soy muy fan. Después del malo del Inspector Gadget, esta chica es mi villana favorita. Y Gru, claro.
Madame Illuminata
En el fondo la pobre solo es una viejecita adorable que quiere que te comportes como una señorita de bien... ¡Adónde vamos a ir a parar con esta juventud de hoy en día!
Pavel Muerdededos
A Pavel se le han subido a la cabeza los cuentos que le contaron de pequeño... y lo que ahora le cuentan las ratas. Ten cuidado, tápate bien los pies cuando duermes...
Aunque en realidad me encantan todos los personajes, pero os dejo que los descubráis por vosotros mismos...
7º Mar es un juego de hechicería y de capa y espada, de aventuras arrebatadoras y duelos temerarios. Te lleva a una tierra lejana pero familiar y te sumerge en historias asombrosas que no vas a poder esperar para descubrir. En el corazón de estas historias se encuentran los personajes, tanto buenos como malos, que dan color al mundo y hacen que cobre vida. El manual de Héroes y villanos trata sobre estos personajes.

Lo más difícil de traducir este libro fue la igualdad de géneros, tema en el que Théah nos lleva la delantera. No solo porque los roles de género en realidad no sean de género, nadie tiene que desempeñar un papel determinado condicionado por su género. De hecho, hay muchos personajes trans.
¿Por qué fue difícil? Porque esa igualdad también está presente en la redacción del texto. Aunque el inglés sea una lengua con género neutro, también tiene sus mecanismos para indicarnos que se trata de un lenguaje inclusivo. Por ejemplo, en el caso de 7º Mar y de muchos otros juegos de rol, muchas veces se utiliza game master como femenino. Para reflejar esta característica, en Héroes y villanos se alterna el género en los textos: unas veces hablamos de director de juego y otra de directora de juego, unas veces hablamos de las heroínas y otras de los héroes, pero siempre nos referimos a que pueden ser hombres o mujeres.
Pero este libro no solo son personajes, también son historias y una fuente de inspiración enorme para crear aventuras. Los que conocéis a John Wick, ya sabéis que le encanta lanzar ideas y que el DJ y los jugadores imagines sus historias.
De algunos personajes e historias me he quedado con ganas de saber más, mucho más. Estos son los que más me han impactado (¡abro hilo!):
Catalina Morta
Una mujer de armas tomar, que hará lo que sea por defender su barco y su nación. A la que no le importa morir... porque ya está muerta.

Lorenzo Caravello
Los que conocéis las naciones de 7º Mar sabréis que Vodacce no es precisamente el país más feminista... Pero ahí esta Lorenzo Caravello, concienciado de la situación de la mujer en su nación y dispuesto a hacer cualquier cosas porque sus hijas tengan una vida mejor.

Bietrix de Veau
Una joven montaignesa que un día salió por la puerta de casa y dijo. «Me piro a buscar ruinas molonas». Antes que Indiana Jones, estuvo Bietrix de Veau.

Quinn Leroy
¡El crimen también se combate con vino y con bromas! Es una Robin Wood de la vida y si puede divertirse mientras ayuda a la gente, tanto mejor.

Bogdan Snegovik
Hasta la ilustración es turbia. Es barbero y le raja el cuello a sus víctimas, y siempre anuncia su llegada con tres golpes... No sé vosotros, pero yo es que veo a este tío tan turbio y me llama a la puerta de un modo tan funesto que no le dejo que me afeite, por eso mismo lo admiro tanto, porque a pesar de esa carta de presentación la gente le siga diciendo: «Sí, claro, puedes ponerme esa cuchilla en el cuello, yo encantado...».

Yo de mayor quiero ser Tassine Bullet. Una villana que tortura a sus víctimas leyéndose sus horribles novelas rosas de aventuras en las que ella misma es la protagonista. Soy muy fan. Después del malo del Inspector Gadget, esta chica es mi villana favorita. Y Gru, claro.

Madame Illuminata
En el fondo la pobre solo es una viejecita adorable que quiere que te comportes como una señorita de bien... ¡Adónde vamos a ir a parar con esta juventud de hoy en día!

A Pavel se le han subido a la cabeza los cuentos que le contaron de pequeño... y lo que ahora le cuentan las ratas. Ten cuidado, tápate bien los pies cuando duermes...

Aunque en realidad me encantan todos los personajes, pero os dejo que los descubráis por vosotros mismos...
Published on April 04, 2018 23:00
March 26, 2018
Receta de bizcocho de plátano para traducir
El proceso de escribir me recuerda a los preparativos para una fiesta. No sabes a cuánta gente invitar, ni qué menú escoger, ni qué mantel poner... Ensucias ollas, platos, vasos, cucharas y cazos. Derramas aceite, lo pisoteas, resbalas, vas por los suelos, sueltas cuatro palabrotas, maldices el día en que se te ocurrió la feliz idea de complicarte la existencia. Finalmente, llegan los invitados y todo está limpio y reluciente, como si nada hubiera pasado. Los amigos te felicitan por el banquete y tú sueltas una de esas frases matadoras: "Nada..., total media hora... ¡todo lo ha hecho el horno!"Glòria Serres, La cocina de la escritura de Daniel Cassany
IINGREDIENTES2-3 plátanos maduros200 g de azúcar200 g de harina3 huevos1 yogur natural azucarado1 cucharada de levadura1 cucharadita de extracto de vainilla100 g de mantequillapepitas de chocolate
TRADUCCIÓN / PREPARACIÓN
1. Precalentar el horno a 180 grados.
Primero hay que prepararse. Encendemos el ordenador, estamos en nuestro sitio de trabajo tranquilos. Abrimos el archivo del texto original que nos ha enviado el cliente. Nos sentamos cómodamente y respiramos antes de meternos en harina.2. Hacer un puré con los plátanos.
Los plátanos van a ser la base del bizcocho, igual que el texto origen es la base de nuestra traducción. Primero lo leeremos, lo analizaremos, lo haremos puré para comprenderlo.3. Batir los huevos con el azúcar, la mantequilla, el yogur y la vainilla. Mezclar después con los plátanos.
Los huevos son el valor y nuestra fuerza para afrontar el arduo trabajo que tenemos por delante. Ovarios o testículos, cada uno lo que tenga, pero no olvides que egg en inglés se utiliza tanto para ovario como para testículo.
Mezcla los huevos con la azúcar, la mantequilla y el yogur: las herramientas que tenemos a nuestra disposición: nuestro conocimiento de la lengua y la cultura, tanto de origen como meta; los diccionarios, glosarios, tesauros y demás herramientas; nuestras habilidades de redacción, una base que aunque parece pequeña, como un simple yogur, es muy importante para que todo el conjunto del bizcocho y la traducción funcione. Añadimos una cucharadita de vainilla, nuestro toque especial, lo que cada uno personalmente le aporta al texto. Súmalo todo al texto final. Mezclar bien con el puré de plátano.4. Añadir la harina y la levadura poco a poco. No dejes de batir.
Dar forma al texto, tecla a tecla, palabra a palabra. Truco: mezclar la harina con la levadura, igual que debemos mezclar la redacción con la revisión. Revisa mientras traduces, dará más consistencia al texto final.5. Añade las pepitas de chocolate y mézclalas bien.
Las pepitas son la revisión cuidadosa del todo el texto. Parece que no están ahí, pero le aportan al texto la calidad final, igual que las pepitas le dan al bizcocho un toque sutil que lo hace mucho más rico.6. Prepara el molde, embadúrnalo de mantequilla o ponle papel de horno. Vierte la mezcla en el molde y al horno.
Prepara la traducción para enviarla al cliente: los últimos retoques, ponerle el formato que ha pedido... Al horno durante 35-45 minutos, unas 350-450 palabras, dependiendo de cada uno.7. Disfruta del bizcocho y de un trabajo bien hecho.

Published on March 26, 2018 22:30
March 16, 2018
«El diario de Virginia Woolf», traducción de Olivia de Miguel
A los traductores nos encanta hablar de nuestros libros... pero también escuchar a nuestros compañeros de profesión hablar de ellos y aprender de los demás. Por eso, al salir el otro día de la oficina, subí al centro a la librería Nakama a la presentación de El diario de Virginia Woolf, publicado por la editorial Tres Hermanas y traducción de Olivia de Miguel.
La librería Nakama cuida mucho los detalles.La traducción se basa en la edición que realizó Anne Olivier Bell, sobrina política de Virginia Woolf, de los diarios de la autora en los años 70. Es la primera vez que se traducen completos al español y este es el primer volumen de cuatro.
Portada de la edición de Tres HermanasOlivia de Miguel ha empezado la presentación hablando precisamente de la importancia de los diarios y de las notas de la edición inglesa, a las que a veces a tenido que añadir algo por «no traduces lenguas, traduces mundos culturales». Dice Olivia que, al traducir, el problema no es el lenguaje, el problema es de lo que está hablando... y eso hay que decírselo al lector.
Incluso nos ha puesto algunos ejemplos de problemas de traducción que se fue encontrando a lo largo del texto y cómo los solucionó, permitiendo que el lector entienda el texto pero a la vez aprenda algo sobre la cultura, para no «hurtar al lector un trozo de lectura» y por que a ella, al leer, lo que más le gusta es aprender. No hay que abusar de la familiarización excesiva de la traducción, «que parece que el texto se ha escrito hace cuatro días en Alcobendas». «Que no se vean los hilillos de la lengua, que funcione con autonomía y el lector aprenda algo». Esa es la función de sus notas, que el lector pueda leer sin interrupción y, que si quiere aprender algo más, pueda apartarse y conocer la cultura que está leyendo.
Los ejemplos que ha puesto sobre su trabajo han sido para invitarnos a la reflexión, «porque si no estás en este mundo crees que se pasa de una lengua a otra sin problemas», pero en la traducción hay escollos, problemas que salvar y decisiones que tomar para salvar esos baches. «La traducción es un proceso de decisión constante, porque traducimos mundos».
Nos ha hablado muchísimo sobre Virginia Woolf y sus diarios que «deconstruyen ese personaje frágil que ha llegado como un icono a nuestros días a través de su foto», con la pasión que se nota en la voz de alguien que habla de lo que le gusta.
También nos ha hablado de su método de trabajo. Nos ha contado que conocía la obra de ficción de la autora antes de traducirla, pero los diarios no los conocía a fondo.
Sobre su método de trabajo, Olivia de Miguel afirma «trabajo con obsesión, no te puedes meter en esto sin obsesión». El proceso de traducción duró un año, un proceso largo y de gran dificultad. Nos cuenta la traductora que una novela tiene un tono y una unidad, ya que se escribe a lo largo de un año o dos, y una vez te metes en el tono de la novela, es fácil traducir. Pero en los diarios eso no sucede, los diarios tienen evolución, el discurso de la autora cambia porque es una vida en progreso. Por eso hay que meterse en ellos con obsesión.
Olivia ha hablado con la pasión con la que habla la gente que ama lo que hace porque mientras traduce aprende cosas y eso, para ella, «es un modo de diversión muy grande». Nos cuenta que siempre aprendía algo, que a lo mejor se pasaba una mañana entera sin traducir porque buscar una cosa le llevaba a otra y a otra... «Eso es lo bonito de la traducción, te lleva a sitios por los que quizás tú nunca te habías aventurado».
Sobre las nuevas tecnologías, también ha comentado que le ayudan mucho en su labor, pero que no prescinde de los diccionarios o de la posibilidad de viajar a un lugar que describe un texto para verlo con sus propios ojos (¡Ojalá pudiéramos hacerlo todos!). Nos dice Olivia que, para traducir, hay que usar todos los recursos a nuestro alcance «¿para qué elegir?».
«Mi método de trabajo es mucha autodisciplina, levantarte y ponerte todos los días». Para ella traducir «es como un vicio» y se divierte mucho haciéndolo. Cuenta que le cuesta traducir textos con los que no empatiza, pero que también tiene la suerte de poder traducir lo que le gusta.
También ha habido lectura de fragmentos del diario.Asistir a estos eventos y escuchar a otros compañeros de profesión me parece enriquecedor, sobre todo cuando te encuentras ante alguien como Olivia que realiza un trabajo tan minucioso... He tenido la suerte de intercambiar unas palabras con ella, hablar de cómo sentimos nuestros los libros, pues tienen un cachito nuestros... y me he llevado el libro dedicado a casa y con la cabeza llena de ideas y reflexiones sobre la traducción a las que no dejo de darles vueltas...


Incluso nos ha puesto algunos ejemplos de problemas de traducción que se fue encontrando a lo largo del texto y cómo los solucionó, permitiendo que el lector entienda el texto pero a la vez aprenda algo sobre la cultura, para no «hurtar al lector un trozo de lectura» y por que a ella, al leer, lo que más le gusta es aprender. No hay que abusar de la familiarización excesiva de la traducción, «que parece que el texto se ha escrito hace cuatro días en Alcobendas». «Que no se vean los hilillos de la lengua, que funcione con autonomía y el lector aprenda algo». Esa es la función de sus notas, que el lector pueda leer sin interrupción y, que si quiere aprender algo más, pueda apartarse y conocer la cultura que está leyendo.
Los ejemplos que ha puesto sobre su trabajo han sido para invitarnos a la reflexión, «porque si no estás en este mundo crees que se pasa de una lengua a otra sin problemas», pero en la traducción hay escollos, problemas que salvar y decisiones que tomar para salvar esos baches. «La traducción es un proceso de decisión constante, porque traducimos mundos».
Nos ha hablado muchísimo sobre Virginia Woolf y sus diarios que «deconstruyen ese personaje frágil que ha llegado como un icono a nuestros días a través de su foto», con la pasión que se nota en la voz de alguien que habla de lo que le gusta.
También nos ha hablado de su método de trabajo. Nos ha contado que conocía la obra de ficción de la autora antes de traducirla, pero los diarios no los conocía a fondo.
Sobre su método de trabajo, Olivia de Miguel afirma «trabajo con obsesión, no te puedes meter en esto sin obsesión». El proceso de traducción duró un año, un proceso largo y de gran dificultad. Nos cuenta la traductora que una novela tiene un tono y una unidad, ya que se escribe a lo largo de un año o dos, y una vez te metes en el tono de la novela, es fácil traducir. Pero en los diarios eso no sucede, los diarios tienen evolución, el discurso de la autora cambia porque es una vida en progreso. Por eso hay que meterse en ellos con obsesión.
Olivia ha hablado con la pasión con la que habla la gente que ama lo que hace porque mientras traduce aprende cosas y eso, para ella, «es un modo de diversión muy grande». Nos cuenta que siempre aprendía algo, que a lo mejor se pasaba una mañana entera sin traducir porque buscar una cosa le llevaba a otra y a otra... «Eso es lo bonito de la traducción, te lleva a sitios por los que quizás tú nunca te habías aventurado».
Sobre las nuevas tecnologías, también ha comentado que le ayudan mucho en su labor, pero que no prescinde de los diccionarios o de la posibilidad de viajar a un lugar que describe un texto para verlo con sus propios ojos (¡Ojalá pudiéramos hacerlo todos!). Nos dice Olivia que, para traducir, hay que usar todos los recursos a nuestro alcance «¿para qué elegir?».
«Mi método de trabajo es mucha autodisciplina, levantarte y ponerte todos los días». Para ella traducir «es como un vicio» y se divierte mucho haciéndolo. Cuenta que le cuesta traducir textos con los que no empatiza, pero que también tiene la suerte de poder traducir lo que le gusta.

Published on March 16, 2018 04:00