Rafa Sánchez > Recent Status Updates

La narración de la vida de los niños es hipnótica...

La realidad supera a la ficción, acabo de leer un episodio que deja en nada, a mi parecer, "Salvar al soldado Ryan", el artífice es el gran héroe soviético, mariscal Rokossovski, compadeciéndose de una pobre viuda, Efrosinia Bréus.

Estoy descubriendo aspectos que no sospechaba siquiera de la guerra en el frente ruso, algo sobre lo que he leído mucho. Nunca me había parado a pensar que las mujeres que participaron en ella tenían tanto novedoso que opinar. Este libro es imprescindible para cualquiera que quiera sumergirse en las profundidades del alma humana cuando afronta la guerra.

Acabo de tener la primera quiebra de mi presencia de ánimo ante la tragedia de estas chicas, la enfermera de tanquistas Nina Yakolevna Vishnevskaia me ha dejado conmocionado.

Qué gran estilo tenía doña Emilia, cualquier historia trivial puede ser bonita en sus manos.

Me está resultando un poco insípida... Todavía no sé de qué va la historia.

Por fin pasa algo, ya era hora... estaba a punto de abandonar.

No puedo dejar de leerlo, me tiene enganchado.

La acción se desencadena con un crimen...

He pasado un capítulo árido con el testamento moral del starets Zosima pero ya empieza a avanzar la historia de nuevo...

La escena en la covacha del capitán es sencillamente sublime. Nunca había leido nada así.

La escena en la covacha del capitán es sencillamente sublime. Nunca había leido nada así.

Qué elegancia de escritura, parece fácil.

Estoy encantado con el comienzo y los personajes...

Todo lo que cuenta es interesante y resulta ameno. Su colaboración con Willi Münzenberg y la Komintern es revelador, su inesperado éxito editorial como sexólogo... Koestler es un personaje muy singular. Estoy anhelando empezar a leer su periplo por la España republicana, su prisión y condena a muerte por los franquistas...

He terminado la primera parte y debo decir que la he disfrutado mucho. Koestler debió ser una persona muy intersante y cultivada y relata con maestría su vida en la Viena de los años 20, en un kibbutz de Palestina y finalmente en París y Berlín antes del año 1931. Con 26 años se afilia al Partido Comunista y con este acto termina la primera parte de sus memorias.

Un gran tipo este Arthur, me gustaría haberle conocido...

Qué bien escribía este autor, una delicia llena de sentimiento y humor.