More on this book
Kindle Notes & Highlights
Pero eran muchos años juntos y mucho cariño almacenado, así que no supimos, ni siquiera, dejarlo a tiempo. A veces te cuesta darte cuenta de que porque un infierno sea tuyo no tienes por qué quedarte en él.
Y eso es un error, porque llorar libera. Llorar limpia. Llorar, a veces, cura. Llorar hasta ahogarte te obliga a aprender a nadar hasta la orilla.