Mi vida plena: Trabajo, familia y nuestro futuro (Spanish Edition)

by Indra Nooyi

“¡No te des por vencida, no olvides que tienes gente que te quiere!”,

Nos acostumbraron a la honestidad, no a la falsa alabanza.

La familia, así como es muy poderosa, también puede ser muy frágil.

y había refinado la idea de que podía hacer lo que quisiera, mientras me esforzara.

“Si te decides por algo, debes comprometerte con todo”

“Si haces una promesa, debes honrarla”.

Las ventas de casa en casa son lecciones de humildad. Me marcaron para siempre. Para

Aprendí que el negocio se construye hilo a hilo y que tenía una obligación de cuidado con mis clientes.

Después del IIM, empecé a escuchar un llamado de todos estos amigos para que me fuera a Estados Unidos.

Mi viaje apenas comenzaba. Ahora sé que el sueño americano de muchos inmigrantes comienza con miedo, asombro y soledad.

que había elegido a una mujer como su primera ministra y demostraba que las mujeres podían llegar tan lejos como quisieran.

Era lo que yo había elegido y sabía que eso significaba que tenía que esforzarme por sobresalir.

Mi deber era honrar esta oportunidad.

Me queda el miedo —miedo de migrante— que me impulsa a hacer bien las cosas, a pertenecer.

los seres humanos prosperan cuando se les enfrenta a retos, se sienten orgullosos cuando hacen bien una tarea y se enriquecen al colaborar con personas que comparten las mismas metas. Y necesitamos dinero para vivir.

Gerhard se comunicaba en inglés, pero su estilo era alemán. Le gustaban los marcos de referencia simples, la información transparente y organizada con lógica y las presentaciones sucintas.

Elegimos Fairfield County, en Connecticut, que es un suburbio habitado por gente que trabaja en la ciudad, rodeado de estaciones del Metro-North

Empezamos a buscar en Greenwich, un pueblo más grande y más cerca del área metropolitana de Nueva

No éramos tan buenos como debíamos ser en la parte del tacto.

El tiempo era la moneda crucial en mi vida, y lo gasté casi todo en PepsiCo. Para tener éxito entre los empleados ideales, yo misma tenía que ser una.

probablemente porque les preocupaba lo que llamamos el estigma de la flexibilidad.

Tenía que elevar mi eficiencia un nivel más.

Creo que los líderes empresariales deben conocer los detalles de lo que aprueban antes de plasmar su firma en algo. No tiene nada que ver con la confianza en las personas que trabajan para ti, sino que es una responsabilidad básica. No se trata de ser solo un aprobador. Creo que la gente que trabajaba para mí llegó a apreciar que leyera todo lo que me enviaban, tanto por respeto hacia ellos y su trabajo como porque era mi responsabilidad. Sé