More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
—No hay mayor dolor que acordarse del tiempo feliz en la miseria;
la soberbia, la envidia y la avaricia son las tres chispas que han inflamado los corazones.
que descubran tus ojos lo que tu pensamiento no ve con claridad.
El hombre debe, siempre que pueda, cerrar sus labios antes de decir una verdad, que tenga visos de mentira; porque se expone a avergonzarse sin tener culpa.
—Si yo fuera un espejo, no verías en mí tu imagen tan pronto como veo en tu interior.
las peticiones justas deben satisfacerse en silencio.
CUANDO por efecto del placer o del dolor de que se siente afectada alguna de nuestras facultades, el alma entera se concentra en esa facultad, parece que no atienda a ninguna otra; y esto demuestra el error de los que creen que en nosotros arde un alma sobre otra alma. Por eso mismo, cuando se oye o ve alguna cosa que absorbe fuertemente el alma en su contemplación, el tiempo se desliza sin que el hombre se aperciba de ello; porque
"¿Qué haremos con el que nos quiere mal, si condenamos al que nos ama?"
Por lo dicho puedes comprender cuánto se oculta la verdad a los que afirman que todo amor tiene en sí algo de laudable, quizá porque creen que su materia es siempre buena; pero no todos los sellos estampados en cera son buenos, por más que la cera lo sea.
—El amor que nace de la virtud inflama siempre otros amores, con tal que su llama se dé a conocer.