Cuando un bebé no está contento, llora. No se plantea la cuestión de saber si debería llorar. Cógelo en tus brazos o dale de comer, y en unos segundos, dejará de llorar. Si el bebé está enfadado te lo hace saber claramente. Pero también eso lo deja muy rápido: ¿puedes imaginarte a un bebé que tenga remordimientos debido a su cólera? Los bebés la dejan manifestarse y disiparse. Se expresan totalmente; luego se callan. Los niños son buenos maestros. Y enseñan el uso correcto de la energía. Apréndelo y podrás transformar cualquier costumbre.

