Conocemos asimismo el desenlace del juicio y que la sentencia fue de inocente para el acusado, de modo que Dolabela terminó siendo exonerado. Pero el juicio en sí, con sus diferentes discursos, está perdido. Lo cual tiene sentido desde el punto de vista de la época. Los patricios romanos que ejercían de abogados, como Cicerón o el propio César, sólo publicaban el contenido de aquellos juicios que ganaban.

