El filósofo chino Chuang-Tzu declaró que la verdadera empatía requiere escuchar con todo el ser: “Escuchar con los oídos es una cosa. Escuchar con el entendimiento es otra. Pero escuchar con el espíritu no es algo limitado a una sola facultad, la del oído o la de la mente. Exige vaciar todas las facultades. Y cuando las facultades están vacías, es todo el ser el que escucha. Entonces se produce una percepción directa de lo que está ahí ante uno, lo cual jamás podría ser escuchado con el oído o comprendido con la mente”.