—Muy importante —respondió—. Indica que Jesús tenía un grado de intimidad con Dios que no se parece a nada del judaísmo de su tiempo. Y escuche, aquí viene el remate: Jesús está diciendo que solo a través de tener una relación con él se hace posible este tipo de lenguaje de oración, este tipo de relación “Abba” con Dios.