“ABUELO. Por ella. Está sola en el mundo, y podría hacer tanto bien en esta casa ocupando el vacío que dejó la otra... Si fuera por mí, te recibiría tranquilo. Tengo setenta años.
PEREGRINA. (Con suave ironía.) Muchos menos, abuelo. Esos setenta que dices, son los que no tienes ya.”
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Alejandro Casona,
La dama del alba