Cuando Él murió en el Mundo Herido no murió por los hombres, sino por cada hombre. Si cada hombre hubiese sido el único hombre creado, Él no habría hecho menos. Cada cosa, desde el grano único de polvo hasta el eldil más poderoso, es la causa final y definitiva de toda la creación, y el espejo en el que el rayo de su brillo llega a descansar y así retorna Él. ¡Bendito sea!