cambiar muy rápido entre tareas administrativas y especializadas reduce la capacidad cognitiva, lo que da lugar a unos resultados de menor calidad y a producir a un ritmo más lento. Por término medio, una hora dedicada en exclusiva a una tarea intelectual, seguida de otra dedicada solo a tareas administrativas cunden más que dos horas mezclando ambos tipos de esfuerzos con la atención dividida.

