“-¡Te amo, Sandokan; te amo como nunca mujer alguna amó sobre la tierra!
Sandokan la acarició dulcemente y sus labios besaron los dorados cabellos y la nívea frente de la joven.
-¡Ay de quien te toque ahora, que ya eres mía!”
―
Emilio Salgari,
Sandokan: Le tigre de Malaisie