Pero quizá, eso sí, haya un ansia poderosa de conseguir notoriedad que empuja a este inexperto abogado a adentrarse en un mar de aguas demasiado profundas en donde, con toda seguridad, haría naufragar sus argumentos y los derechos que pretende defender de los macedonios. —Se volvió un instante hacia ellos, hacia Pérdicas, Aéropo, Arquelao y otros provinciales allí presentes, pero de inmediato se giró para encarar los serios rostros de los cincuenta y dos jueces—. En definitiva y, por dar término a esta cuestión: Cayo Julio César no ha intervenido nunca antes en ningún juicio público, mientras
...more

