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October 14, 2023 - May 18, 2025
pasando irreversiblemente de un modelo de liderazgo hereditario y aristocrático a uno de clase media y meritocrático.
El «mito de los metales» de Platón retrataba un orden político aristocrático basado en lo que ahora se llama «movilidad social».
Durante el siglo XIX y principios del XX, las asunciones en las que se basaba la aristocracia hereditaria fueron desapareciendo debido al declive de las creencias religiosas, los movimientos, desencadenados por la Revolución francesa,
la Primera Guerra Mundial puso de manifiesto la incongruencia entre, por un lado, los decadentes valores políticos aristocráticos y, por el otro, las nuevas realidades tecnológicas.
los primeros habían subrayado el imperativo de la moderación y la evolución pacífica,
las segundas magnificaron la destructivida...
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Cómo se fraguó la tormenta, Winston Churchill
la Primera Guerra Mundial había sido un conflicto «no de gobiernos, sino de pueblos»,
la Primera Guerra Mundial erosionó la confianza en la élite política y dejó tras de sí a unos líderes debilitados que en algunos países clave serían derrocados y sustituidos por gobernantes totalitarios.
el acuerdo de paz de 1918
no debilitó lo suficiente a las partes derrotadas como para anular su capacidad de venganza.
la más trascendental fue la Segunda Guerra Mundial.
En ambas guerras m...
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la consecuencia más temprana y sombría del ascenso de la clase media.
esta transformación social resultó ser compatible con la estabilidad internacional y la alta política.
meritocracia y la democratización, permitieron e institucionalizaron el ascenso de líderes de clase media.
Ninguno de los seis líderes abordados en este volumen procedía de la clase alta.
Sadat como De Gaulle eran oficiales militares que llegaron al poder debido a una crisis en sus países;
Nixon y Adenauer eran políticos experimentados y conocidos que, aun así, pasaron años en el desierto político.
Thatcher y Lee llegaron al poder de la for...
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pero cuestionaron constantemente la ortod...
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la mente se impuso a la materia.
la educación se convirtió en el camino por excelencia para progresar.
La competencia por las notas altas en los exámenes y las becas era un aspecto importante de la vida.
recibieron una educación que les ayudaría a entender el mundo, la psicología de los demás y a sí mismos.
El ideal de excelencia, procedente de la era aristocrática previa, se conservó
Thatcher en 1975: «La oportunidad no significa nada a menos que incluya el derecho a ser desigual y la libertad de ser diferente».[6]
Las sociedades se beneficiaron de la diversidad intelectual resultante y de la apertura a diferentes estilos de liderazgo.
De ahí las recurrentes referencias de Lee al junzi, o caballero confuciano, y el esfuerzo de De Gaulle por convertirse en «un hombre de carácter».
disciplina personal, la superación personal, la caridad, el patriotismo y la confianza en sí mismos.
La igualdad ante la ley se estaba convirtiendo en una expectativa consolidada.
estos líderes tenían un arraigado sentido de la identidad nacional,
No se consideraban «ciudadanos del mundo».
ninguno adoptó una identidad cosmopolita.
Servir a su pueblo y encarnar las mejores tradiciones de su sociedad era un gran honor.
Christopher Lasch
el nacionalismo de la clase media proporcionó una base común, unas normas comunes, un marco de referencia común
Otro factor que tuvieron en común todos los líderes (excepto Lee) fue una devota educación religiosa:
la práctica del autocontrol, la reflexión sobre las faltas y la orientación hacia el futuro.[8]
el autodominio y la preferencia por la visión a largo plazo, dos atributos esenciales de la capacidad de gobierno que estos líderes ejemplificaron.
Todos eran conocidos por su franqueza y a menudo decían verdades duras.
No confiaron el destino de sus países a la retórica puesta a prueba por las encuestas y los grupos de discusión.
Todos estos líderes tuvieron una aguda percepción de la realidad y una visión poderosa.
Los líderes mediocres son incapaces de distinguir lo significativo de lo ordinario; tienden a verse sobrepasados por el aspecto inexorable de la historia.
Todos entendieron la importancia de la soledad.[10]
estos líderes sacaban partido a la quietud y la reflexión,
En todos los casos, se enfrentaron a resistencias,
El patriotismo cívico que antaño daba prestigio el servicio público parece haber sido superado por el faccionalismo identitario y el cosmopolitismo competitivo.
La formación del técnico tiende a ser preprofesional y cuantitativa;
la del activista, hiperespecializada y politizada.

