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Kindle Notes & Highlights
La libertad no puede conquistarse sin sacrificios. Si realmente la valoras, debes comenzar a valorar menos el resto de cosas.
La gente debe ver que no eres una persona fácil de ofender, y que reconciliarse contigo es una tarea accesible y fiable.
Ser temido dentro de tu propia casa es un problema tan grande como ser odiado afuera. Además, ser temido es vivir temeroso: nadie ha sido capaz de infundir terror en los demás y, al mismo tiempo, disfrutar de paz mental.
No ofender a los demás nos lleva hacia la paz mental.
Hay que aceptar la vida en los mismos términos que aceptas los baños públicos, las multitudes o los viajes. Te tirarán cosas, te empujarán o se pegarán a ti. La vida no es un asunto fácil.
Es un soldado condenado el que sigue a su comandante emitiendo quejidos.
Para el destino, el que quiere, transporta; el que no, arrastra.
«Una persona que enseña y una persona que aprende», decía, «deben tener el mismo fin: hacer que la otra mejore.
Quien poco necesita, poco desea. Obtiene su deseo quien desea Obtener lo suficiente.
Hay que recibir cada día que llega, tomarlo en nuestras manos y considerarlo el mejor día imaginable.
Piensa que la tormenta de la vida es mucho más grave que cualquiera que haya sacudido un barco. Lo que necesitas es un timón firme, no palabras vacías.
Es mejor tener una buena vida que una buena reputación».
Luchemos la batalla al revés: retirémonos de las cosas que nos atraen y enfrentemos a las que nos repelen.
«Nadie es bueno por azar. La virtud hay que cultivarla. El placer es algo pobre y mezquino, y no se le debe dar ningún valor.

