Dani

34%
Flag icon
Al menos —agregó alzando la voz—, esta prohibición no es penosa en un mundo como el tuyo. —Decir eso también es extraño —replicó la Dama —. ¿Quién pensó que fuera penosa? Si yo les ordenara a los animales que caminaran sobre la cabeza, no lo encontrarían penoso. Caminar sobre la cabeza se convertiría en su deleite. Yo soy el animal de Él y todas sus órdenes son alegrías. No
Perelandra (Trilogía Cósmica #2)
Rate this book
Clear rating
Open Preview