Tania Peña

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Tres meses después, la hija travesti de Don Sosa y La Grace, o sea yo —en la escritura es inútil disfrazar una primera persona porque los escritos comienzan a enfermarse a los tres o cuatro párrafos—, estrenaba Carnes Tolendas. Porque además de gustarme ser puta, me gustaba el teatro.
Soy una tonta por quererte
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