Parecía razonable. Incluso el escéptico Ian Wilson, citando los restos del período pre cristiano que se encontraron en 1955, se las arregló para admitir que «tales hallazgos sugieren que Nazaret debe haber existido en tiempos de Jesús pero no hay duda de que debe haber sido un lugar pequeño e insignificante».12 Tan insignificante que la reflexión de Natanael en Juan 1:46 ahora tiene más sentido: «¡De Nazaret!», exclamó. «¿Acaso de allí puede salir algo bueno?»