Diego Barragán Guerrero

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Los humanos no somos los únicos animales con capacidad para el engaño. El reino animal está plagado de ejemplos del engaño como arma y como escudo. El escarabajo Lomechusa pubicollis, por ejemplo, es capaz de penetrar en las colonias de hormigas fingiendo ser una de ellas, algo que logra al segregar una sustancia química que hace que huela a hormiga. Una vez dentro de la colonia, el escarabajo se alimenta de los huevos y larvas de las hormigas.
Generación dopamina
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