Si estuvieras convencido de tener una enfermedad incurable, si te quedara muy poco tiempo para vivir y saber quién eres, no lo perderías compadeciéndote de ti mismo, teniendo miedo, siendo perezoso y ambicioso. Dan, tienes una enfermedad incurable: se llama muerte. Que te marches unos años antes o después no establece una gran diferencia. Sé feliz ahora, sin motivo, o no lo serás jamás».

