Muchas historias se basan en eso, en el pez fuera del agua, en ser la persona que debe salvar el mundo pero sin encajar en esa narrativa. A medida que escribáis la historia, la evolución del personaje influirá en cómo decide afrontar la historia. Si habéis hecho bien la caracterización, el lector pensará que, en efecto, así es como el personaje intentaría salvar el mundo. Ese tira y afloja es lo que hace que escribir sea tan divertido y cautivador, así que en principio yo no me preocuparía demasiado por si no he escogido al personaje correcto.

