En el transcurso de la evolución hacia la liberación emocional, la mayoría pasamos por tres etapas: (1) “esclavitud emocional” creemos que somos responsables de los sentimientos de los demás), (2) “la etapa antipática” (nos negamos a admitir que nos importa lo que los demás sienten o piensan), y (3) “liberación emocional” (aceptamos plenamente la responsabilidad de nuestros propios sentimientos sin hacernos responsables de lo que puedan sentir los demás, siendo conscientes al mismo tiempo de que nunca conseguiremos satisfacer nuestras necesidades a expensas de ellos).