“Se aovilla en la cama y me suelta entre risas que lo cargue así en el maletero y que, cuando llegue al mar, le abra la
puerta y le deje cerrar los ojos y sentir el agua y oler la sal y hacer las cosas
que echará de menos cuando ya no pueda echarlas de menos.”
―
José Luis Sastre,
Las frases robadas