Pablo Garcinuño's Blog, page 4
February 12, 2017
Un tigre en el pasillo
Paris – Muséum d’histoire naturelle. Por Pascal Subtil
Papá estuvo rápido y, en cuanto vio que se nos había colado un tigre en casa, cerró la puerta del pasillo. No era más que un cachorro, pero a lo tonto y a lo bobo se quedó con los dormitorios y el cuarto de baño. Por eso vivíamos todos apretujados en el salón, durmiendo por turnos en el único sofá. Lo peor era tener que bajar al bar para ir al baño, ducharse en el colegio, cortarse las uñas en el parque.
El plan de mamá era esperar. Con el paso del tiempo, pensaba ella, el tigre moriría de hambre porque en aquella parte de la casa no había comida. Sin embargo, las semanas iban cayendo y el bicho seguía coleando. Le sentíamos trastear al otro lado e incluso a veces intentaba abrir la puerta. Resultaba aterrador ver como la manija se movía, imaginar al animal colgado de pomo.
Por suerte no era más que una cría y aún era incapaz de accionar el pestillo. Pero iba ganando en peso y fuerza porque la manilla cada vez bajaba un poco más, como un minutero anunciando nuestra destrucción, una cuenta atrás. Dejamos de hablar entre nosotros, ya ni encendíamos la tele; cero distracciones. Solo mirábamos la puerta. Mirábamos la puerta y esperábamos.
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July 15, 2016
Dios habla caliente
Foto de kummod
Lo de jugar a ser Dios fue después. Antes hubo que descubrir (un domingo por la tarde de mucha lluvia) que la estufa del salón se comunicaba con la que sus padres tenían en el piso de arriba. Luego, pequeños sustos cuando los mayores se van. Bastaba con subir la escalera muy despacio, sin que su hermano pequeño se enterara, y hacer algún ruido extraño por el tubo, quizás un ladrido de perro o algo así. Le hacía gracia escuchar los grititos ahí abajo, cronometrar lo rápido que se echa a llorar el nene.
Lo de Dios, ya digo, fue después. La idea se le ocurrió en catequesis y quiso probarla en cuanto papá y mamá volvieron a salir de casa. “Venimos en un par de horas”, dijeron. Más que suficiente. Otra vez a subir la escalera de puntillas y a acercarse a la rendija de la estufa con cuidado, que ese día está encendida.
– Robeeeeeeeeerto, soy Dios –dijo con voz cavernosa–. Acéeeeeeeeercate al fuego, acéeeeeeeeercate más.
Microrrelato enviado, sin mayor fortuna, al concurso de cuentos de terror de ‘Negra y criminal’, programón que me tiene enamoradito.
February 16, 2016
Así no vamos a ninguna parte
Hoy ha nacido la criatura: un libro de relatos que viene al mundo con el título de ‘Así no vamos a ninguna parte’. Lo publica la editorial 120 Pies, especializada en obras en formato electrónico, y se puede comprar aquí por 4 euretes de na’a
December 6, 2015
Cristales negros contra la Violencia de Género
Allá por 2010 publiqué en este blog un microrrelato titulado ‘Tras los cristales negros’ que recientemente, debido al Día Internacional contra la Violencia de Género, me ha dado un par de alegrías.
La primera, enterarme de que el Ayuntamiento de Fuente Vaqueros (Granada) lo ha publicado en el folleto de actividades contra violencia de genero.
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La segunda es que el dramaturgo abulense José Antonio Jiménez ha utilizado el mismo microrrelato en una actividad que ha desarrollado por distintos puntos de la provincia de Ávila. Pinchando aquí podéis escuchar el microrrelato a partir del minuto 2 (el audio pertenece a una emisión de la Cadena Ser).
October 26, 2015
A la parrilla
Los viejos rodean la plaza del pueblo y se pasan el día ahí, viendo pasar la vida bajo sus gorras de cajas rurales. De vez en cuando llega un coche, algún conductor despistado que cogió la salida equivocada en la Nacional. Si pregunta cómo volver a la carretera, los ancianos salivan y le señalan el camino de los pinares, ese que se pierde en una maraña de senderos. Mientras unos encienden las brasas, otros cogen palas, hachas y cuchillos y comienzan a andar, con los pies pegados al suelo, en dirección a los pinos.
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By MrSickboy50
July 14, 2015
Re-retrato
[image error]Numero tus pecas por la noche, cuando duermes, para que no me creas un loco. Escribo una cifra minúscula al lado de cada mancha y luego uno los puntos por estricto orden. El resultado es siempre el dibujo de otra cara, con otros ojos, otra nariz, otra boca y otras pecas, que también numero.
May 13, 2015
Y nada más
Fue a mitad de curso cuando el profesor se dio cuenta de que la situación era insostenible. Contó 53 niños en clase. Muchos compartían pupitre y silla por parejas; otros se amontonaban en el suelo o incluso en el armario. Decidió que no volvería a llevarles a la sala de audiovisuales. Estaba convencido de que surgían como setas en la oscuridad de esa maldita aula, a la luz del vídeo. “Se acabaron las películas, chicos –sentenció a gritos para imponerse al guirigay escolar-. A partir de ahora iremos a la piscina, a donde cubre”.
March 30, 2015
Gordo, gordo, gordo
Se mirara como se mirara, la nariz, además de larga y puntiaguda, estaba torcida. Tampoco le gustaban sus ojos abesugados, negros como botones; ni esa boca, ridícula de pequeña. “Y encima estoy gordo, gordo, gordo…”, murmuraba el muñeco de nieve mientras se acercaba, poco a poco, al fuego.
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Foto by Jamierodriguez37
February 1, 2015
Postda(m)ta
Fue un detalle por tu parte que, antes de irte de casa, me dejaras una nota en la cocina. Quiero pensar que no encontraste otro trozo de papel y por eso inmortalizaste tu despedida final en la postal que compramos en nuestro viaje a Alemania, cuando visitamos ese palacio de nombre impronunciable.
“Ni la paz será fácil contigo”, leí.
Al dar la vuelta a la postal, me pareció ver que Churcill reía.
January 16, 2015
Judías noches
Pruebas de un crimen? (Rouge) Rouge et Vert.
Las noches que no toca cuento, mamá nos dice que tiene que pelar judías verdes. “Venga, a dormir”, nos ordena. Pero hasta la pequeñaja se extraña de los ruidos que salen de la cocina. “Pobres judías”, susurra en medio de la oscuridad de la habitación. Si me levanto antes que mis hermanas, suelo limpiar las manchas de sangre de los azulejos.




