Mayte Blasco's Blog, page 26
May 30, 2016
Un mal nombre, de Elena Ferrante
May 23, 2016
Los 5 escritores norteamericanos contemporáneos que más admiro
Antes
de comenzar a enumerar los cinco nombres prometidos en el título del post, he de aclarar que mi género literario favorito, sobre el que más leo y también sobre el que yo misma escribo, es el drama contemporáneo realista. A veces leo también novela histórica, pero pocas veces me adentro en géneros como la ciencia ficción o la fantasía (con algunas excepciones). Por tanto, la lista que sigue a continuación responde en gran medida a mis intereses literarios, y por tanto, no aparecerán aquí los grandes genios de la ciencia ficción o la literatura de terror, por citar algunos géneros sobre los que no conozco casi nada.
1. Jonathan Franzen
Quizás no sea muy original incorporar a Franzen en mi listado en el número 1, ya que para muchos críticos es el mejor novelista norteamericano del siglo XXI y sus novelas han ganado algunos de los premios más prestigiosos. No suelo dejarme llevar por la fuerza congénita de los bestsellers ni por la influencia autoritaria de los premios literarios. Pero en este caso, coincide el hecho de que este escritor tan mimado por la crítica y tan asiduo a los reconocimientos públicos, es realmente bueno y escribe de la forma que más me gusta y sobre los temas que más me atraen.
Franzen es único retratando los problemas y miserias de la clase media norteamericana. Sus personajes son personas normales, muchas veces pertenecientes a familias desestructuradas: hijos que odian a sus padres, padres que no soportan a sus hijos, hombres y mujeres que sufren los estragos de la infidelidad, que están cansados de arrastrarse por la vida, que buscan su sitio y no lo encuentran. Disfruté muchísimo su novela Libertad, uno de los libros que más me han gustado en los últimos años. Me encanta su forma de retratar el drama con un humor negro e inteligente. Aún recuerdo escenas de ese libro que me hicieron llorar de risa, al mismo tiempo que sufrí con los personajes. A veces me acuerdo de Walter Berglund y su extravagante teoría sobre la superpoblación. Aún recuerdo los corrosivos diálogos de Walter y su esposa Patty. Sólo cuando pasan los años y no olvidas los nombres de los protagonistas y algunos de los pasajes, podemos decir que un libro ha dejado huella en tu memoria literaria (quizás también en tu vida).
2. John Irving
Este autor no es exactamente de la misma generación que los otros cuatro de la lista, ya que es algo mayor que los demás. Sin embargo, sigue vivo y continúa escribiendo, por tanto lo considero igualmente un escritor contemporáneo.
En realidad, sólo he leído una novela de este escritor, El mundo según Garp, pero me resulta más que suficiente para considerarlo en esta lista por la calidad literaria de la obra, por lo mucho que la disfruté y por lo inolvidables que me resultan sus protagonistas. En concreto, el personaje de Jenny Fields fue objeto de tantos comentarios entre mi pareja y yo (que en muchas ocasiones leemos los mismos libros al mismo tiempo) que le pusimos el nombre de Jenny a un ficus que tuvimos un tiempo en casa (sí, somos muy frikis, tanto que hasta nuestro propio hijo tiene también un nombre literario). El mundo según Garp está lleno de personajes excéntricos que a su vez sufren las desventuras del mundo real. De este libro me maravilló la facilidad del autor para combinar escenas de lo más extravagantes y humorísticas, con otras de un dramatismo brutal. También me pareció curioso, aunque no es la primera vez que lo veo (de hecho incluso en El Quijote aparece) su forma de insertar relatos independientes dentro de la novela (si mal no recuerdo, hay dos relatos que aparecen insertados entremedias con la excusa de que los escribe Garp, el protagonista principal). Igualmente me resultó divertido que introdujera algunas semejanzas curiosas entre el protagonista y él mismo (ambos son escritores y ambos practican la lucha libre, un deporte que aparentemente no “pega” mucho con el oficio de escritor).
3. Donna Tartt
Hace relativamente poco publiqué una reseña en el blog sobre la obra El jilguero, escrita por esta autora. Lo más sorprendente de esta escritora es que tiene en su bagaje literario tres novelas escritas. Las tres tienen más de mil páginas de extensión y hay una diferencia de unos diez años entre la publicación de la primera y la segunda, y entre la segunda y la tercera. Es decir, no sé si esta mujer trabajará en otra cosa además de escribir sus novelas, pero en teoría ha dedicado alrededor de una década a la elaboración de cada una de ellas. Esto me resulta sorprendente y admirable por varios motivos. Primero, porque vivimos en una sociedad de consumo salvaje, donde parece que lo único que importa es producir y consumir, producir y consumir, y esto se aplica a todos los ámbitos (también a la literatura, porque el libro es un producto que también da dinero). En su caso, esperar diez años para publicar una novela supone que ha dedicado una cantidad ingente de horas y que no le ha importado que el público y la crítica pudieran olvidarla.
Como expliqué en la mencionada reseña, Donna Tartt describe en su obra El jilguero la trayectoria vital de un niño cuya vida cambia de la noche a la mañana cuando su madre muere en un ataque terrorista. Pese a las más de mil páginas, su prosa no es aburrida y tiene ritmo, ya que la trama general del niño desamparado que debe buscarse la vida, se ve aderezada por una serie de elementos que la hacen muy entretenida (el robo de una obra de arte, el mundo de las antigüedades, las mafias del Este…).
4. Paul Auster
No he leído la extensa bibliografía de este escritor al completo, pero puedo decir que los libros que he leído me han parecido lo suficientemente buenos y originales como para incluir a este escritor en esta lista. Lo que más me llama la atención en la literatura de Paul Auster es su maestría a la hora de experimentar con todo tipo de mecanismos literarios que rompen la narración secuencial y unilateral de la historia: libros donde se combinan en una misma obra la primera, segunda y tercera personas narrativas, historias dentro de historias, distopías mezcladas con el mundo real…
Tengo todavía mucho que explorar sobre este prolífico escritor al que muchos consideran autor de culto.
5. Jeffrey Eugenides
Este norteamericano descendiente de emigrantes griegos, es otro de los grandes nombres de la narrativa estadounidense actual. Tengo pendiente leer su obra Middlesex, que por lo que tengo entendido es la más lograda de las escritas por él hasta ahora. Sin embargo, disfruté bastante leyendo su novela La trama nupcial, una obra protagonizada por tres universitarios entre los que se produce una especie de triángulo amoroso. Se trata de un libro repleto de alusiones literarias, sobre todo de autores de la época victoriana (ya que la protagonista femenina está haciendo una tesis sobre este tema) y también sobre libros de carácter religioso (puesto que uno de los personajes masculinos siente una fuerte atracción por el mundo religioso y espiritual). Me sorprendió el gran bagaje literario y cultural que exhibe Eugenides con esta ingente cantidad de menciones literarias. Desde luego da la sensación de que se ha leído absolutamente todo lo que referencia. Me gustó también la forma en la que cada personaje aporta su punto de vista sobre la historia, así como su manejo de personalidades complejas, incluso en uno de los casos, sacudida por una enfermedad mental.
Ésta es mi pequeña lista. Faltan, obviamente, muchos autores que no menciono (bien porque no los he leído o porque no los he considerado relevantes para mi top 5). ¿Te gustaría recomendarme alguno?
May 20, 2016
Sorteo de un ejemplar en papel de mi libro “Las vidas que pudimos vivir”
¿De qué va el libro?
Es una novela contemporánea protagonizada por cinco mujeres que trabajan en la fundación creada a un ficticio pintor español del siglo XIX.
Durante el transcurso de la novela, cada mujer da su visión en primera persona sobre los hechos que ocurren en la fundación. Cada una de ellas ostenta un cargo distinto y posee una personalidad diferente, por lo que el lector irá sabiendo poco a poco la verdad de lo que allí sucede a partir de las realidades particulares de cada una de las mujeres.
Es una novela intimista, pero también una obra que encierra una fuerte crítica social: la corrupción de las instituciones, las ingratitudes del mundo laboral, el abuso de poder…
¿Quieres participar en el sorteo?
Para participar voy a pedirte dos cosillas fáciles:
Pincha en Me gusta en Mi página Mayte Blasco de Facebook
Comparte en tu perfil de Facebook la publicación del sorteo.
¿Ha
sta qué día se puede participar?
El último día para participar es el 10 de junio de 2016.
¿Qué pasa si ganas el sorteo ?
Que te enviaré el ejemplar de mi libro allí donde estés (incluso si vives en un palafito en medio del Amazonas).
¡Suerte!
May 12, 2016
El catálogo de la biblioteca: una herramienta útil para el escritor independiente
En un post anterior, Bibliotecas y literatura independiente, expliqué cuáles son las causas por las que no es habitual encontrar libros autopublicados en las bibliotecas. En ese mismo artículo comentaba que, pese a las dificultades que afrontan las bibliotecas para comprar libros de publicación independiente, su actitud frente a la literatura indie es muy receptiva y aceptan de buen grado donaciones de autores independientes para ponerlos a disposición de sus usuarios.
En este sentido, de algún modo motivada por el hecho de ser bibliotecaria y también por el convencimiento de que las bibliotecas públicas realizan una labor social y cultural fundamental, he tomado la iniciativa de donar ejemplares de mi libro a algunas bibliotecas públicas. De momento he donado pocos ya que no puedo permitirme económicamente inundar las bibliotecas del país con ejemplares de mi libro.
¿Donar tu libro a las bibliotecas? ¿Para qué?
Supongo que cuando un autor independiente regala un libro, desea obtener algo a cambio, aunque sólo sea un pequeño feedback en forma de reseña. Esto es lo que sucede con los giveaways de las redes sociales de lectura como Goodreads, en las que los autores regalan ejemplares de sus libros por medio de sorteos. Esta opción me parece una iniciativa estupenda para que un autor independiente pueda promocionarse. Personalmente aún no la he empleado, pero es posible que lo haga en un futuro. Sin embargo, pienso que puestos a regalar ejemplares, me parece más eficaz ofrecérselos a las bibliotecas. Los motivos, desde mi punto de vista, son los siguientes:
Los sorteos o giveaways sólo tienen como destinatario un único lector (o dos, o tres, según el número de ejemplares que estés dispuesto a regalar), mientras que la donación de un único ejemplar a una biblioteca supone que los destinatarios potenciales son tantos como usuarios de la biblioteca, es decir, cientos o miles dependiendo de qué biblioteca se trate.
La donación de ejemplares a las bibliotecas de algún modo garantiza la conservación de tu obra ya que, a menos que el libro se haya leído tanto que esté destrozado, lo mantendrán en sus estanterías por mucho tiempo (o incluso eternamente). Es más, si un usuario pierde el libro, las normas de la biblioteca normalmente le obligan a reponerlo, por lo que en teoría el lector debería comprar otro o pagar a la biblioteca el importe de un nuevo ejemplar.
Donando ejemplares a una biblioteca pública contribuyes de algún modo a esa labor social y cultural que estas instituciones llevan desarrollando durante siglos en su labor de democratización de la lectura.
Si donas ejemplares a las bibliotecas te garantizas la posibilidad de realizar un pequeño seguimiento del uso que está recibiendo tu libro. La forma de hacerlo es a través del catálogo de la biblioteca, tal como explico en el siguiente apartado.
El catálogo de la biblioteca y su utilidad para un escritor independiente
Salvo en el caso de bibliotecas municipales muy pequeñas, lo habitual es que los catálogos bibliotecarios estén accesibles en línea. Se trata de lo que en la jerga bibliotecaria llamamos OPAC (Online Public Access Catalog). Cuando un libro ingresa en una biblioteca, antes de ponerlo a disposición del público, los bibliotecarios realizan una serie de tareas técnicas (catalogación, clasificación, tejuelado…) para que un lector cualquiera, de forma sencilla, pueda encontrarlo en el catálogo buscando por el título, el autor, los datos de edición, etc. y luego pueda también encontrarlo físicamente en las estanterías.
Además de los datos bibliográficos del libro, muchos catálogos de bibliotecas (aunque no todos) aportan otro tipo de información de interés añadido, y es aquí donde el escritor independiente puede obtener cierto feedback respecto al uso que ha recibido su libro.
A continuación podemos ver el registro bibliográfico de mi libro en el catálogo de la Biblioteca Pública Manuel Alvar (que en realidad es el catálogo colectivo de las bibliotecas públicas de la Comunidad de Madrid):
Datos de interés que nos ofrece este catálogo:
Número de veces que se ha prestado. Este dato es muy importante para hacerle un seguimiento a nuestro libro. En el caso de mi libro sólo se ha prestado una vez, pero hay que tener en cuenta: que lo doné hace menos de dos meses, que lleva un tiempo realizar el proceso técnico del libro antes de ponerlo a disposición del público y que el plazo de préstamo es de 30 días.
Disponibilidad. Es decir, si en estos momentos está prestado o está disponible.
Comentarios. Los lectores pueden dejar valoraciones y comentarios sobre lo que les ha parecido el libro.
Enlaces con páginas de Internet. En el margen derecho del catálogo, aparece la siguiente pantalla:
En este caso, lo más interesante es:
Que relanza la búsqueda del título del libro en Google, por lo que un lector que pinche en esa búsqueda llegará a otras páginas en las que aparece el título de mi libro (por ejemplo, mi blog)
Que enlaza con Amazon, de forma que la biblioteca pública te hace promoción gratuita de tu libro llevando al usuario a una página en la que lo puede comprar
Conclusión
Lo ideal sería que fueran las bibliotecas las que compraran ejemplares de autores independientes y que no fueran los propios escritores los que tuvieran que regalárselos, pero todavía queda mucho camino para que el mundo de la edición independiente ocupe su lugar en todos los sectores del libro. Por tanto, mientras esperamos a que eso llegue, podemos contribuir a que ese proceso se agilice si conectamos a los usuarios de las bibliotecas con la literatura independiente a través de la donación.
April 29, 2016
Piratería y autopublicación: no te librarás aunque seas indie
El hecho de que casi no te conozcan “ni en tu casa”, no es ninguna garantía de que te vayas a librar de ser pirateado. Esto es algo que descubrí poco después de haber publicado mi novela. Un buen día, tecleé el título de mi libro en Google (sí, puede parecer muy egocéntrico por mi parte pero tiene una explicación) y descubrí que había una página que ofrecía la descarga gratuita de mi libro. Mi reacción inicial fue fundamentalmente de fastidio e indignación. También de estupor, porque me parecía increíble que alguien se hubiese tomado la molestia de comprar mi novela para luego convertirla a otros formatos y ofrecerla finalmente en una web de descargas ilegales. Yo pensaba que sólo se pirateaba a los grandes, a los autores de bestsellers, y no a los escritores independientes que acabamos de empezar y que vendemos nuestros ebooks por menos de dos euros. Insisto, menos de dos euros. Un dinero que gastamos sin pensarlo en esos objetos de calidad ínfima y dudosa utilidad que compramos en las tiendas de chinos. Menos de lo que te cuesta una cocacola en un bar.
Mi reacción inmediata ante semejante ofensa fue la de tratar de luchar contra ese despropósito. Me puse a buscar en Google cómo hacer para denunciarlo y encontré un al que le había pasado lo mismo, en el cual se presentan una serie de alternativas para conseguir eliminar el contenido pirateado.
Denunciar contenidos pirateados
Los individuos que habían pirateado mi libro tenían un entramado bastante lioso de webs interconectadas. Mi libro estaba anunciado en una web. Si pinchabas en el enlace, éste te llevaba a otra web que, a su vez, conducía a una tercera. En esta tercera página encontré información de contacto: una dirección física en Estados Unidos y una cuenta de correo electrónico. Dar lástima es algo que nunca se me ha dado muy bien en mi vida, pero si además se trata de dar pena en inglés, la cosa se complica todavía más. Me dispuse a redactar un correo electrónico un tanto patético en el que venía a decir que yo era una pobre escritora independiente que vendía poquísimos ejemplares y que, por favor, retiraran mi libro pirateado de su web. Sorprendentemente, a los pocos minutos recibí un correo electrónico de respuesta. Me di cuenta de que la web a la que yo había escrito no era realmente la que había pirateado el libro, sino que un pirata había enlazado el contenido ilegal a su web. Me dijeron que buscarían una solución lo antes posible.
Nunca más recibí noticias de esta web, pero hace poco pinché en el link donde se encontraba el anuncio de mi libro pirateado y me apareció un mensaje que decía: “we don’t have this book yet”.
Google y la propiedad intelectual
Después de comprobar que mi libro se había retirado de esa web, volví a teclear el título de mi libro en Google y descubrí que, al final de la página de resultados, aparecía un mensaje que decía: “En respuesta a una queja que hemos recibido en relación con la US Digital Millennium Copyright Act (ley estadounidense de protección de los derechos de autor), hemos eliminado 1 resultados de esta página.”
Deduje, entonces, que la web a la que yo había enviado mi queja se la había reenviado a su vez a Google y que el propio buscador había sido el que había eliminado el contenido pirateado.
Efectivamente, Google pone a disposición de los usuarios un formulario para solicitar la retirada de contenidos. Ésta era, de hecho, otra de las alternativas propuestas por Ramón Somoza, el autor del mencionado blog, que yo había pensado aplicar si la de escribir directamente a los propietarios de la web no me funcionaba. Cualquiera puede solicitar a Google la retirada de un contenido que considere que infringe sus derechos de autor. Se trata del Proyecto Lumen, desarrollado por las facultades de derecho de Estados Unidos cuyo objetivo es proporcionar recursos relacionados con la libertad de expresión en Internet y con las leyes de propiedad intelectual. Este proyecto ofrece también una base de datos de solicitudes de retirada de contenido de Internet (donde se oculta la información de contacto personal del remitente).
Un batalla que nunca termina
Sin embargo, mi tranquilidad no ha durado demasiado ya que los sitios web de descarga ilegal se reproducen como las cucarachas y ya hay varias páginas nuevas que ofrecen la descarga ilegal de mi novela. La pregunta es: ¿qué hacer al respecto? ¿Seguir luchando cual David frente a Goliat? ¿Pasar del tema y confiar en la buena voluntad de los lectores?
Es cierto que un au
tor novel lo que verdaderamente desea es que el público lea su libro, no tanto ganar dinero con las ventas. En este sentido, la piratería es una actividad que incluso puede beneficiar al escritor independiente porque le proporciona publicidad gratuita y difusión. De hecho, yo misma he ofrecido mi libro gratis durante algunos días en la web de Amazon precisamente con el objetivo de atraer a los lectores. Pero por otra parte, escribir un libro es una tarea que exige mucho tiempo y dedicación (en mi caso más de un año), y cobrar una pequeña cantidad económica, aunque sea un euro y pico, es una forma de dignificar tu trabajo.
April 25, 2016
La espiral, de Miguel Baumann
La espiral es un libro que trata de las casualidades y del destino. De cómo una decisión en apariencia insignificante puede cambiar el rumbo de tu vida. De cómo un día sientes que estás en un callejón sin salida y, al poco tiempo, algo inesperado sucede y todo cobra sentido. De cómo algunas personas tienen la grandísima suerte de experimentar una vivencia tan intensa que lo cambia todo: su vida, su mente y su futuro.
Éste es el caso de Samuel, un chico corriente al que la vida parece zarandear con todo tipo de ingratitudes: amores frustrados, problemas económicos, una carrera profesional plagada de despidos injustos… Samuel se enfrenta a una calamidad tras otra hasta que algo repentino sucede y, como si de una línea imaginaria se tratara, el destino dibuja un trazo entre el antes y el después. El lector puede apreciar claramente la vida de ese Samuel “desdoblado”, ya que cada capítulo comienza con una descripción del “después”, para enlazar de manera brillante con un fragmento de su “antes”, deleitando de esta forma al público con una estructura literaria original y compleja, aunque perfectamente inteligible. No es hasta el capítulo final cuando ambas líneas del tiempo confluyen en una, haciendo visible al lector la incógnita de sus dos “vidas”.
Otro elemento que aporta un alto grado de originalidad a la obra es el de la visión de la paternidad desde un punto de vista masculino. El libro dedica un buen número de páginas a describir cómo vive el protagonista el embarazo y posterior nacimiento de su hijo. Es la primera vez que leo un libro en el que un hombre (y en este caso es por partida doble, porque tanto el autor como el protagonista son masculinos) indaga de una manera tan detallada y minuciosa en este tema. Abundan las reflexiones del protagonista sobre su futuro papel como padre cuando nazca su hijo, e incluso se mencionan datos de carácter médico y un sinfín de detalles relacionados con el parto.
Pese a que el protagonista indiscutible de la historia es un hombre, los personajes femeninos cobran también bastante peso, fundamentalmente porque algunos de ellos contribuyen de forma muy significativa a los constantes cambios de ánimo de Samuel, tanto para bien como para mal. El amor es, sin duda, otro de los grandes asuntos que aborda el autor. Un tema recurrente como ninguno en literatura, pero inagotable en cuanto a las emociones que puede despertar en el lector.
Por último, otro de los contenidos a destacar en este libro es sin duda el de la emigración, un tema de actualidad en nuestra realidad cotidiana, ya que Samuel no es más que un ejemplo de los muchos españoles que han tenido que abandonar su país, expulsados por la inexistencia de oportunidades laborales. Resulta de un alto interés, no sólo literario, sino también político y sociológico, la descripción de la nueva tierra a los ojos del recién emigrante aterrizado, las dificultades burocráticas para entrar a trabajar en un país extranjero, los problemas de adaptación a un lugar en el que casi todo es distinto: las costumbres, las convenciones sociales…
Desde mi punto de vista, es éste un libro optimista en muchos sentidos, por lo que resulta agradable de leer y marca un paréntesis en medio de la vorágine de libros y películas donde el horror y la tristeza son sólo un reflejo de la realidad. Es un libro destinado especialmente para aquellos que aman la vida y sus sorpresas, para aquellos que no quieren perder la esperanza.
April 1, 2016
Bibliotecas y literatura independiente
Este artículo no es un trabajo de investigación exhaustivo sobre la presencia de la literatura independiente en las bibliotecas españolas, sino simplemente una breve aproximación a la postura que está adoptando el mundo bibliotecario con respecto al fenómeno literario indie.
Las bibliotecas y la libertad intelectual
Las bibliotecas, especialmente las públicas, han desempeñado históricamente un papel crítico en el acceso a la cultura, promoviendo la libertad intelectual y desarrollando un papel activo contra la censura. El derecho a la información y la libertad de expresión son pilares básicos del código ético profesional, recogidos por la IFLA (principal organización internacional en el ámbito bibliotecario) en la Declaración de la IFLA sobre las bibliotecas y la libertad intelectual. En esta declaración, la IFLA afirma que “las bibliotecas tienen la responsabilidad de garantizar y de facilitar el acceso a las expresiones del conocimiento y de la actividad intelectual. Con este fin, las bibliotecas deben adquirir, preservar y hacer accesible la más amplia variedad de materiales, que reflejen la pluralidad y la diversidad de la sociedad”. Obviamente, se da por hecho que esta declaración de principios no resulta aplicable en regímenes totalitarios o “falsas democracias”, pero debería constituir un elemento intrínseco de la filosofía que un bibliotecario debe aplicar en el desarrollo y acceso a la colección de las bibliotecas de un estado moderno y democrático. Por mi experiencia, tanto desde el punto de vista bibliotecario como de usuaria, nunca me he topado con una práctica abierta de censura en ninguna biblioteca. No obstante, en países como Estados Unidos, todavía se produce la práctica de la censura de una forma deliberada hasta el punto de que existe una “Oficina por la Libertad Intelectual” en el seno de la ALA (American Library Association) que se dedica, entre otras cosas, a elaborar una lista de los libros más frecuentemente censurados en bibliotecas norteamericanas. Si analizamos esta lista, podemos observar que los motivos más habituales para la prohibición de un libro son: la presencia de sexo explícito, homosexualidad, lenguaje ofensivo…
Si tenemos en cuenta la recomendación de la IFLA, podríamos concluir que las bibliotecas deberían contar entre sus fondos con literatura de publicación independiente en respuesta a esa “pluralidad y diversidad de la sociedad”. Es obvio que si las bibliotecas españolas (no entro en las norteamericanas) no tienen o tienen poco material independiente en sus colecciones no se debe a una censura directa, como es el caso de los ejemplos mencionados de la lista de la ALA, sino que se trataría más bien de una omisión indirecta relacionada no con aspectos ideológicos sino más bien de tipo comercial y/o presupuestario, como explicaré más adelante.
La adquisición de libros en bibliotecas
La compra de libros en bibliotecas se ha nutrido tradicionalmente de los catálogos de las editoriales, quienes en muchas ocasiones envían información a los centros bibliotecarios sobre sus novedades editoriales y también sobre sus libros antiguos en stock. Con la aparición del libro electrónico, la compra de libros en bibliotecas ha variado. Cuando hablamos de libros electrónicos, lo habitual no es contactar directamente con el editor para comprar una lista de títulos concretos, sino que las bibliotecas tienen la opción de realizar suscripciones anuales a plataformas electrónicas que contienen un amplio paquete de libros y que, además, resuelven otros problemas importantes como por ejemplo la gestión de los derechos de autor y del préstamo de los libros. Algunos ejemplos de plataformas distribuidoras de libros electrónicos son Libranda y e-Libro. En este sentido, el proyecto eBiblio, que consiste en una plataforma pública de préstamo de libros electrónicos impulsada por la Secretaría de Estado de Cultura en colaboración con las Comunidades Autónomas, utiliza la tecnología de Libranda y da acceso a un total de 1.500 libros seleccionados entre los 25.000 títulos de que dispone Libranda.
Adquisición de libros de publicación independiente en bibliotecas
Las bibliotecas todavía están sufriendo en la actualidad los efectos de la crisis económica que, inevitablemente, ha derivado en serios recortes en sus presupuestos para adquisiciones. Por tanto, es evidente que las bibliotecas no pueden contar entre sus fondos con todos los libros habidos y por haber, y es imprescindible realizar una selección.
Continuando con el caso de eBiblio, en este proyecto en concreto la selección ya les vino dada a las bibliotecas públicas participantes en el proyecto, ya que los 1.500 títulos fueron escogidos por un grupo de trabajo tal como se explica en este artículo. Si analizamos las editoriales que forman parte de Libranda, observamos que se encuentra entre ellas la editorial Bubok, dedicada en exclusividad a la autopublicación de autores independientes, lo cual a priori constituye una excelente noticia. Sin embargo, hay que tener en cuenta:
Que no todos los libros autopublicados en Bubok forman parte de Libranda. Solamente tienen la posibilidad de formar parte del catálogo de Libranda y también de otras librerías digitales aquellos que pasen un proceso de revisión que supone un desembolso económico para el escritor independiente (este gasto no es muy elevado pero en cualquier caso no le garantiza al escritor que su libro vaya a ser elegido).
Que no todos los libros que se encuentran en Libranda están incluidos en eBiblio. De hecho, el porcentaje es bastante bajo, sólo 1.500 de los 25.000 libros disponibles en Libranda. Siendo sinceros, es poco probable que en esa breve selección se hayan escogido títulos de autores independientes en detrimento de los grandes bestsellers.
Por otro lado, otro importante problema de Libranda, y en consecuencia también de eBiblio, es que el préstamo de libros electrónicos es incompatible con Kindle. No existe acuerdo entre Libranda y Amazon, ni para solucionar el aspecto tecnológico ni tampoco para poder ampliar la oferta editorial. Nos guste o no, Amazon tiene la mayor cuota de mercado del sector. De acuerdo con el informe Apple, B&N, Kobo, and Google: a look at the rest of the ebook market, Amazon acapara el 65% del mercado de libros electrónicos de Estados Unidos. Pero si se incluyen en las estadísticas los libros indie autopublicados sin ISBN la cifra alcanza el 74% de todas las compras de libros electrónicos de Estados Unidos. La gran visibilidad de Amazon y sus logaritmos de recuperación (que pueden beneficiar a un autor independiente hasta el punto de poder competir con autores consagrados) hacen que estos escritores elijan preferentemente esta plataforma como medio para autopublicar sus obras.
En lo referente a los libros de publicación independiente en formato impreso, en la mayoría de los casos el proceso de impresión que se sigue es bajo demanda. Es decir, no existe un stock, no se imprime una tirada de ejemplares determinada como se ha venido realizando a lo largo del tiempo por el mundo editorial tradicional. El libro sólo se imprime cuando alguien lo pide. Si a esto sumamos las dificultades para promocionar una obra autopublicada, las probabilidades de que una biblioteca, en general con poco presupuesto, solicite la impresión bajo demanda de un libro autopublicado para ponerlo a disposición de los usuarios, son considerablemente bajas. Al fin y al cabo, lo que el público demanda son sobre todo libros publicados por autores conocidos, ya sean bestsellers contemporáneos o clásicos.
Otros medios para estar presentes en bibliotecas: la donación
Queda claro que la compra de libros de publicación independiente en bibliotecas resulta compleja por motivos presupuestarios, tecnológicos y también por no saber de la existencia de muchos de ellos al no existir campañas de márketing poderosas para la promoción de estos libros. Pero, ¿qué sucede si un escritor independiente decide regalar su libro a una biblioteca? Normalmente, las bibliotecas no aceptan todas las donaciones que reciben, muchas veces por motivos de espacio. Me propuse investigar cuál era la postura de las bibliotecas en relación a la donación de ejemplares de publicación independiente y envié correos a unas cuantas bibliotecas de diferentes tipos (bibliotecas públicas del Estado, municipales y universitarias) con la intención de saber a cuáles de ellas podría enviar ejemplares de mis libros. El feedback obtenido fue altamente positivo, ya que el 100% de bibliotecas contactadas aceptaron de buen grado que les enviara ejemplares y algunas de ellas incluso me ofrecieron mucho más de lo que esperaba a cambio.
Los escritores indie normalmente no pueden permitirse económicamente imprimir muchos ejemplares de sus libros para regalar, pero desde mi postura de bibliotecaria y también de autora independiente, animo a que se planteen la donación de ejemplares a bibliotecas por varios motivos:
Los libros que entran a formar parte de la colección de una biblioteca (independientemente de si son comprados o donados) se catalogan y se ponen a disposición del público que acude a la biblioteca. Los catálogos de bibliotecas suelen estar disponibles on line, por lo que cualquier lector puede encontrar tu libro en el catálogo de la biblioteca y pedirlo para préstamo. Además, muchas bibliotecas elaboran boletines de novedades o colocan los nuevos libros adquiridos en expositores visibles al público. Es decir, la donación de ejemplares no repercute en un beneficio económico (al menos no a corto plazo), pero sí en una promoción de tu obra.
Algunas bibliotecas no sólo se limitan a aceptar tu libro de buen grado, sino que además te ofrecen a cambio la posibilidad de hacer una presentación del mismo en los espacios de la biblioteca. Éste fue el caso de la Biblioteca Pública del Estado Manuel Alvar, que ofrece su salón de actos a autores menos conocidos para que tengan la oportunidad de contactar con los lectores.
Las bibliotecas, especialmente las públicas, desarrollan una función social importante, facilitando el acceso a la cultura y a la lectura. Donando ejemplares de nuestros libros contribuimos a esta función social.
Conclusión
Podemos concluir que la presencia de literatura independiente en bibliotecas es importante para conseguir esa pluralidad intelectual que se desea alcanzar. Al encontrarnos en una etapa de transición en la que se están produciendo cambios drásticos en los medios tradicionales de producción editorial, es difícil para las bibliotecas llegar a la literatura independiente. Por tanto, la donación se presenta como una forma alternativa de que la literatura indie se introduzca en los centros bibliotecarios, produciéndose un quid pro quo, en el que la biblioteca recibe gratuitamente libros para sus usuarios, y en el que el autor no gana dinero, pero sí promoción y la posibilidad de llegar a numerosos lectores.
March 31, 2016
Las vidas que pudimos vivir (reseña de Miguel Baumann)
Este post es simplemente para agradecer a Miguel Baumann su fantástica reseña sobre Las vidas que pudimos vivir. Se puede leer en su blog:
https://miguelbaumannblog.wordpress.com/2016/02/19/la-vida-que-debes-vivir/
March 8, 2016
La amiga estupenda, de Elena Ferrante
La amiga estupenda es la primera novela de una saga compuesta por cuatro libros titulada “Dos amigas”. Su autora es Elena Ferrante, aunque este nombre es en realidad un pseudónimo ya que, por motivos desconocidos, la escritora (o escritor) ha preferido mantener su verdadera identidad en el anonimato.
La amiga estupenda es una crónica exquisita de la vida de una niña en un barrio pobre del Nápoles de los años 50. Es uno de esos libros que retratan la trayectoria vital de un personaje con tanta minuciosidad que, cuando acaba el libro, el vínculo que has desarrollado con el protagonista es tan fuerte que parece como si se tratara de una persona real. Toda la novela (y deduzco que probablemente toda la saga) es un largo flashback en el que Elena Greco (llamada Lenù o Lenuccia entre sus amigos y familiares) se remonta a la época de su niñez para contarnos con todo detalle su peripecia vital hasta los dieciséis años. La excusa por la que Lenù se dispone a narrar este largo relato autobiográfico es la necesidad de explicar cómo conoció y cómo se desarrolló su amistad con Lila, su “amiga estupenda”.
Aunque podemos decir que la narradora, Lenù, es la principal protagonista de la novela, la mayor parte de la historia gira en gran medida en torno a los acontecimientos que le suceden a Lila, una muchacha que brilla con luz propia en medio de un barrio humilde donde lo único que importa a sus moradores es la lucha por la subsistencia. Lila es diferente en muchos sentidos. Se ha criado en medio de la misma miseria que todos, pero su inteligencia desbordante y su particular belleza provocan a su alrededor todo tipo de reacciones que no dejan indiferente a nadie.
Una de las cosas que más me ha gustado de esta novela es el realismo con el que está narrada. Se trata de una historia totalmente creíble hasta el punto de que podría parecer incluso una autobiografía de la autora. Un ejemplo claro de este realismo es que la amistad entre Lenù y Lila, lejos de ser una relación idealizada sin ningún tipo de fisuras, refleja una amistad en la que de vez en cuando se producen altibajos y en la que no faltan los celos o las envidias, sentimientos totalmente normales y propios de dos jóvenes que están creciendo y que aún no han alcanzado la edad adulta.
Otro de los puntos fuertes de la novela es el escenario en el que se desarrolla la historia. El barrio y sus habitantes son fundamentales para el argumento de la novela. Poco a poco, la narradora va desplegando toda una red de hombres y mujeres que, en mayor o menor medida, dejan huella en el devenir de la protagonista. Todo este conjunto de seres podría clasificarse de diferentes formas: desde el punto de vista generacional (por una parte, los padres de Lenù, de Lila, y del resto de sus amigos, y por otra, los jóvenes) y también desde el punto de vista del poder y del dinero (por un lado, los ricos: los dueños del bar Solara, el charcutero y sus hijos, y por otra, los pobres: el zapatero remendón, la viuda que friega escaleras y que ha perdido la cabeza desde la muerte de su marido…). Esta fuerte brecha entre pobres y ricos es un elemento latente en la historia que influirá en muchos casos en las decisiones que tomen sus protagonistas.
La vida en este barrio es también un ejemplo de lo que sucedía en Nápoles (y por extensión, en Italia y el resto de Europa) desde el punto de vista sociológico. Se pone de manifiesto un machismo fuerte y arraigado en el que los matrimonios de conveniencia están totalmente justificados para poder ascender en la escala social. Para las mujeres era muy difícil estudiar más allá de la enseñanza primaria y, en este sentido, la protagonista se convierte en una mujer privilegiada ya que consigue mantenerse (pese a la resistencia de sus padres) en el mundo académico. En este sentido, la novela dedica un buen número de páginas a la descripción de los estudios de Lenù, sus éxitos y sus esfuerzos.
Por último, como en toda obra sobre adolescentes que descubren el mundo, no faltan los capítulos dedicados a las primeras salidas con amigos, los primeros besos, los primeros amores, las primeras decepciones, y, en definitiva, todas esas primeras experiencias que, independientemente del lugar y del tiempo que nos toque vivir, todos estamos abocados a enfrentar.
Los últimos capítulos, pese a que esta novela no es ningún thriller y el elemento “intriga” es algo meramente anecdótico, me han resultado especialmente cautivadores, llenos de fragmentos dotados de un lirismo elegante, nada artificioso, y al mismo tiempo, marcados por un ritmo incesante. El libro termina con un final inquietante que invita a continuar leyendo el siguiente libro de la saga.
February 22, 2016
La “amenaza” de la literatura independiente
De un tiempo a esta parte me viene interesando cada vez más el tema de la literatura independiente. Y esto se debe no sólo a que yo misma me haya lanzado a ser una escritora “indie” o a que tenga personas muy cercanas que lo son desde hace tiempo, sino también al interés que me suscita el fenómeno de la autopublicación como profesional de las bibliotecas. Algunos especialistas están comenzando a referirse al tema como un nuevo paradigma del mundo del libro, lo cual no parece estar muy alejado de la realidad ya que, por primera vez en la historia de la escritura, el autor no depende de una tercera persona (impresor, editor…) para conseguir que su obra circule. La relación entre escritor y lector se produce de manera directa. El autor puede hacerlo absolutamente todo: escribir el libro, maquetarlo, diseñar la cubierta, publicarlo, difundirlo..
Existen diferentes plataformas (Kindle Direct Publishing, Bubok, Lulú, Smashwords…) que facilitan al autor la publicación de su obra conservando en su totalidad los derechos de autor y ofreciéndole un control absoluto sobre su distribución. Esta independencia y control sobre la propia obra constituyen para el escritor una de las grandes ventajas de la autopublicación frente a la publicación tradicional. Sin duda, la gran desventaja de la autopublicación radica en la dificultad de un autor, sobre todo si éste es desconocido, para difundir su obra y darla a conocer entre los potenciales lectores. Una editorial consolidada dispone de mecanismos de comunicación totalmente inaccesibles para un autor independiente (anuncios en TV, radio, carteles publicitarios, ferias del libro…). Por el contrario, el autor que opta por la autopublicación sólo dispone de sus cuentas en redes sociales y del boca a boca para dar a conocer su obra, mecanismos que, en la mayoría de los casos, resultan claramente insuficientes. A pesar de todo, y pese a los limitados recursos de marketing de que disponen los autores independientes, se conocen algunos casos de éxito en que escritores desconocidos han acabado vendiendo miles de copias. Por otro lado, las estadísticas arrojan resultados muy significativos, como se pone de manifiesto en este artículo donde la directora de Kindle para España y Portugal afirma que de los 25 libros más vendidos en Amazon durante 2013, nada menos que un 40% fueron autopublicados.
Otro problema al que creo que nos enfrentamos los escritores independientes desconocidos es el relacionado con el prestigio. Si una editorial consolidada publica tu obra, el público puede dar por hecho que ese libro es bueno ya que se presupone que existe un control de calidad previo. ¿Pero qué significa calidad cuando hablamos de literatura? ¿Acaso muchos de nosotros no hemos leído en alguna ocasión alguna novela publicada por una prestigiosa editorial cuyo argumento, estilo o lenguaje nos ha parecido mediocre? Todo esto sin contar con verdaderas “joyas literarias” como el libro que escribió Belén Esteban, publicado nada menos que por el Grupo Planeta. Al fin y al cabo, una editorial es una empresa cuyo principal objetivo, por encima de valores artísticos y culturales, es el dinero. Por tanto, podemos decir que la calidad de una obra literaria no viene determinada por el sello editorial que la respalda, sino por una variedad de factores, muchos de ellos de carácter subjetivo, que serán los que establezcan la conexión de la obra con el lector.
En un mundo competitivo como es el mercado del libro, la irrupción de la literatura independiente puede además ser vista como un elemento molesto para las grandes empresas tradicionales dedicadas al sector. Algunas de ellas, encabezadas sin duda por Amazon, han sabido augurar la oportunidad de negocio, pero otras muchas, que ni siquiera se han adaptado al libro electrónico pese a hacernos creer que sí (no hay más que ver los precios exorbitados de los libros electrónicos en nuestro país) es probable que observen el nuevo escenario con cierto temor al desmoronamiento de la maquinaria editorial consolidada a lo largo del tiempo durante siglos. De lo contrario, por poner un ejemplo, no se explica que el Reglamento de la Feria del Libro de Madrid excluya de forma deliberada a aquellos “editores que se dediquen principalmente a la autoedición de libros, las empresas de servicios editoriales y los editores que editen a un único autor”.
Por último, hago una reflexión desde mi visión bibliotecaria, y me pregunto en voz alta si las bibliotecas no deberían comenzar a considerar la literatura independiente como un posible material a ofrecer entre sus fondos.


