Evangelios son anónimos. Pero el testimonio uniforme de la iglesia primitiva era que Mateo, conocido también como Leví, el recaudador de impuestos y uno de los tres discípulos fue el autor del primer Evangelio del Nuevo Testamento; que Juan Marcos, el compañero de Pedro, fue el autor del Evangelio que llamamos Marcos; y que Lucas, conocido como el «médico amado» de Pablo, escribió ambos, el Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles.