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September 3, 2024 - July 14, 2025
Es muy bueno desarrollar en el matrimonio una sana dependencia y una sana independencia: lo que algunos llaman interdependencia.
descubrir, crear y construir los lazos que nos hacen amar y que nos amen. De una dependencia en la que le dices al otro: «Podría vivir sin ti, pero no quiero vivir sin ti». Una dependencia que nace de la libertad y que genera más libertad.
Las cinco bolas que él menciona son: trabajo, familia, amigos, salud y espíritu. En su discurso explicaba que la bola del trabajo es de goma, así que si, en el juego de equilibrios, se cae, no es tan grave, porque rebotará. Pero las otras cuatro son de cristal, y si se caen, el daño puede ser grave.
La complementariedad, ese «mirarse y entenderse», llega después de años de mucho amor del bueno. A amar se aprende amando, también con el cuerpo.
que sean momentos de quererse de verdad, de disfrutar juntos, de reírse de lo que no salga, de hablar, de compartir intimidad en todos los planos.
Hablamos de un placer que no se busca por sí mismo, sino que es más bien el resultado de compartir un amor, un amor que se expresa, que se acoge y se recibe. Y que es necesario para que nos sintamos amados. Amor y placer no están en disyuntiva.
El sexo forma parte del lenguaje del amor. El lenguaje de las relaciones sexuales es un lenguaje propio y distintivo del matrimonio.
Ese lenguaje sexual, esa intimidad compartida, si se vive bien, va acompañada de una intimidad también psicológica y espiritual en un grado que no tienes con ninguna otra persona en el mundo.
En ese aprendizaje, hablar de sexo, sin miedos y sin obsesiones, resulta clave. De lo que nos gusta y de lo que no. De que hace mucho tiempo o de que hace poco. De lo que preocupa y de lo que encanta. Todo. Bueno y malo. Y al hablar de esa intimidad, no olvidéis que la sexualidad es algo más amplio que las relaciones sexuales. La sexualidad son las caricias, la manera de mirar, de coger de la mano o de la cintura, los detalles del día a día.
La intimidad compartida en el matrimonio y su manera de expresarla no se queda —o no debería quedarse— entre las cuatro paredes del dormitorio.
estaríamos reduciendo nuestro amor a ciertos instantes cuando debemos amar con el cuerpo todos los días, aunque no todos los días hagamos el amor.
Recuperar, redescubrir, potenciar la ternura en el matrimonio puede ser la clave porque, además, la ternura «estrechamente ligada a un verdadero amor de la persona, desinteresada, puede salvar al amor de los diversos peligros debidos al egoísmo
La ternura es el arte de “sentir” a la persona,
Los actos de la ternura no son caricias interesadas, sino expresión de amor, de alegría, de cercanía, como una manera de decir «quiero tocarte para cerciorarme de que estás aquí y qué suerte tengo de que así sea», o «quiero que sepas que estoy aquí, siempre, para lo que necesites».
«una tendencia a hacer suyos los estados del alma de otro.
«Las cosas se complican si el afecto se reduce a los momentos de pasión» porque la persona merece ser amada en cada instante, no solo cuando «brota» o cuando resulta fácil, no solo cuando me atrae de manera irresistible...
Somos los mismos los que amamos en cada momento del día, y amamos con todo nuestro ser. Por eso es importante que el afecto, la ternura, esté presente en cada acción respecto a nuestro compañero de aventura.
«la ternura crea la convicción de que no están solos y de que su vida es compartida por el otro»[34].
el tiempo es un gran aliado del amor, precisamente porque el amor no se agota en un instante, sino que está vivo, madura y se va haciendo más profundo.
las crisis: son un elemento natural en un matrimonio, que es algo vivo que se va construyendo progresivamente.
Las crisis son oportunidades de crecimiento y maduración de una relación.
En toda relación, habrá crisis y las crisis son una alteración del equilibrio; son retos en los que la relación crece y no deben considerarse sinónimos de «motivos para romper»,
El compromiso se debe manifestar en la voluntad de mantener la relación en el tiempo y de hacerla crecer.
El compromiso es el recuerdo de que, porque se está muy bien juntos y porque nuestra relación tiene sentido, hemos decidido elegirnos mutuamente.
Voluntad, razón y sentimientos son elementos siempre necesarios en el amor y se alimentan unos a otros.
Si falta la voluntad, el incumplimiento de la palabra dada va a causar mucho sufrimiento.
si falla la razón, también va a haber dolor: esto sucede cuando no se ha hablado en serio sobre el proyecto en común que queremos
si falta la unión de corazones, vamos a sufrir por sentirnos alejados;
Durante el noviazgo hay que decidir qué tipo de relación se quiere vivir.
En todos los matrimonios, hasta en los que mejor se llevan, hay días en que uno puede decir «Hoy no te soporto» o «No me soporto a mí mismo y, de rebote, tampoco a ti». Es normal y significa que esa relación es real. Hemos idealizado tanto el amor que nos hemos creído que la relación perfecta es aquella en la que nunca hay discrepancias, enfados, desencuentros. Pero no es cierto: uno de los ingredientes de las relaciones afectivas es, precisamente, el desencuentro,
Hay que aprender a amar con realismo: desde el realismo de saber que somos imperfectos, que hay que tener ojo con las expectativas que nos creamos[39], y que, aunque el amor sea imperfecto, eso no quiere decir que no sea real y verdadero.
Los roces, los enfados, no solo no tienen que asustarnos, sino que pueden ser el trampolín para un amor mejor.
Cada crisis implica un aprendizaje que permite incrementar la intensidad de la vida compartida o, al menos, encontrar un nuevo sentido a la experiencia matrimonial.
Las quejas y críticas, con frecuencia, son un grito de amor y de necesidad mal expresado.
El reproche es un grito de algo que necesitamos y, generalmente, nace de un deseo.
¿Cómo lo solucionamos? Esforzándonos por expresar lo que realmente sentimos y procurando decir las cosas en positivo. Si lo que quiero decir es «me gustaría mucho pasar más tiempo contigo, porque sigues siendo para mí lo más importante», vamos a decirlo así, sencillamente, y nuestra relación se verá fortalecida.
En principio, el otro está de nuestro lado. Por tanto, si ha dicho o hecho algo que te ha molestado, lo mejor sería pensar que hay algún malentendido: mejor pensar que no has comprendido por qué dice/hace esto que te ha sentado mal

