que Jesús dijo en Juan 8:58, cuando tomó para sí mismo el nombre divino “YO SOY”, que es la forma en la que Dios se reveló a Moisés en la zarza ardiente en Éxodo 3:14. Por lo tanto, Jesús se revela a sí mismo como aquel que tiene el mismo poder divino sobre la naturaleza al igual que YHWH [Jehová], el Dios del Antiguo Testamento.