Uno de los motivos por el que los prólogos son tan populares en las novelas de fantasía, hasta el punto de rayar en el cliché, es que muchos autores se dan cuenta de que empezar la historia con un chico en una granja no transmite la promesa adecuada de acción y aventura, así que prefieren comenzar con algo que tenga mucha acción y aventura para luego pasar al chico en la granja.

