Probablemente no necesitéis muchas explicaciones sobre cómo escribir escenas introspectivas, también llamadas de ombliguismo, porque ya lo estáis haciendo en exceso. Seguramente seáis expertos en hacer que vuestros personajes se miren el ombligo y mediten sobre sus problemas durante páginas y más páginas. No es que la introspección sea mala por naturaleza. Todos los personajes necesitan un poco de introspección, a menos que estéis escribiendo algún tipo de narrativa extraña y muy cinematográfica en la que no entréis en la mente de nadie.

