Tercero, verificamos que ambas personas reconocen con exactitud las necesidades de la otra persona y, si no es así, seguimos buscando la necesidad que subyace a sus palabras. • Cuarto, proporcionamos tanta empatía como sea necesaria para poder escuchar las necesidades el uno del otro. • Y quinto, habiendo aclarado las necesidades de ambas partes en la situación, proponemos estrategias para resolver el conflicto, enmarcándolas en un lenguaje de acción afirmativo.