El viernes pasado terminaron tres semanas de trabajo demoledor y poco dinero, una de las peores combinaciones que puede sufrir un terrícola. El sábado nos levantamos de goma, confundiendo por unos segundos con un terremoto final lo que no era otra cosa que dos niñas saltando en la cama.
Abandoné todo por tres semanas, todo lo que no fuera ese trabajo pago. Pasé por alto, por ejemplo, que el 23 de junio anterior este blog cumplió
ocho años de haber iniciado.
¡Salú!
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Published on July 02, 2012 15:59